Thursday, December 27, 2012

‘EL MISTERIO DE LA VARILLA ADIVINADORA’






‘EL MISTERIO DE LA VARILLA ADIVINADORA’

El fenómeno de la varilla adivinadora fue conocido en la antigüedad y usado para propósitos prácticos y supersticiosos. Los romanos usaron una vírgula furcata o ramita de avellano o sauce, en forma de tenedor, para augurar sucesos. El girar de la ramita o el de la varilla adivinadora significaba para ellos ciertos pronósticos. El uso de la varilla adivinadora fue discutido en el trabajo De Re Metallica, escrito en el año 1550 por G. Agricola. La Cosmographía Universallis de Sebastián Münters, en el siglo XVI, menciona de nuevo su uso. Las descripciones indican que se usaba para localizar venas metálicas en las aguas subterráneas. Los buscadores alemanes en el siglo XV, usaron una varilla adivinadora para localizar minerales en las regiones montañosas de su país. La historia cuenta que los alemanes la llevaron a Inglaterra durante el reinado de la Reina Isabel. La empleaban para ayudar a los mineros de Cornualles a localizar depósitos de minerales. Se dice que los ingleses adjudicaban el nombre de rabdomante a cualquiera que usara con éxito la varilla adivinadora.

  Hoy en día, un rabdomante la usa principalmente para localizar corrientes de aguas subterráneas. La práctica consiste en sostener en las manos la ramita o varilla de avellano o sauce. Las manos agarran la varilla en sus extremos. Cuando el rabdomante se acerca a una fuente de agua o metal, la varilla se mueve vigorosamente en sus manos y el giro que hace indica la presencia de agua o mineral. Parecería que el rabdomante está haciendo algún esfuerzo físico o poniendo voluntad para darle giros a la varilla. ¿Qué es lo que la ciencia académica dice con respecto a este fenómeno? El físico común la abominaría como un engaño, truco o superstición. Tal científico, sin embargo, está en realidad haciendo una conjetura sin previo estudio en cuanto a la opinión de la ciencia sobre este fenómeno. El hecho reside en que la ciencia ha hecho numerosas investigaciones serias acerca de los rabdomantes y su uso de la varilla adivinadora en la localización  de agua y metales. Un profesor inglés. Sir W.F.Barrett, estaba convencido de que los giros no eran un acto de maldad o engaño por parte del rabdomante. Después de un extenso análisis  de todos los elementos que por lo menos eran observables en esta práctica, dijo que el fenómeno se debía a automatismo-motor. Esto significa “un acto reflejo” por parte del rabdomante, en respuesta a algún estímulo sobre su mente.

   Quiero que lean  bien  las estupideces que nuestros antecesores nos dejaron, el profesor Barrett consideró y esto es bastante significativo-que el poder del rabdomante “reside debajo del nivel de percepción consciente”. Aparentemente esto indica que existía un disturbio mental en el rabdomante, causado por un estímulo divino desconocido, que causaba que la varilla se moviera en sus manos sin darse cuenta de que él era la causa. Parece que esta investigación en particular estableció solamente que no había engaño envuelto en ello. Resultados-(A)  Alguna fuerza o energía se volvía un estímulo solamente en ciertos individuos; -(B) La fuerza excitaba, en alguna forma la mente subconsciente del rabdomante, por medio de la cual se generaba un poder muscular. Y para terminar Ese mismo investigador además  informó que sus descubrimientos revelaban que los mejores rabdomantes habían sido “los analfabetos “en mis formas de pensar este es un verdadero caso clínico para la ciencia de hoy en día.

Solamente les pido que vivan en paz con ustedes mismos. Se recordarán de mi lo aseguro.
Peter Bustamante                              

Sunday, December 23, 2012

‘LAS PREDICCIONES CATASTRÓFICAS’







‘LAS PREDICCIONES  CATASTRÓFICAS

Queridos lectores.
La adivinación, la predicción o la profecía, ha ocupado las mentes de los hombres desde el comienzo de la historia registrada. Hay significados duales de la palabra “profecía”. Es una concepción  equivocada creer que un profeta primariamente predice el futuro. En el antiguo griego la palabra profeta  significa intérprete. El profeta era un portavoz de un “dios o una deidad”. Se concebía que una revelación divina no pudiera ser interpretada exactamente  o del todo por un mortal ordinario. Aquellos que eran así  dotados o eran designados por su estatus  especial eran los profetas, los intérpretes de la comunicación divina. Tal interpretación puede haber sido una orden, un mandato de dios a la gente, y no tener ninguna relación con un evento futuro. Para los hebreos, Moisés fue el profeta más grande. En los días de los jueces (Siglo-XII A.C.), Deborah y Samuel fueron preeminentes. En el tiempo de los primeros reyes, Nathan, Abijah, Semaiah, Elijah y Elisha, fueron las “principales figuras proféticas”.
  
