Monday, December 16, 2013

“CAUSALIDAD” Y ‘KARMA’



“CAUSALIDAD” Y ‘KARMA’

Gottfried Leibniz, filósofo del siglo diecisiete, se empeñó en demostrar cómo puede alcanzarse de varias maneras la armonía del cuerpo y del alma. Sugirió que una de las maneras era la que tenía la mayor probabilidad de relación. Para explicar esta armonía utilizó su famosa alegoría de los dos relojes. Comenzó suponiendo que había dos relojes que marcaban simultáneamente el tiempo en forma correcta. Esto puede obtenerse por medio de una de las tres maneras siguientes: primero, pudiera ser la acción mecánica directa de un reloj sobre otro: uno de los relojes mantendría continuamente al otro, marcando la hora perfecta, ya que estaría sincronizado con éste por medio de un proceso mecánico. Leibniz mantenía que éste es el concepto corriente de la relación del cuerpo y del alma, es decir que el alma influye continuamente sobre el cuerpo y que a veces el cuerpo influye sobre el alma, y de esta manera se establece la relación.

  Esta forma que explico es para que ustedes se den cuenta de uno de los filósofos de la antigüedad analizaban lo que ellos jamás tenían, ni un mínimo grado de conocimiento sobre estas materias. Y continuando, la segunda forma por la cual, según Leibniz, los dos relojes marcarían continuamente la misma hora, sería utilizado los servicios de un consumado relojero, quien regulase los relojes cada minuto, o en otras palabras, que hiciera ajustes continuos para que siempre correspondiera en la medición del tiempo. Este segundo ejemplo es el equivalente a la creencia de que Dios interviene siempre en los asuntos del hombre. Tales personas como les explique anteriormente, imaginan que Dios mantiene constantemente vigilados los cuerpos y alma de los hombres, es decir que ajusta las relaciones. La forma final en que sugiere que los relojes estén sincronizados, es suponiendo que cada uno de ellos haya sido hecho originalmente preciso. Él filósofo quiere dar a entender con esta técnica, que si las almas y los cuerpos humanos llevaran inherentes en sí su finalidad específica, la razón de su existencia, y la tuvieran como meta a alcanzar, no habrían de preocuparse por las metas o finalidades de cada uno, ya que tales finalidades coincidirían naturalmente, siendo la intención del Creador de almas y cuerpo que éstos armonizaran. En este caso, pues, no habría necesidad de que uno influyera sobre la otra, ni razón de un ajuste continúo de horas por horas, es decir, Dios no tendría que intervenir para mantenerlos controlados, Podemos emplear la analogía de un tronco o tiro de caballos. Cada caballo puede tener tapa-ojos y no podrá ver a su compañero, pero podrá ver el objetivo, la dirección hacia donde se dirige y podrá seguirla, y así aunque cada cual luche por alcanzar sus fines individuales, estos fines coincidirán y los caballos marcharán en armonioso conjunto.

  Ahora bien, la filosofía sugiere que uno de estos tres principios tan elocuentemente expresado por Leibniz, es la causa de las vicisitudes de nuestra vida y las probables relaciones del cuerpo y del alma. Sin embargo, podemos arbitrariamente aceptar entre los tres el que nos parezca más probable, o rechazarlos en conjunto. Para mí,  varga la redundancia, las formas más sensata de llegar a una comprensión seria investigando la experiencia humana, los fenómenos naturales y Cósmico. De esta manera, podremos descubrir una ley directriz positiva que explique el porqué de la felicidad, la pena, del éxito y la desgracia. Comencemos con la experiencia humana. Las cosas o condiciones se producen continuamente. Hay algo que es, que no era anteriormente, o que al menos no parecía que fuese. Sin embargo, si pensamos un poco, comprenderemos que una cosa no puede cambiar por sí misma su propia composición. Una cosa que es una substancia sencilla no puede ser esa substancia  y convertirse al mismo tiempo en otra cosa, porque  mientras esté en el proceso de cambio ya dejo de ser lo que era. Sin embargo, la experiencia común demuestra que las cosas parecen cambiar en sí mismas. Estas cosas que dan la apariencia  del cambio, son objetos que no son de una substancia pura, sino que son en realidad de una combinación de diversas partes, en la cual hay una que actúa sobre la naturaleza de la otra y esto explica el cambio aparente.
  En consecuencia, cuando hablamos de causa, nos referimos a un objeto o suceso por medio del cual otro objeto o suceso se produce. Un efecto es un cambio producido por una causa en alguna otra cosa. Así, pues, asumimos que hay una sucesión ordenada en el proceso del cambio. En otras palabras, una causa debe anteceder al cambio o efecto que produce. Es preciso que comprendamos que no puede haber causas individuales: una cosa no puede influir sobre sí misma. Nada puede producirse de sí misma. De ser así, las cosas acabarían pronto por agotarse a sí misma. Si una cosa determinada se hallase en continua generación, con el tiempo no quedaría nada de ella. Además, si una cosa pudiera producirse enteramente de sí misma, entonces sería absolutamente independiente en su naturaleza. No tendría relaciones ni necesidad de relacionarse con ninguna otra cosa. En vez de un Universo homogéneo, tendríamos un Universo heterogéneo. De hecho, no conocemos ninguna cosa realmente independiente en el Universo. Toda experiencia humana implica la unidad. No puede haber cosas enteramente auto generadoras. Así pues, llegamos a la conclusión de que las cosas no salen una de otra, sino una después de la otra, como influencias relacionadas de una sobre otra.

En el tema siguiente le hablaré de la naturaleza de las causas, espero que este tema sepan apreciarlo no lo encontraran en ninguna parte. Les deseo unas felices navidades.

En vos confió.


Peter Bustamante  

Saturday, December 14, 2013

‘LA MUERTE O LA LEY DEL CAMBIO’




‘LA MUERTE O LA LEY DEL CAMBIO’
EL  antiguo filósofo Epicuro preguntó: “¿Por qué debe el hombre preocuparse tanto por la muerte y temerla? Pues de ese modo presume que conoce la naturaleza de la muerte, o las circunstancia que rodea la transición de la vida a la muerte”. Ya que el hombre no sabe de estas cosas, no debe temer a la muerte, ni vivir con el temor de ella. No debe de tratar anticipar lo desconocido. Cuando al fin lo desconocido nos llega, entonces se vuelve conocido y aquello que es conocido no debe ser temido. ¿Por qué temen a la muerte la mayoría de los hombres? ¿No es acaso porque les desagrada renunciar a los placeres, alegrías, fama y posición que han adquirido durante la vida? Si temen renunciar a estas cosas, si temen que la muerte los despoje de estos placeres, deben también comprender que la muerte también les eliminará el dolor, las preocupaciones, el desconsuelo y la lucha, porque si suprime una experiencia en la vida también suprimirá las otras.

