ÉL FINAL. ‘DEL CAMINO’
Hace
varios años, durante una entrevista, alguien le preguntó a Albert Einstein qué
pasaba acerca de la posibilidad de una guerra nuclear total. Einstein declaro
que esa posibilidad existía, y que después de ella se pelearía con palos y
piedras…si podíamos encontrarlos.
Ahora que más países se están afiliando
digamos al “Club Nuclear”, y aunque las posibilidades de tal catástrofe no están
exactamente bajando, el desarrollo de varias nuevas tecnologías se está
abriendo paso agigantado en el campo de nuevas armas—quizás más devastadora, las
que serían más sutiles en su operación, que una nación bajo ataque nunca podría
llegar a darse cuenta de que estaba en guerra…o que la había perdido.
Estas ‘armas’ en potencia, hoy bajo consideración
en algunos países, caen dentro de la categoría de (técnicas de modificación ambiental),
lo cual, entre otras cosas, incluiría interferencia con el clima. Aunque muchas
de las investigaciones que actualmente se están llevando a cabo, a pesar de los
problemas que tenemos globalmente de la economía el alza de los precio la
carencia de trabajo las personas sin recursos para sostener un hogar, y miles
que les han quitado sus casas y lo peor las personas sin recursos para tener
beneficios del cuidado de la salud, estoy hablando de las personas de la
tercera edad, es catastrófico, cómo los países han caído en este caos que jamás
serán lo que han sido en años pasados, estamos caminando al final del camino. Y
continuando el problema armamentístico entramos en la tal llamada “armas geofísicas”
como para mover a los Estados Unidos y
la Unión Soviética a presentar un acuerdo y en especial los países con ‘armas
químicas’ se espera que sean firmado por todas las naciones,
perteneciente a las Naciones Unidas prohibiéndose en especial el uso hostil o
militar de técnica de modificación ambiental.
El acuerdo prohibirá la interferencia
militar con factores ambientales estos acuerdo hace años se saben que están prohibidos, ejemplo la lluvia, niebla,
nieve huracanes, rayos, terremotos los océanos y la atmosfera exterior, y la
capa de ozono en particular. La presente preocupación se origina en el hecho
que no es posible para una nación el desarrollar tecnología que le permita
lanzar un ataque contra un enemigo utilizando marejadas, terremotos, huracanes
y rayos para destruir instalaciones militares, ciudades y las pocas cosechas, quizás
añadiendo a este escenario de pesadilla, y las famosa armas química donde han muerto
que se saben, miles en sus pruebas, y las geofísicas trayéndonos aparte de una hambruna,
enfermedades virus extraños, al mismo tiempo un nuevo tipo de peste, tifoidea
que ya la habíamos exterminado y otras clases de neumonía y también las mismas
que tuvimos en siglos pasado.
Obviamente, cualquier nación que se
encontrara bajo este tipo de ataque podría hasta no darse cuenta hasta nosotros
los estados Unidos, tenemos enfermedades que siempre descubrimos el por qué
esta en el ambiente, en comparación con otros países que carecen de los medios
de investigación. Aunque el uso de las armas geofísica parecería estar más allá
de la capacidad tecnológicas presente de cualquier país de hoy, algunos sabios
importantes unos fallecidos y otros que están ya enfermos hubo un sabio llamado
Linus Pauling, ganador del premio nobel, dijo que estaba convencido y de esto
hace bastantes años, que algunas naciones ya estaban interfiriendo con el clima,
y esto lo denuncio públicamente hace muchos años no sé cuántos años pero creo
que pasan los 40 años, y pidiendo que cesen de hacerlo.
Tienen que comprenderse que estamos tratando
aquí nada más que con potencial. Obviamente, aun bajo las circunstancias más
controladas, las armas geofísicas son una espada de dos filos. No se conoce lo
suficiente acerca de la dinámica del clima planetario y sus efectos a largo
alcance como para permitirle a cualquier nación interferir con él en la seguridad
que esto no le acarreará devastadores efectos sobre sus propias cosechas en
estos tiempos, además si la tecnología estuviera a mano. ¿Quién ha de decir que
una nación como el caso de Japón cuando los tsunami de repente sufre una
desgracia así causada solamente por efectos naturales que ha sido un ataque de
un enemigo? Eso es solamente especulaciones que podríamos decir nosotros o ¿Qué
pasaría si una repetición del terremoto de San Francisco, en el año 1906,
ocurriera durante el curso de una situación internacional especialmente tensa?
y para terminar. Tenemos el reverso de la moneda. Si la tecnología para causar
terremotos estuviera disponible, entonces sería posible prevenirlos o por lo
menos pronosticarlos, evitando las pérdidas de vida y propiedad. Si fuera
posible causar huracanes sería factible prevenirlos y terminar con las sequías,
salvando nuevamente innumerables vidas que de otra manera se habrían perdido
debido a la destrucción y la hambruna.
Existen incomparables posibilidades entre
las cuales elegir. Más y más, se está volviendo obvio que las naciones ya no
pueden vivir aisladas la una de la otra, sin preocuparse de qué es lo que está
ocurriendo con un vecino o una frontera-o continente- de distancia. Vivimos en
un planeta pequeño, que se está achicando y cada vez volviéndose más limitado.
Lo que hagamos con lo que tenemos es una de las muchas decisiones que tendremos
que tomar durante el curso de esta, nuestra era intrépida.
En Vos confió.
Peter
Bustamante