   El segundo tipo de profecía, el más común en el mundo hoy día y en realidad, en los siglos pasados, ha sido la pronosticación del futuro. La consciencia humana percibe el presente inmediato y, por medio de la memoria recuerda el pasado personal. El futuro, para la consciencia, sin embargo, no es más que una existencia potencial velada. La mente tiene la inclinación primitiva de considerar el futuro como una realidad absoluta, es decir preestablecida, pero aun no revelada. Este desconocido ha preocupado la mente primitiva por sus incertidumbres. Por consiguiente, el instinto de conservación obliga al humano a tomar medidas de precaución en contra de posibles amenazas. Les haré un repaso de algunas de las predicciones tradicionales y llamadas sagradas, que han descendido de varias fuentes, incluyendo la Biblia, son principalmente generalidades simbólicas. En otras palabras, ellas podrían ser interpretadas en varias formas y la mayoría del tiempo así lo fue. Los eventos que ocurren ahora pueden con algún esfuerzo de parte de la imaginación, hacerse parecer un cumplimiento de tales profecías. Esto, de igual forma se aplica a las profecías más recientes que también pueden ser interpretadas como la predicción de sucesos del momento. Periódicamente, tal práctica resulta en una ola de predicciones catastrófica como por ejemplo la de los del calendario Maya, como por ejemplo, la predicción de una gran calamidad que va a   acontecerle a la humanidad o a algún segmento de la Tierra. Obviamente, tales predicciones se vuelven muy penosas. Yo recuerdo “el místico más grande que América haya alguna vez conocido”, pronostica la destrucción de los Ángeles, San Francisco, Nueva York, parte de Carolina del Sur y del Norte y la emergencia del “continente perdido de Atlántida”. El periodo para que esta catástrofe acontezca en la costa occidental de los Estados Unidos, está en el 1968-1998. Lo que digo es que el profeta primero es de notarse que el profeta se permitió un lindo pedazo de probabilidad, es decir, ¡un periodo de 30 años!

  Estos profetas de calamidades son realmente una amenaza y a veces. Como se ha relatado fraudes internacionales. En cuanto concierne  a la probabilidad de las profecías, sería tan probable como predecir  que un vasto meteorito puede chocar con la Tierra en algún tiempo futuro y destruir una vasta área. Ha sucedido anteriormente. Pero, deberíamos todos nosotros retirarnos debido a la pro valida de que seamos victimas de engaños. Sean cautelosos con los profetas, pues algunos de ellos existen para sólo para aprovecharse.
En Realidad yo al menos sé que aquí nadie sabe nada, pero lo que más me hace pensar es una guerra nuclear a gran escala, y no tiene sentido ¿a quiénes van a gobernar? A menos que sean como el ave Fénix que surjan de las cenizas todos.
Traten de vivir en paz es lo más importante en esta vida.

Peter Bustamante         

Wednesday, December 19, 2012

‘CULTIVAR EL CORAJE’





‘CULTIVAR EL CORAJE’