  Supongamos que la muerte sea como la acción de cruzar el umbral de la puerta para dirigirse al cuarto contiguo. Cuando la habitación en que nos encontramos se haya demasiado concurrida y ya no sirve a nuestros propósitos, y la puerta se abre pudiendo ver a través del portal otro cuarto, ¿por qué debemos titubear en servirnos de él, sobre todo si nos ofrece oportunidades que el cuarto presente no nos ofrece? El alma del hombre es parte del Alma Universal, de la inteligencia de Dios que fluye como una fuerza espiritual a través de todos los hombres por igual. Nos permitimos usar una analogía que hemos empleado con frecuencia: la fuerza del alma es como una corriente que fluye a través de un circuito de bombillas eléctricas. Esta hace que cada bombilla del circuito manifieste luz y calor, cada una diferentemente quizás, más la esencia de todas las bombillas, es decir, la corriente, en la misma. La fuerza del hombre interno posee, o más bien digamos que engendra, ciertos atributos de los cuales el principal es conocido con el nombre  de cuerpo psíquico.

  La inteligencia Cósmica o fuerza del alma, no está confinada a una sola área, sección u órgano del cuerpo, como pensaron  alguna vez muchos filósofos. Al contrario, se difunde por cada célula de la matriz de células de que está compuesto el organismo humano. Cada célula tiene sus deberes y funciones, que contribuyen a la finalidad total para la cual existe el cuerpo humano. Así, pues, como las células en su substancia protoplásmica componen la forma física, por ejemplo el corazón, en otras palabras, el corazón psíquico.

  A la hora de la muerte, ¿Qué pasa con el cuerpo físico? El alma, desde luego, es atraída hacia el  Alma Universal de la cual nunca estuvo separada. Por analogía nos preguntamos, ¿qué ocurre con la corriente eléctrica cuando se apaga la luz o se desconecta el ventilador? La corriente sigue existiendo, lista para manifestarse nuevamente en cuanto la conexión material sea restablecida. El cuerpo psíquico y el yo del ser humano es solamente absorbido por el Alma Universal. No se pierde. Más bien se armoniza con todas las personalidades y los cuerpos psíquicos que integran  el Alma Cósmica única. Otra vez nos hacemos una pregunta para demostrar mejor nuestro punto: ¿qué ocurre con los colores rojo, verde y azul cuando no hay un medio, tal como un prisma, para difundir la luz blanca? Las ondas luminosas de esos colores están todas  combinadas en conjunto, para lograr esa armonía de todos los colores que componen la luz blanca. Lo mismo ocurre con los cuerpos psíquicos  y sus personalidades en el Alma Universal.

  A punto de exhalar el último suspiro, en el momento de la transición, el cuerpo psíquico se proyecta, es decir parece que se extendiera a varios pies más allá del cuerpo físico. No es que este liberado aún. Sigue atado al cuerpo físico por el cordón de plata (término místico tradicional, empleado para definir la esencia del cuerpo psíquico que permanece atada al cuerpo físico viviente). La esencia mayor del cuerpo psíquico en tal momento puede ser sentida, o mejor dicho percibida, ya sea en forma de nube o vapor. A veces tiene la forma de un ovalo de uno de cuyos extremos parece que descendiera el cordón de plata como una especie de expirar de vapor. La punta más pequeña de la espiral aparece como si penetrara en el centro del plexo solar. Con la transición, pues, termina en este plano la consciencia de sí mismo, o consciencia de cualquier irritación. De acuerdo a nuestras creencias, refiriéndome en este caso al que subscribe, nosotros los Rosacruz, la cremación, o incineración, es el modo ideal de disponer del cuerpo. Los elementos físicos de los cuales el cuerpo está compuesto no constituyen al hombre, como tampoco lo constituyen una figura de cera. Es nuestro deber, por lo tanto ayudarlos a regresar a su fuente, o estado original tan pronto como sea posible, y la cremación logra este fin. La prolongada preservación del cuerpo por elaborados métodos de embalsamiento, es una costumbre nacida de ese sentimiento que sigue asociado la personalidad y el yo con la cascara física, o es el resultado de interpretaciones religiosas. Son sólo aquellos elementos intangibles, aquellas condiciones y características que componen el ego y la personalidad, las que constituyen el usted. Y para terminar una vez que esta se ha ido, es mejor liberal los elementos físicos del cuerpo lo más pronto posible y con la mayor discreción posible. Y decoro.

La próxima enseñanza  que publicaré es en relación del .KARMA.

En vos Confió.


Peter Bustamante

Monday, December 9, 2013

“LA ESPERANZA SUPREMA”




“LA ESPERANZA SUPREMA”

UNA nueva visión está acercando a la gente con un sentido elevado del significado del propósito de la vida. Las más grandes tragedias es perder este sentido del significado. Después de las guerras que han subsistido, recuerdo a un colega psicólogo austriaco, llamado Frankl, encontró que los colapsos en muchos de sus pacientes fueron inducidos a través del sentido de una vida totalmente desprovista de propósitos. A pesar que he hecho hincapiés a través de esta página de señalarles los propósitos, quizás no con la nitidez, que debería hacerlo y simplemente no lo he hecho por las razones que tal vez no estén preparados para recibir los conocimientos del universo. Una encuesta reveló que más del ochenta por-%, de los estudiantes en universidades americanas en esa época no veían ningún propósito real en la vida. Frankl desarrolló lo que él llamó “logoterapia”, la que simplemente significa curación a través de la restauración del sentido del propósito. Es muy interesante que en unas de la reciente encuesta llevada a cabo por “Noticias del Mundo”, se haya revelado que entre 700 jóvenes en Gran Bretaña, el sesenta y siete por %-declararon su creencia en Dios, aunque aclarando que ellos significaban con eso una consciencia una consciencia siempre presente del Ser. Estos jóvenes han recuperado un sentido del propósito, y la mayoría confesó que el descubrimiento era para ellos muy reciente.

  Algo parece estar sucediendo en la consciencia humana- y ella está llena de esperanzas. El gran científico, Sir James Jeans, escribió hace más de una generación: ¿Qué suma la vida? Hemos caído, aunque a través del error, a un universo que por toda la evidencia  no estaba hecho para nosotros. Nos aferramos al fragmento de un grano de arena hasta que el tiempo del frío de la muerte nos vuelva a la materia original. Nosotros nos contonéanos por un momento muy breve sobre el pequeño escenario, sabiendo bien que todas nuestras aspiraciones están condenadas al fracaso final y que todo lo que hemos ganado perecerá con nuestra raza, dejando al Universo como si nunca hubiera existido…El Universo es indiferente y aun hostil a toda clase de vida”.

  ¿No podemos ver que las aspiraciones del hombre finalmente deben detenerse si esto es verdad? Tarde o temprano vendrá la desesperanza con el sentido de que la vida no tiene significado. Es verdaderamente milagroso que continuemos tan valerosamente esperando, creyendo y adorando, en vista de la gran cantidad de dudas. Más adelante en su vida Jeans modifico su actitud sintiendo que el Universo era finalmente de la naturaleza del pensamiento: “La tendencia de la física moderna es la de resolver el universo natural entero en ondas, nada más que en ondas…Si la aniquilación de la materia ocurre, el proceso es simplemente el des embotellamiento de ondas de energía dejándolas que viajen libres a través del espacio. Estos conceptos reducen el Universo entero a un mudo de luz, potencial y existente, para que la historia entera de la creación pueda ser relatada con perfecta exactitud y completa en estas cinco palabras: “Dios dijo hágase la luz”.

