“MACHU PICCHU.CONTINUACIÓN”
FUE descubierto en 1911 por una expedición
de Yale, encabezada por Hiram Bingham donde dijo—en 10 días, él y doce a cuarenta hombres machetearon el
camino por esta montaña de granito. Pero pasaron meces antes de que se
limpiaran de vegetación las ruinas. Entonces, después de todas sus excavaciones,
nunca se descubrió cuando, o por qué, los incas eligieron este lugar remoto,
qué estaban haciendo aquí o por qué se fueron. La mayoría la mayoría de los
restos encontrados, incluyendo sus esqueletos, como le dije en el final de la
página anterior, pertenecían a mujeres, Algunos ítems eran europeos como les
explique anteriormente.
Era difícil de creer. ¡Mujeres entre todas
estas piedras! ¿Habían escapado de tareas domésticas, encontrando este
escondite, convirtiéndose en reclusas? ¿O era este un retiro, un lugar de
descanso, donde venían por sólo un corto tiempo, quizás para una renovación física
y espiritual? ¿Yo le pregunte al señor Jara el guía? El por qué esta huesa
menta solamente era de mujeres? El señor Jara señalando una muralla de una terraza
más alta que nuestras cabezas, nos dijo esa no era una fortaleza como lo
creyera el señor Bingham –dijo--.Se ha juzgado que esta terraza proporcionaban
cosechas lujosas para la corte en el Cuzco .Quizás Coca.
Cerca de la parte de arriba de la pared
agarrada a las piedras, una pequeña flor roja se movió ligeramente, a impulso
de la brisa. Seguimos al señor Jara por el estrecho camino hasta que detuvo nuevamente.
Miren, allá hay diferentes niveles que
separaban al sacerdocio y a la realeza del populacho—indicó. El frente
nuestro, al otro lado de la terraza, habían grupos de edificios de piedra sin
techos, algunos más altos que otros, los cuales, debido al abismo detrás de
ellos, estaban casi en las nubes. Apuntó con un dedo más allá de ellos, al pináculo
verde que habíamos visto desde el hotel. Las pequeñas terrazas en su sima
estaban en las nubes.
Ese es Wayna Pichu vigilando la ciudad
informó. Toda la tierra tenía que ser traída en cesto. Allá sembraban solamente
para los dioses. Parecía increíble. ¿Cómo habían escalado esos acantilados
verticales con nada, mucho menos con cestos de tierra? ¿Los habían equilibrados
en la cabeza? Subimos unos pocos escalones y nos acercamos a una cueva con una
entrada triangular. A esto se les conoce como el Mausoleo Real. Nadie
sabe lo que era en realidad—nos dijo el señor Jara. Lo señalado por él estaba
recubierto de granito blanco, precisamente ajustado y con nichos adentros, del
tipo de las puertas falsas que se encuentran en las tumbas de los nobles egipcios.
Al dejar la cueva y entrar a otras ruinas interesantes, nos dijo nuestro guía:
Por favor fíjense en que los edificios menos importantes están más
descuidadamente construidos. Tocó una separación en una de las paredes y vimos otra flor creciendo
entre la piedras mal ajustadas, como para proclamar la santidad de esta casa,
importante o no.
Ahora esto continuó diciendo, indicando un
edificio semicircular de paredes cóncavas—Sin duda es el trabajo de los
artífices maestros. Se le llama el Templo del Sol. Uno no podía introducir la
hoja de un cuchillo entre estas rocas. ¿Ven cómo disminuyen de tamaño a medida
que alcanzan a mayor altura? Después de una breve inspección la mayoría del
grupo continúo. Algunos, no obstante, permanecieron silenciosamente en el centro de esa habitación
donde un sacerdote o una sacerdotisa deben
haberse puesto de pies en adoración ante la ventana abierta, edades atrás. Fiel
a su antiguo ritual, el Sol bajo lentamente, en oeste. Estaba asiéndose tarde.
La parte que más me impresiono, fue cuando
nuestro guía nos llevó a la colina más alta con terraza, con un reloj de Sol o Altar
de Sacrificio
encima. Podía haber sido ambas
cosas. El conocimiento de la astronomía de los incas era muy avanzado—dijo. Se
encaraba al este por encima de un escarpado acantilado, que quitaba el aliento,
montañas y ríos que se parecía al Palis en Hawái, ¡Imagínese ustedes una ceremonia
ritual aquí; a la primera luz del amanecer! Junto a la Plaza Sagrada se
encontraba el Templo Principal sin terminal, sus bloques colosales de granitos yaciendo
aún en sus
lados, como si estuvieran esperando ser puesto en su lugar. Y quiero que sepan
algo que me paso por la mente. ¿Se habían revelados los trabajadores de Machu
Picchu contra tales cargas opresivas y por eso fueron ejecutados allí mismo?
¿O había venido visitante celeste, con conocimientos arquitectónicos avanzados,
yéndose antes de que se completara? Este reloj de Sol es el fin de nuestra gira
nos indicó el señor Jara.
Y créanlo debido a esto, varios del grupo se
subieron encima de ese reloj para tomar algunas vistas con una cámara de 8 mm. De
último momento. Mientras los demás continuamos caminando para el regreso, el
cielo se oscurecía y notamos que nubes amenazantes había escondido lo que
quedaba del Sol. Repentinamente, la centella de un rayo atravesó el cielo y nos
sobresaltó con el estruendo del trueno. Aquello encima del reloj del Sol comenzó
a bajar. Otros se detuvieron y miraron
hacia el cielo con opresión. ¿Estaban enojados los dioses por esta profanación
de su altar santificado? Reímos nerviosamente menos este que hace la historia.
Hoy en día me pregunto ¡Que extraño! ¡La lluvia había esperado hasta que lo
vimos todo! El viaje de regreso al Cusco más debido al inclinado hacia arriba.
Ya estaba obscuro y la mayoría de las sombreadas chozas que pasamos no tenían luz.
Nuestro grupo Rosacruz estaba pacífico y tranquilo esta historia que vivimos al
menos en mi jamás lo olvidare el año pasado fui invitado por la universidad de Loja
y no pude ir a los tradicionales eventos de Poemas y arte. Creo que muchos de
ustedes han visto la invitación pues la coloque en internet.
Les conté
esta historia por la puntuación que ha tenido hubiese querido que fuera por
correo, pero me di cuenta que les agrado por dicho motivo.
En vos confió.
Peter
Bustamante