¿Hay alguien entre nosotros que, como los niños, no disfrutó y se deleitó escuchando historias de bravos héroes de los viejos tiempos? Algunos de nosotros tuvieron el privilegio de pedir que nuestra historia favorita fuera contada una y otra vez. ¡Qué hermosas visiones tuvimos cada vez que escuchábamos cómo el joven David dio muerte al gigante Goliat! ¡Y aquellos asombrosos e intrépidos caballeros del legendario Rey Arturo, que siempre protegían el bien y destruían a los malhechores! Se nos enseñó, y lo creímos, que cada uno debe ser honesto y decir la verdad; que siempre debemos proceder bien y ser buenos; que debemos ser valientes y no temer, porque siempre algo nos estaba observando, Ese era un mundo hermoso y feliz para los niños. ¿Qué ocurrió?
   ¿Eran mentiras las historias que nos contaron? Los ideales y virtudes que nos enseñaron, ¿eran solamente mitos para la confiada mente infantil? ¿Es el coraje solamente para aquellos que son confiados e idealistas? ¿No es solamente más seguro sino más hábil no “verse envueltos”? ¿Será el mundo más eventualmente mejor si nos protegemos y permitimos que lo negativo y los malhechores dominen el mundo más y más? Si las respuestas son “no”, ¿por qué es evidente que las fuerzas negativas en el mundo están reinando y aumentando el poder? Para mí yo pienso que la verdadera y simple respuesta está en la amenguante posesión de coraje por las fuerzas positivas. De acuerdo con la ley de dualidad, siempre existirán, y debe de existir las fuerzas tanto positivas como negativas. Lo positivo es, y naturalmente debería ser, la fuerza agresiva y constructiva, pues cuando lo positivo retroceda lo negativo llenará la brecha de acuerdo con la ley.
  ¿No parece incongruente para el virtuoso coraje ser rotulado como agresión? El hecho es que debe ser, por la razón precisamente declarada arriba. Quizás nuestras ideas equivocadas de esto sea la causa de muchas condiciones infelices que ahora lamentamos en el mundo, sí así es quizás los que me lean piensen que las neuronas de mi cabeza se exiliaron de ella. Además la palabra coraje no significa ser feroces, brutales o hasta inconsiderados. Dejadme ver si puedo pensar de donde viene la palabra coraje, creo que esa palabra verdaderamente tiene su raíz en la palabra latina para corazón. Desde este punto de vista, debería describirse como dedicación a eso que es correcto o justo. Claro está, por consiguiente, uno coloca la causa a la que está dedicado por encima de la seguridad personal, la ventaja personal, y la personal auto estimación. ¡Alguien debe!
  Raramente alguien es negativo o malamente inclinado por naturaleza. Nos convertimos en eso a través de la debilidad, la envidia, el celo o la incontrolada: ‘Ambición de Poder’. En alguna parte dentro de nosotros duerme la voz de consciencia  y puede ser despertada. Huir de los que tienen mentes negativas o permitirles continuar dominando los demás, esclavizándolos y dándoles fe, y entre paréntesis me encanta la palabra fe, jamás me la han presentado pero dicen que mueve las montañas, y cuando no las mueve es que no tenias fe, y volviendo al caso lo que si estoy seguro es que tarde o temprano, tendrán que enfrentar al David, de la historia, ¡eso es la ley! Reflexionen un momento en la historia. El verdadero coraje es una extraña-casi mística-cualidad de la mente. No está basada en la razón y el cálculo. No es indicativo de locura o atrevimiento. Ni es evidencia de vanidad o amor propio. Algunas veces estos rasgos son mal comprendidos y designados como coraje y hasta gratificado, pero esto no lo convierte ni lo transmuta en coraje. La temeridad y la vanidad son motivadas por el ego dentro de nosotros. El coraje se engendra desde afuera. Es motivado por la apelación y atracción por la causa por la que está motivado. Y para terminar. ¡Él llamado mal puede ser sojuzgado! ¡El apacible puede heredar la Tierra! Grandes culturas han venido y se han ido. Hemos tenido edades doradas y por lo menos una era de obscuridad—y gentes positivas y negativas han creado eso. La era por venir será creada por nosotros. La mejor forma de comenzar es fomentando el coraje.

Traten de vivir en paz con ustedes mismo.

Peter  Bustamante         

Tuesday, December 18, 2012






‘CAUSALIDAD’

Por el momento, vamos a suponer que una causa es aquella razón por la cual ocurre alguna otra cosa. Mientras miramos alrededor de nosotros, mientras usted observa el cuarto en el cual está sentado, ¿puede ver alguna cosa, algún objeto que en sí mismo o por sí mismo, sea una causa? En otras palabras, busque algo que no tenga otra cualidad determinante, excepto aquello que usted diga que es causa. Pregúntese también: ¿Tiene la causa una clasificación física, distinta, por medio de la cual siempre puede ser reconocida, justamente como reconoceríamos una planta o un mineral o una clase de líquido? Podemos identificar una silla, o una mesa, o una lámpara eléctrica, por su forma, ¿pero causa qué haya alguna identidad separada que podamos señalar y decir que esa es la causa y no otra? Pienso que usted estará de acuerdo conmigo en que las causas no tienen tal identidad separada.