  Pero la luz que nosotros conocemos es Vida, es Espíritu, es Dios. ¡Estamos tan cerca del puente de la física avanzada y del misticismo! Es esta la convicción de la divinidad de toda vida la que está ahora inundando nuestros pensamientos. Vemos que el Universo es en verdad espiritual en esencia, que la materia deriva de un espíritu creador, que el planeta Tierra no es para ser visto como una partícula de polvo sino como una semilla viviente portadora de la más preciosa carga—la consciencia humana. Además la Tierra ha sido merecedora de recibir la encarnación del “Señor de la Luz Espiritual, el Cristo”. Este no es un pequeño cumplido pagado a nuestro pequeño planeta errante.

  Es una extraña paradoja de que la noción de que el hombre es totalmente sin importancia lo ha llevado a su arrogancia en nuestra era. Si la materia esta simplemente muerta y nosotros somos un accidente de la evolución en una naturaleza totalmente indiferente hacia nosotros, entonces, ¿por qué no hemos de explorarla para nuestra propia conveniencia?  La alternativa de noción del mundo acepta la verdad de las palabras, y la palabra: En el principio estaba la Palabra, y la Palabra estaba con Dios. Todas las cosas fueron hechas por Él;…”Primero vino la unidad original del Ser y el Espíritus, y de esta se deriva nuestro mundo de diversidad.

Espero que este tema puedan comprenderlo las asperezas que han existido con la ciencia.
En vos confió.


Peter Bustamante

Thursday, December 5, 2013

“EXTRAÑAS EXPERIENCIAS”




“EXTRAÑAS EXPERIENCIAS”

¿HA entrado usted alguna vez a  una habitación  donde se ha sentido sumamente deprimido? La habitación, quizás de alguna casa, hotel u oficina, ha podido estar limpia, ordenada y atractivamente amueblada; sin embargo, mientras usted estuvo en ella no pudo hacer su trabajo bien o sentirse tranquilo. ¿Sabe usted que los intensos arranques emocionales de odio, celos y cólera, pueden afectar y afectan realmente las substancias materiales de tal manera que todas las habitaciones donde ocurren se cargan de un ambiente depresivo? Estas no son supersticiones, ni suposiciones: son los efectos de leyes naturales poco conocidas que están a nuestro alrededor. Es obvio que comprendiéndolas, como la comprenden aquellos que poseen este conocimiento esotérico, se consigue el dominio de tales circunstancias. Con frecuencia ha tenido usted la experiencia de una impresión intuitiva, un presentimiento o idea, de lo más iluminadora, que no parecía venir de ninguna parte. ¿Sabía usted que la intuición puede dar la contestación a todas sus preguntas y la solución a muchas de las dificultades en que se encuentra? ¿Sabe usted que también ella puede ayudarle en mantener en orden los asuntos de su vida? ¿Sabe usted además que este conocimiento intuitivo es parte de una inteligencia Cósmica universal que penetra el universo entero y cada una de las células de nuestro propio ser, y que usted puede manejarla para que le sirva y emplearla a voluntad?

  Mientras millones de hombres y mujeres confían solamente en sus cerebros y en el entrenamiento que se les da por medio de la educación, aquellos que conocen la sabiduría esotérica no lo hacen. Ellos no confían solamente en sus mentes externas, pero sí son capaces de atraer hacia sí los vastos recursos que poseen y que sólo existen en las fuerzas cósmicas que lo rodean. Los psicólogos de hoy dicen que el ser humano sólo usa una fracción de sus poderes inherentes. Las hermandades secretas, por muchos siglos, han sabido cómo dirigir y usar mucho más de este poder, para perfeccionarse y vivir una vida fecunda. Centenares de lo que la gente llama misterios son leyes del universo comprensible y practicable para los que dominan este conocimiento esotérico.

  Puede preguntarse: “¿Por qué estos conocimientos no se propagan hoy de manera general? ¿Si existen tan luminosas verdades y son asequibles al hombre, por qué se le priva de ellas? “Vamos a refrescarles las mentes. He señalado lo que ocurrió en tiempos antiguos cuando se trató de enseñar al hombre estas sencillas verdades. Muchas veces fueron reprimidas. Aún hoy, este conocimiento no se puede enseñar a cualquiera, con mucho gusto se los daría, principalmente a los que son sinceros en sus esfuerzos de mejorar su propia vida y ayudar al progreso de la humanidad, estos conocimientos se convierten en un poder para el bien, pero en manos de los egoístas y fanáticos, los mismos conocimientos mal empleados se pueden convertir en un factor de mayor persecución de los ignorantes y desvalidos. Primeramente esto no es una religión, ni mucho menos una sesta religiosa, que interceda con sus creencias personales. Milagrosamente hasta hoy, han sobrevivido estos conocimientos, gracias a la custodia de las escuelas y sociedades de los misterios y de la hermandad.

  La más antigua de estas sociedades humanitarias, que se extiende por el mundo entero y que no es una secta religiosa, son los “Rosacruces”. Ellos ofrecen a usted estos conocimientos, libre de toda intolerancia religiosa o política, o de otros prejuicios y limitaciones, para el enriquecimiento y la plenitud de la vida. Armonícese con ellos que son felices y han logrado el éxito en la vida. Coopere con las leyes de la naturaleza y goce con el poder que viene a usted al amanecer de cada día.

“EXISTIÓ UN TIEMPO”
  En que hombres y mujeres rehusaban admitir o discutir la existencia de fenómenos extraños  en la vida. Las experiencias y acontecimientos que no podían ser explicados por el limitado conocimiento de la época, pasaban inadvertidos y, por lo tanto no se investigaban. La ignorancia y los prejuicios relegaron las incomprendidas funciones de la mente y de las facultades internas del hombre a la categoría de lo sobrenatural y misterioso. Los seres animosos y pensadores y amante de la verdad, se vieron obligados, durante tal periodo, a practicar en completa reserva sus estudios de los secretos de la naturaleza, pues temían las opiniones intolerantes. Hoy en día la simulación, la hipocresía y los prejuicios han sido abolidos. Infinidad de personas acogen la verdad con los brazos abiertos, porque ya la sabiduría no se mira con recelo ni como un huésped indeseable. De allí que los conocimientos que durante la edad media fue necesario mantener  ocultos, pueden  hoy ser expuestos a la luz por los Rosacruces. Mediante esta ciencia todos los sucesos al parecer inexplicables se hacen comprensibles, y descubrimos que el dominio de las leyes que la rigen confiere al individuo mayor plenitud en la vida. Y terminando este tema les diré algo que quizás
Jamás se les han ocurrido, ese tema les prometo que lo pondré en el siguiente tema. y es esto. ¿En algún momento de su vida, el contacto con cartas y objetos, pueden inmediatamente causarles una impresión de sucesos que hayan ocurridos? ¿Sabía usted que una sensación visual y de sonido pueden transmitirse a distancias si necesidad de medios físicos? Como también la consciencia humana de su ser puede proyectarse instantáneamente fuera del cuerpo hacia sucesos y lugares remotos.

En el siguiente tema hablaremos del tema.

En vos confió.


Peter Bustamante         

Wednesday, December 4, 2013

¿NO HAN TENIDO ESTAS EXTRAÑAS EXPERIENCIAS?





¿NO HAN TENIDO ESTAS EXTRAÑAS EXPERIENCIAS?

¿Cuál era la relación del hombre con los cielos y la tierra? ¿Afectaban estas fuerzas sus problemas diarios y el ciclo de su existencia? Estas preguntas, como grandes azadones, sirvieron al hombre para cavar bajo la superficie de su propia consciencia. Desde un período tan remoto como el del año 5000 A.C., ciertos hombres y mujeres, con sinceridad y sin temor  o prejuicios, no solamente exploraron la tierra y escudriñaron los cielos, sino que investigaron los misterios de su mente y de su propio ser. Se constituyeron a sí mismo en escuelas arcanas o de los misterios para la adquisición y el estudio de esos conocimientos y para el dominio de la vida.

  Gran parte de la asombrosa sabiduría que adquirieron  la dejaron escritas en piedras y en papiros, pero la mayor parte fue secretamente transmitida verbalmente. Sir E.A. Wallis Budge, renombrado egiptólogo, en una de sus famosas obras, refiriéndose a estas escuelas de los misterios, dice: “Tiene que haber habido un progresivo desarrollo en los misterios” y parece como si algunos de ellos  fueran enteramente desconocido en el antiguo reino. Es imposible dudar que éstos fueran “misterios” dentro de los ritos egipcios, y siendo esto así, es imposible pensar que la más alta orden de los Kheri Hebs (Maestros) no poseía el conocimiento esotérico (interno) que con tanto cuidado custodiaban. Cada uno de ellos, si es que interpretó la evidencia correctamente, poseía una “gnosis”, “una sabiduría superior” que nunca dejó escrita, y así pudieron ser capaces de aumentar o disminuir su campo de acción según circunstancias lo hacían necesario. Es por consiguiente, absurdo esperar encontrar en un papiro egipcio, descripciones de los secretos que constituían los conocimientos esotéricos de los Kheri Hebs”.

  Las revelaciones de aquellos antiguos investigadores son asombrosas, aun para el mundo científico de hoy en día. Las verdades eternas que ellos descubrieron- los hechos, las hasta ahora desconocidas leyes de la naturaleza-les hicieron los “maestros” del temor y les libraron de los inseguros elementos llamados casualidad y suerte. Los que ellos pudieron realizar en su vida, lo que hicieron por sus amigos y miembros de sus familias, cómo pudieron utilizar las fuerzas de la naturaleza para emplearlas a voluntad, fueron motivos de leyendas que han perdurados hasta nuestros días, las leyendas de los antiguos hacedores de milagros. Para los no iniciados, para aquellos que todavía estaban llenos de ignorancia y que vivían en la oscuridad y la duda, estos sabios y místicos parecían que ejecutaban milagros. Pero los de las escuelas de los misterios sabían que estas demostraciones no eran procesos mágicos, sino más bien la simple aplicación de un conocimiento por el cual el hombre podía dirigir las leyes de la naturaleza y las facultades de su propio ser. Con la misma comprensión, lo que hicieron ellos lo puede hacer usted.

CONOCIMIENTO OCULTO”
  La verdad hace libre a los hombres. Por consiguiente, aquellos que la vieron e intentaron explicarla a sus compañeros, se hicieron objetos de la persecución de los tiranos. Los tiranos eran los antiguos dictadores que trataron de dominar las vidas de los hombres y mujeres con el propósito de obtener lucro personal o de fomentar sus creencias. Por ejemplo, el Emperador Romano Justiniano fue de éstos. Era un descarriado fanático religioso que promulgó un edicto en el Siglo VI tratando de abolir  todas las escuelas de los misterios. Consideró que todos los hombres y mujeres que habían adquirido poder personal y gran confianza en sí mismo, por el extraordinario conocimiento que habían descubierto, eran una amenaza para la ortodoxia y las frecuentes doctrinas supersticiosas que él deseaba fomentar. Así pues, se hizo necesario conservar esta sabiduría en secreto manteniéndola solamente para los pocos  buscadores valientes entre cada mil personas.

  Este asombroso conocimiento, preservado por hermandades secretas, ésta hoy a la disposición del buscador de la realización personal y del dominio de la vida. Existe para usted, para todos los que tengan una mente sin prejuicios. Su eficacia y su gran poder pueden aplicarse para resolver muchos de los problemas que suelen surgir en la vida con resultados verdaderamente beneficioso. Hoy les diré algo como pregunta y contando que sean sinceros en decirme si es verdad o fantasías.


       “EXTRAÑAS EXPERIENCIAS”
  Vamos hacer frente a, los hechos. Sobre su vida influyen muchas cosas inexplicables fenómenos, que usted algunas veces no puede vencer o explicar del todo. Se pueden llamar misteriosas. Tal vez usted trata de relegarlas al fondo de sus consciencia. Puede que sería de ella. No obstante, son a menudo los factores directos o indirectos que le impiden realizar algún ideal, obtener algo que están tratando de conseguir o de lograr, o librarse de inquietudes y contiendas. ¿Ha tenido usted. Por ejemplo, esta extraña experiencia? Usted ha conocido personas que le han sido presentables en apariencias y conversación, y casi inmediatamente una onda de desconfianza y antipatía hacia ellas pasa rápidamente por usted. ¿Por qué? Esto se debe a una manifestación del aura humana- una radiación invisible y magnética que se desprende del cuerpo humano que podemos descubrir y es científicamente demostrable. Esta emanación también tiene el poder místico más práctico que fue conocido por los estudiantes de las escuelas de los misterios, de los sabios y adeptos de antaño.
 En el siguiente tema, les daré a conocer si es que les interesa el segundo tema, no me gustaría estar echando agua en una canasta.

En vos confió.


Peter Bustamante 

Monday, December 2, 2013

“II TEMA” “RECUERDOS DEL PASADO”



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“II TEMA” “RECUERDOS DEL PASADO



SI LA PERSONA a quien le hacemos la pregunta es una que ha viajado mucho, especialmente en el extranjero, generalmente añadirá: “Cuando yo estaba viajando en este o aquel lugar, me sorprendió llegar de repente a una escena frente a un edificio (o un parque, puente o panorama pintoresco) que resultaba un duplicado preciso de lo que yo había visto varias veces en mi mente, pero que nunca había visto en la vida real”. Cuando estas personas dicen que han llegado a escenas que nunca han visto antes en la vida real, quieren decir que nunca la habían visto en esta vida o en esta encarnación, y dirán francamente que era la primera vez que habían viajado o estado cerca de esa escena familiar en su presente existencia.

  Si entonces les hablamos sobre el tema de la reencarnación, preguntándole si no es posible que la familiaridad de esa escena se deba a que ellos han vivido allí cerca en encarnaciones  anteriores, encontraremos que algunas personas tienen suficiente amplitud mental para considerar que esto es posible, mientras que otras sencillamente dirán que puesto que no creen en la reencarnación, no pueden mirar esto como una indicación de haber vivido antes. Esto quiere decir que debemos permitir que esas personas ofrezcan otra explicación teórica del por qué y cómo surgen en sus consciencia escenas que le resurtan familiares pero que nunca han visto en lo actual. Las explicaciones que ofrecen resurtan a veces divertidas y, por supuesto, asociadas con principios supernaturales exagerados o con leyes mentales imposibles. En otras palabras, son explicaciones que no explican nada. Y, sin embargo, estas personas aseguran seriamente que no recuerdan nada de una existencia anterior y, por consiguiente, que no es posible que hayan vivido en otro tiempo.
    Por otra parte, casi todas las personas que hayan leído narraciones históricas de otros países y de otros tiempos, han encontrado una extraña armonía con la historia de ciertos periodos o ciertos lugares, y sienten más atracción por la historia de esos  lugares que por la de otros. Algunas veces este interés se relaciona con lugares de América y aun con la misma región en que ahora viven, o frecuentemente esos lugares están situados a varios cientos o miles de millas de distancias. También hay muchos seres humanos que en momentos de reflexión, relajamiento o contemplación  sienten como si se deslizaran hacia atrás, por decirlo así, a un rápido panorama de escena e incidentes que parecen esforzarse para salir de la penumbra de los recuerdos pasados, pero que no pueden manifestarse plenamente con toda claridad y nitidez que permiten el reconocimiento perfecto. Las personas que han tenido esta experiencias frecuentemente se sorprenden, so solamente con los cuadros peculiares que surgen a la percepción casi perfecta, sino también por la multiplicidad de escenas que parecen brillar tan rápidamente en el fondo de la consciencia. También hay muchos que han tenido ciertas impresiones definidas que le surgen de las profundidades de la consciencia, y que parecen estar relacionas con sus propias vidas en una época  y periodo que hace mucho pasó.

  Estas personas, también, se sorprenden con estas cosas, pero rara vez piensan que se relacionan con una existencia pasada. Ahora bien, ¿qué es lo que uno puede esperar en relación con los eventos de una vida pasada? ¿Es lógico que la mayoría de los seres humanos puedan esperar que los eventos de una vida pasada estén registrados en una memoria tan cercana a nuestra consciencia presente, que podamos  fácilmente atravesar el velo que separa el pasado del presente y traer estos cuadros o escena a una realidad viviente? Asumiendo que la memoria que ahora tenemos es la misma que hemos tenido en una vida anterior, suponiendo que en su caja de almacenaje conserva todos los cuadros e impresiona que ella se han registrado en el curso de todas nuestras vidas anterior, y suponiendo que en sus cajas de almacenaje conserva todos los cuadros he impresiones que en ella se han registrado en el curso de todas nuestras vidas, ¿es lógico suponer que sea  una cosa simple y fácil llegar hasta esa caja de almacenaje y sacar los registros a voluntad, y obtener cuadros claros y precisos relacionados con cualquier periodo de tiempo? Si el lector cree que esto es lógico, entonces es razonable que yo le pregunte por qué no ha de ser posible que ahora mismo se ponga en contacto con  el almacén de su memoria y saque todas las escenas, todos los cuadros relacionados con los eventos de su vida en la presente encarnación durante su segundo, tercero, y cuarto año de su vida en la infancia ¿Podría hacerlo? En la siguiente parte de este tema estará más interesante espero que comprendan bien estos temas.

En vos confió.


Peter Bustamante

Saturday, November 30, 2013

“RECUERDOS DEL PASADO”



“RECUERDOS DEL PASADO”

Unos de los argumentos que más frecuentemente se usan para negar  la posibilidad de la reencarnación, es éste: Si hemos vivido alguna vez anteriormente y nuestra memoria retiene algún conocimiento de existencias pasadas, ¿a qué se debe que no recordemos ningún evento de nuestras vidas anteriores? El lector notará que esta pregunta, comoquiera que se exprese, siempre incluye la afirmación positiva o la insinuación de que nadie recuerda nada de sus encarnaciones anteriores. No es una pregunta sino una afirmación que rechaza todo argumento, dado por sentado que nadie recuerda nada del pasado.
  Semejante actitud es injusta por dos razones. En primer lugar, nadie tiene el derecho de asumir que, porque él o ella no recuerden claramente una existencia anterior, nadie más lo pueda recordar; y, en segundo lugar, no es justo asumir que la mente a veces no nos revela verdaderos cuadros del pasado pero que no apreciamos o comprendemos que tengan relación con el pasado. Para ilustrar este punto, referiré una resiente y afortunada conversación. Un hombre de negocios con un punto de vista religioso conservador y ortodoxo, que no tenía simpatía ninguna hacia la doctrina de la reencarnación, me acuerdo que vino a ver con los planes de mi difunto maestro para un viaje a Egipto y Palestina con un número de colaboradores de la Universidad de San José California. Sus palabras fueron estas, que aunque no estaba interesado en las investigaciones que mi difunto maestro pensaba realizar en Egipto, de todos modos tenía un profundo deseo de ir a esas tierras extranjeras, pero que no quería ir solo.
  Ahora que algunas personas de su localidad a quienes conocía bastante bien, iban con el grupo que mi maestro, deseaba ir y disfrutar del viaje y los acompañantes. Mi maestro sabiendo que él por cosas que había dicho, no estaba de acuerdo con muchos de los pensamientos expresados por él, le pregunto de frente por qué quería ir a Egipto y a Palestina en vez de ir a otra parte. Su primera respuesta fue ésta: Porque siempre he sentido una extraña fascinación o una atracción peculiar hacia una parte de Egipto o de la Tierra Santa”. El maestro trato de analizar su contestación para determinar qué parte de Egipto o que cosa de Egipto y de Tierra Santa eran responsable de la atracción que sentía. Sus contestaciones siempre eran vagas e indefinidas, hasta que por fin expreso lo siguiente:
  “Pues, desde mi juventud, algunas fotografías que he visto de Egipto o Palestina me resultaban más interesantes que las fotografías de otras parte del mundo. No quiero decir fotografías de las calles más transitables del Cairo, sino de algunas villas de nativos en las inmediaciones. Siempre me ha parecido que yo encontraría o descubriría algo en esa localidad que sería de gran interés y beneficio personal para mí”. Después de algunas investigaciones ulteriores, acabó por admitir que algunas escenas que había visto de esas villas nativas donde la gente se vestía según su propia tradición, parecían “un poco familiares” para él, y que este hecho lo había inducido a leer muchos libros diferentes acerca de la historia y costumbres de Egipto y de Tierra Santa. Y que, en algunas páginas, se describían incidentes de algunos siglos anteriores, y le parecía sentirse familiarizado con las circunstancias, o tener una íntima comprensión, que aumentaba su interés en esos países.
  No pude menos que reírme cuando admitió estas cosas de mala gana, pues inmediatamente me daba cuenta de lo que estaba experimentando, y también me daba cuenta de que en ese momento, de nada valía indicarle por qué ciertos incidentes de la historia relacionado con ciertas localidades y personas y ciertas escenas y lugares con ellas conectadas, le resultasen “un poco familiares”. Si en lugar de ser mi Maestro, el que formula las preguntas hubiese sido yo, hubiese insistido lo suficiente con mis preguntas, él hubiera admitido que algunas de esas escenas le resultaban tan familiares como si la hubiera visto en un sueño. Comprendo que esto hubiera despertado suspicacia de su parte, sin embargo, haciéndole pensar de qué trataba de acorralarlo para que admitiese lo que él no quería admitir, así que preferí que fuese mí Maestro quien formulara las preguntas.
  Y para terminar este tema. La experiencia de este hombre es típica de la mayoría. Creo que durante mi vida de estudio y dando clase he interrogado a varias personas acerca de sus recuerdos del pasado. No lo he llamado con ese nombre, pero he hecho con franqueza estas preguntas: “¿Encuentra usted en sus momentos de meditación, contemplación o añoranza, ciertas escenas de lugares, gentes edificios o casas, que surgen en su mente como cuadros o escenas que ha conocido? Si se hace esa pregunta antes de decir nada sobre el tema de la reencarnación, la mayoría de las personas que uno encuentra en todos los planos de la vida, admitirán francamente que ese es el caso, y que a veces lo han pensado y se han maravillado  acerca de ello.
Solamente les digo que con solamente una vida en esta Tierra, no aprenderemos jamás absolutamente nada.

En vos confió.


Peter Bustamante 

Tuesday, November 26, 2013

“III” ‘LAS CREENCIAS ANTIGUAS’



"III' LAS CREENCIAS ANTIGUAS'
EL HECHO indiscutible que sirve de base a todos nuestros estudios de la existencia humana es que el hombre está aquí en la tierra y que su vida consiste en una serie de experiencia, de las cuales frecuentemente se derivan dolor y gozo, tristeza y felicidad, intranquilidad y satisfacción, antagonismo y amor, sufrimiento y paz. El segundo hecho importante que se revela en la experiencia de la vida es que el hombre es dual por lo menos en la manifestación de su existencia. Es un cuerpo físico, mortal, con ideas, ideales, deseos, ambiciones y concepciones humanamente concebidas. Es también un cuerpo emocional o espiritual con un yo o consciencia subjetiva, que demanda el cumplimiento de sus deseos, inspiraciones, tendencias e inclinaciones. Entre estos dos aspectos de la naturaleza humana hay una constante lucha para obtener la supremacía y el dominio. De ahí que el hombre haya dado en considerarse como algo más que un cuerpo meramente físico cual masa material producida por una formula física, y ha llegado a considerarse como algo más que un artefacto mecánico que funciona como un autómata.

  Al mismo tiempo, los sufrimientos y tribulaciones de la carne le hacen comprender que no es un ser espiritual solamente. Al tratar de contestar la pregunta “¿Por qué estamos aquí?”,  el hombre no puede menos que pensar que si pudiera determinar lo que es, sabría también por qué es. Por consiguiente, junto a la investigación humana del propósito de la existencia terrenal, tenemos el deseo de conocer todo lo que se refiere al hombre mismo y a sus relaciones con el universo. La teología siempre ha tratado de explicar lo que el hombre es y por qué fue creado. La ciencia por su parte, comienza sus explicaciones cuando el hombre es ya un ser viviente y pensante; no se ocupa de los aspecto creativos que preceden a la continuación química, biológica y mecánica de su ser. Este aspecto que precede al hombre antes de que se manifieste como entidad, ha quedado siempre a cargo de la teología. Las explicaciones teológicas han sido muy exclusivas y variadas, según los diversos periodos que el hombre ha atravesado en el proceso de la civilización y a la luz del conocimiento que las naciones siempre han poseído en todos los tiempos.

  Puede encontrarse, sin embargo, un punto en que todas las explicaciones  teológicas están de acuerdo respecto a la naturaleza del ser humano. En todos los tiempos y en todas las razas, en todos los grados de cultura, la explicación inspirada o lógicamente elaborada ha afirmado que el hombre es un cuerpo físico, con su correspondiente consciencia física, en la cual reside un Alma o yo Divino, o un segmento de la Consciencia Divina que constituye el yo interior. La dualidad de la existencia humana es, por consiguiente, una idea universalmente aceptada. La ciencia establece un desafío contra esa idea, puesto que no puede aceptar como hecho ciertas o ninguna premisa que caiga más allá de su propio campo. Pero en todas las religiones la idea de un hombre interior o yo interno, es un punto fundamental defendido como algo más que mera teoría o especulación. Si negáramos la existencia de una consciencia o Alma, como entidad distinta he independiente del cuerpo físico, entonces todo el asunto del nacimiento y renacimiento queda reducido a la consideración de las acciones y reacciones químicas, con sus principios puramente físicos. Tal actitud eliminaría la necesidad de considerar el tema de la reencarnación así como el de la inmortalidad de alguna parte del hombre o la existencia de un elemento Divino en el ser humano.

  Pero como no estamos considerando la idea: Materialista y Anti-divina del ser humano, dejaremos a un lado esa clase de especulación, para adoptar la idea más universal que considera al hombre como un cuerpo físico revistiendo un alma o forma de consciencia espiritual. Así pues, mirando al hombre como ser dual, de cuerpo y Alma, no queda más remedio que ir a la teología y a las doctrinas religiosas del pasado y del presente a fin de encontrar alguna luz respecto a la parte inmaterial del hombre. Algunos científicos  nos dicen que debemos consultarlos sobre las explicaciones  que se refieren a la naturaleza química, biológica, patológica y fisiológica de la existencia humana. Debemos igualmente consultar la teología y la ontología al investigar la naturaleza espiritual del hombre. Al estudiar al estudiar todos los temas hemos tenido que enfrentar desde la antigüedad, cuando adorábamos al sol y a todos cuantos dioses nos han puesto en el camino, ha valido la pena porque el que busca siempre encuentra, al menos podemos enfrentarnos a científicos, y ver si tienen razón al limitar tan estrechamente su campo de investigación. Debemos decir, por el momento, que esta división no ha existido siempre. La teología no ha sido en todos los tiempos un estudio independiente de la filosofía de las ciencias. Ni hubo siempre un estudio separado, como lo que hoy en día llamamos las ciencias, ni ha habido siempre una situación que ponga al hombre ante dos escuelas enteramente opuestas, dedicadas a las dos parte de la dualidad humana. Y antes de terminar este segmento quiero que se enteren que la tendencia de la ciencia moderna ha sido dejar en manos de la teología los problemas concernientes a la consciencia infinita o espiritual del hombre, y hemos de aceptar algunas de sus explicaciones sobre la naturaleza humana y sus relaciones con el Universo, sólo podemos presentar aquí un breve resumen, pues son demasiado diversas y contradictorias para rendir beneficio alguno al considerarlas en todos sus menores detalles.

Pero si les hago entender que seguiré con la verdad pues la verdad nos hace libre.
Continuará en el próximo tema.

En vos confió.


Peter Bustamante                          

Monday, November 25, 2013

“II. TEMA DEL POR QUÉ ESTAMOS AQUÍ”


“II. TEMA DEL POR QUÉ ESTAMOS AQUÍ”


DESGASTE DEL CUERPO nadie clasificaría el estudio de las enfermedades, el desgaste del cuerpo humano y su transición final como estudio religioso o teológico, aunque entran en juego algunos principios Divino en estos procesos. Más aun, el estudio detenido y consciente de la doctrina de la reencarnación pone de manifiesto que no hay nada en sus verdaderos principios que pueda considerarse en contradicción con los principios religioso de las religiones reconocidas o más antiguas. En su forma verdadera la reencarnación no antagoniza a la más alta teología, y tal vez muchos cristianos se sorprendan si les digo que tampoco está en contradicción ni conflicto con los principios fundamentales del Cristianismo tal como Jesús lo enseñó. Y antes de continuar todos los que han leído las Sagradas Escrituras recordaran cuando uno de sus discípulos les pregunto a Jesús ¿Maestro usted es Elías? Y Jesús le contesto, no Elías vino lo que pasa es que ustedes no lo reconocieron.
Al continuar veréis que esto es así, y resulta interesante notar que hoy día en el mundo Occidental son precisamente los cristianos quienes obtienen la mayor satisfacción al comprender debidamente la doctrina de la reencarnación.

  La razón de esto resultará evidente a medida que ustedes leáis estos artículos. Sin embargo, debo repetir que algunas de las nociones populares sobre la reencarnación y algunas de las fantasías deliberadamente tergiversadas en relación con ella, no solamente están en contradicción con la teología y doctrinas cristianas, sino con todas las religiones verdaderas. Una de las críticas más frecuentes contra la doctrina de la reencarnación, es presentada por aquellos que solamente han adquirido nociones superficiales sobre ella, y les parece extraño que Dios tenga un plan por el cual un Alma humana deba adquirir muchas y variadas experiencia en la tierra. Las personas que expresan este punto de vista dicen que no comprenden por qué el Alma humana  no puede seguir existiendo sin necesidad de reencarnarse nuevamente en un cuerpo físico en este plano terrenal. Y con esto dan por terminada la discusión del asunto. Pero este es un razonamiento falaz, y no se basa en una premisa racional. En realidad la doctrina de la reencarnación no se basa en la suposición o teoría de que el hombre tenga que encarnar en un cuerpo físico para acumular experiencia.

  La reencarnación se apoya en el hecho de que el hombre ya está aquí adquiriendo experiencias terrenales. Puesto que esto dos hechos maravillosos están demostrados por nuestra actual  existencia aquí y, por lo tanto, están fuera de la especulación  caprichosa, debemos comenzar con el hecho de que el hombre está aquí  viviendo en un cuerpo físico, y debemos entonces limitarnos a considerar la pregunta del por qué.
Desde la alborada de la civilización cuando el hombre empezaba a pensar acerca de sus vicisitudes, pruebas y tribulaciones, y ansiaba obtener un premio o compensación por todo lo que sufría ha venido preguntándose una y otra vez: “¿Por qué estamos aquí? Ya vamos entrando en materia lo he tenido que explicar así para que se den de cuenta todo el trayecto de dificultades que hemos tenido que enfrentar.

  La teología tiene una contestación a esta pregunta, pero se ha ido complicando tanto que ya no es una contestación breve y directa la que ofrece, sino una  serie de afirmaciones que constituyen un credo; y sabemos que hay muchos credos según el punto de vista o la variedad de creencias. Por su parte la ciencia también tiene una contestación, pero que no incluye todos los principios que para el hombre resultan más importantes que los problemas de biología y cosmología. Tampoco resulta satisfactorio decir que estamos aquí gracias a un principio  Divino que sólo Dios conoce y resurta incomprensible para el hombre. Nada hay en toda la historia de la civilización ni en el desarrollo cultural del hombre que nos indique que algunas de las leyes de la Naturaleza o algunas de las leyes de Dios  están destinadas a permanecer desconocidas e incomprensible para el hombre.

  La naturaleza interna del hombre parece estar inspiradas con una definitiva sed de conocimiento acerca de sí mismo y de sus relaciones con el Universo, y solamente el conocimiento de la verdad puede satisfacerlo. Nuestras modernas enciclopedias y libros textos están llenos hoy día con amplias explicaciones de leyes y principios que en otros tiempos se consideraban como conocimientos secretos de Dios, más allá de la comprensión del hombre con su mente finita. Las mismas preguntas que en otros tiempos eran condenadas por la Iglesia y el Estado como heréticas, y les estaban prohibidas al hombre, se discuten ahora libremente y las instituciones de la Iglesia y el Estado las contestan con toda precisión. Más aun, las fundaciones religiosas y educativas trabajan hoy activamente difundiendo conocimiento acerca de las mismas cosas que en otros tiempos las Iglesias condenaban como materia que al hombre no le concernía como secretos propios de Dios.

Desde este tema en adelante tendrán el esquema fidedigno del Por qué estamos aquí.

En Vos confió.


Peter Bustamante

Sunday, November 24, 2013

¿POR QUÉ ESTAMOS AQUÍ?




¿POR QUÉ ESTAMOS AQUÍ?
A los que dicen. “Yo no creo en la doctrina de la reencarnación o inmortalidad”, yo les contestaría: ¿Sabe usted lo que esa doctrina verdaderamente significa? En mis veinte años de ser Rosacruz he escrito sobre los temas espirituales y los principios Cósmicos, me he encontrado con miles de personas que enfáticamente expresan su escepticismo acerca de ciertas doctrinas, y sin embargo, han tenido que confesar que ni entendían dichas doctrinas ni habían tratado de investigarlas jamás. Verdaderamente es difícil aceptar una doctrina que no se entiende, especialmente cuando la opinión popular la ha desfigurado. Esta tendencia popular a desfigurar lo que no entiende, no es nada nuevo; ya en tiempo de Jesús, y muchas centurias antes de que Él presentara sus nuevos principios, las razas humanas habían rechazado muchas doctrinas que no entendían.

  Para nadie es un honor rechazar un principio, ley o afirmación que no entiende ni ha tratado comprender; pues semejante actitud es señal de intolerancia, fanatismo o ignorancia. Si se ríe de ellos para estar de acuerdo con la opinión popular o de la mayoría, puede encontrarse que en el mañana tendrá que abandonar su risa al darse cuenta de que las nuevas ideas o principios han sido popularmente demostrados y acepados. Después de todo, ¿hay algo en la verdadera doctrina del renacimiento humano que una persona estrictamente religiosa y ortodoxa o de una mente rígidamente científica no puede aceptar? He de admitir, sin embargo, que algunas nociones populares sobre la reencarnación resurtan tan absurdas y tergiversadas que ninguna mente lógica podría admitirlas, y le parecería ridículo considerarlas. Pero cuando vemos que las tres cuartas partes de las mentalidades más analíticas del mundo han aceptado cierta doctrina o principio durante muchas edades, y cuando encontramos que las personas más cultas y los intelectos más agudos en el mundo de los negocios, la ciencia y la religión, han aprobado y le han dado crédito a esa doctrina o principio, entonces debemos sentirnos inclinados a dedicarle algunos minutos de consideración a dicha doctrina, para determinar si contiene alguna esencia de veracidad o probabilidad. Solo de esta manera podremos hacer justicia a la doctrina y a nosotros mismos.

  La experiencia del último siglo nos demuestra que la versión popular de alguna doctrina, principio o idea puede ser muy errónea. También podemos encontrar muchos casos de personas cultas y editores de enciclopedias que están mal informados acerca de ciertos principios, y por medio de sus comentarios difunden algunos prejuicios. Muy cierto es que nosotros, en el mundo Occidental, hemos podido darnos cuenta de que la crítica popular no es siempre el mejor punto de referencia para juzgar nuestras convicciones. Todo eso puede decirse muy especialmente con respecto al tema del renacimiento humano. Cuando en las columnas de Preguntas y Respuestas del periódico más grande de Norteamérica leemos que un clericó nacionalmente conocido por dedicar gran parte de su tiempo a contestar preguntas religiosas, afirma que su manera de comprender esta doctrina es que el hombre puede nacer otra vez como gato o perro, o como animal inferior al hombre, nos damos cuenta de que a causa de la ignorancia o la tergiversación deliberada, se le está haciendo una gran injusticia a una importante y bellísima ley natural.

  Y si un hombre de tanta cultura tiene una comprensión tan deficiente de los principios de la reencarnación, no debemos sorprendernos  de que millones de personas que no tienen la oportunidad de ilustrarse tengan también ideas completamente erróneas acerca de ella. Tal vez el punto más importante que cada investigador debe mantener presente en relación con este asunto es que la doctrina o ley de la reencarnación no es un credo religioso, ni mucho menos una doctrina o ley religiosa. Es una ley natural y tiene que ver mucho con la evolución de la Naturaleza y con el cumplimiento de todos los principios naturales, sea cual fuere la revelación de Dios o de su inteligencia suprema que hayamos aprendido en la religión. En otras palabras las leyes de la rencarnación no tienen más relación con la religión que las que pueden tener las leyes de la concepción, del crecimiento del embrión y del nacimiento del cuerpo. Las Divinas leyes de Dios, como leyes naturales, sin duda se manifiestan en este maravilloso proceso  de la reproducción de la raza humana, pero a nadie se le ocurriría clarificar el estudio de la embriología como creencia o doctrina religiosa. Haré  una pequeña analogía sobre la creación, que expondré en las siguientes narraciones cuando se hiso la creación, las palabras fueron estas hagámoslo a imagen y semejantes al creador, existe una trinidad y una de ellas dijo ¡no! Razones simples tendríamos que darles el conocimiento y eso es imposible la segunda dijo, podríamos esconder el conocimiento en un lugar remoto, ¡no! Porque podrían hacer una nave y llegar a ellos, y Dios dijo solamente hay un lugar donde no lo encontrarían jamás, y es este lo colocaremos dentro de ellos mismo, porque sé que siempre tratarían de buscarlo fuera. Conclusión les detallaré todo lo concerniente de él porque estamos aquí y las razones.

En vos confió.


Peter Bustamante                              

Saturday, November 23, 2013

“EL AGREGADO DE PERSONALIDADES”



“EL AGREGADO DE PERSONALIDADES”
CONTINUANDO lo dicho en la página anterior que les prometí, parecería que puesto que el hombre evoluciona una personalidad modificada o diferente en cada encarnación terrenal, estas personalidades, por ser un atributo del alma, le darían a cada individuo en la tierra un agregado de personalidades previamente evolucionadas. En otras palabras, si el Alma al entrar en el cuerpo físico en el nacimiento lleva consigo vestigio de la personalidad o personalidades que poseía en encarnaciones anteriores, cada uno de nosotros en el momento presente, en esta encarnación, poseeríamos un agregado de personalidades, y no una sola. La verdad del asunto que cada uno de nosotros manifiesta principalmente en cada encarnación una sola personalidad, y esa es la que está evolucionando en este momento: pero esta personalidad en evolución es, indudablemente, un agregado de los elementos esenciales de las personalidades anteriores que el Alma poseía. Esta es la única explicación lógica para esas manifestaciones comunes de complejo que el psicoanálisis y la psiquiatría tratan de distinguir y separar en rasgos y elementos distintos de carácter.

  Meramente como ejemplo hipotético supongamos que ante nosotros tenemos un negociante de 45 años de edad perteneciente a una familia de la clase media, y al cual vamos a analizar críticamente. Supongamos que su entrenamiento consistió exclusivamente en las escuelas públicas, sin ir a la universidad, y que después de entrar en el campo de los negocios y estar en contacto con diversas ocupaciones tuvo una posición con una firma comercial, en la cual, gracias a su aplicación diligente, habilidades especiales, lealtad y sinceridad, logró avanzar hasta que a la edad de 45 años alcanzó la posición de administrador general, y es ahora un hombre casado, tiene dos hijos, una buena casa, un sueldo regular, una mente bien disciplinada, con las ventajas de haber viajado un poco y leído mucho, y los beneficios de la cultura y una buena posición social para que el resto de su vida tenga asegurada la felicidad y la paz. Y supongamos, en este estudio, que aunque no es un extremista en el pensamiento religioso, es persona que apoya a la iglesia y a todas las actividades humanitarias y religiosas, le gustan los deportes al aire libre, es conservador  y respetuoso en su lenguaje y sus hábitos personales, tranquilos y lógicos en su manera de pensar, razonar y actividades generales, y que cultiva uno o más pasatiempos para su recreación.

  En general, no es ni un caso de estudio para el psicoanalista, ni uno que deba suponerse sin complejos de ninguna clase. En otras palabras, él no es más que el tipo promedio de comerciante con éxito, cuya personalidad y carácter parece haberse suavizado con muchas experiencias y cuya vida no se altera con las excitaciones momentáneas del día; sin embargo, ha mostrado una extraordinaria habilidad en diversas direcciones y mantiene un número de convicciones en su mente, que nada puede modificar o quebrantar. Para sus amigos íntimos tiene una personalidad con rasgo bien definido, que todos reconocen y distinguen, y sin embargo hay algunos elementos de esta personalidad que parecen no pertenecerles, o por lo menos hay variaciones inesperadas. Desde el punto de vista de aquellos que no creen en la reencarnación, el carácter y personalidad de este hombre serían el resultado de su educación, entrenamiento y experiencias de sus 45 años pasados en esta encarnación exclusivamente. En otras palabras, su personalidad presente sería nada más la que ha evolucionado en esta encarnación.

  Desde otro punto de vista esta personalidad es una mezcla y agregado de los elementos esenciales y sobresalientes de su carácter y personalidad en todas sus encarnaciones anteriores. En otras palabras, supondremos que este hombre en su encarnación anterior era esencialmente un soldado, pues la mayor parte de su vida estaba dedicada al entrenamiento militar y algunas lecciones de la vida aprendidas por la separación de su familia, la falta de salario suficiente para proporcionarle alguna comodidad en los últimos días de su vida y experiencias similares.
Este tema continuará dependiendo de las personas que lean, les diré algo para ver si les han pasado a algunas de las personas que lean estos artículos. Nunca les ha pasado ver un cuadro o una foto, y han estado seguro que esa foto o cuadro ellos la conocen o conocen el lugar, pero no saben ni están seguro en donde lo ha visto. Y es tanta la curiosidad que no descansan hasta saber dónde es que esta, y han tomado la decisión de preguntarle a alguien que tiene el cuadro o la foto, y les han contestado esta foto es de Alemania en Berlín y el jamás ha visitado Alemania, el dueño del cuadro o foto le ha dicho esa casa que usted ve es de mi familia, el hombre que jamás ha visitado el lugar le dice, detrás de esa casa hay una cerca de piedras y el dueño le contesta si es así, pero ya no existe, muchos caso de esa clase y de personas que han querido operarlas por alguna enfermedad, se han opuesto y han gritado que no, las razones es que ella tuvo esa enfermedad anteriormente, y ha sufrido mucho.

Este tema continúa.

En vos confió


Peter Bustamante 

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