   La experiencia nos ha demostrado, si queremos reflexionar un momento sobre esto, que una causa está siempre asociada con alguna otra condición. En otras ocasiones aquellas mismas cosas o condición que hemos llamado causativa puede aparecer como sin causa, demostrando que las cosas en sí misma no es la causa. Voy a dibujar un cuadro verbal para que ustedes comprendan mejor este punto. Imagínese una pequeña báscula del tipo usado para pesar cartas y determinar el costo postal. Delante de usted ve la báscula en equilibrio. Primero el astil baja ligeramente a un lado y luego al otro; en un brazo de la báscula hay un pequeño platillo o plataforma sobre el cual se colocan los sobres para ser pesados. Tomemos un sobre, en el cual ya hemos colocado una carta, lo ponemos en el platillo de un lado inmediatamente vemos que el sobre causa una ligera inclinación del astil, hacia el lado que está colocado. Levantemos el sobre, y de nuevo volverá el equilibrio. Luego coloquemos el sobre otra vez  en el platillo y el astil bajará en esa dirección.

  Vamos a ser muy analíticos y por ello una vez más quitamos el sobre. Al examinarlo, encontramos que en él no hay nada singular. Ciertamente, cuando observamos el sobre. En otras palabras, no existe una cosa conocida como causa envuelta en el sobre; tampoco hay en él una causa adherida. Además, cuando el sobre está lejos de la báscula—no sobre ella—no es por más tiempo una causa. Por lo tanto podemos inferir que una causa no puede ser percibida en los objetos como si fuera parte de ellos; más bien una causa es una relación que empieza a existir entre los objetos, según sea nuestro grado de percepción en cuanto esa relación se prefiere. Como ha dicho el filósofo Hume, esta relación de causación aparece como una constante asociación de objetos, un objeto que llamamos la causa y un objeto que llamamos el efecto.  Donde uno aparece el otro debe aparecer. Podemos decirlo en esta forma: En vista que la naturaleza de un objeto siempre parece contribuir a otro, llamamos causa al primero.

   Estamos acostumbrados a hablar de causa y efecto como si esta relación fuera una dualidad, siendo el otro el efecto de los dos, además pensamos que la causa es el aspecto activo de la relación. Sin embargo ninguna cosa sola o alguna condición sola puede ser la causa total de algún efecto. Esto aparentemente contradice lo que hemos dicho hasta aquí, pero realmente no es así. En y por sí solo, cada objeto que experimentamos—una silla o la lámpara en su cuarto—parece estar en reposo, inclusive hasta un objeto que pudiera moverse a través de la habitación. Si continua presentándonos la misma apariencia, está en reposo para nuestras mentes en cuanto concierne a su forma. Si esto no fuese así, si un objeto estuviera cambiando rápidamente de forma, no tendría para nosotros una apariencia definida. No seriamos capaces de ver lo que en realidad es, porque su forma no se mantendría suficiente tiempo para permitirnos darle una identidad. Ahora bien, cuando cualquier objeto que para nosotros tiene una forma definida, adquiere acción, no está actuando en sí mismo; cuando algo es activo encontramos que está actuando sobre alguna otra cosa; un objeto es activo, por lo tanto, cuando parece estar produciendo un cambio en algo fuera de sí. El cambio que produce en la otra cosa, o condición, es lo que experimentamos como el efecto. En esto entonces, podemos ver que nunca tenemos una causa simple para cualquier efecto; más bien existen dos causas—la causa activa que actúa sobre algo más, y la causa pasiva que es “ese algo más”. De esto dos surge lo que llamamos el efecto.

Este artículo  es por la sencilla razón que nosotros establecemos diariamente muchas causas, y acreditar falsos efectos acreditando confusiones que no tiene bases, un ejemplo de una causa. Si usted bebe demasiado, la lógica indica que tendrá un efecto, y quédese sentado para esperar  los rehurtados.
Espero que algo en provecho puedan extraer de este  artículo.

Y traten de vivir en paz consigo mismo.

Peter Bustamante                     


Monday, December 17, 2012

“AVENTURA DENTRO DEL SER”





“AVENTURA DENTRO DEL SER”

   A la mayoría de nosotros nos fascinan los cuentos de aventuras. Hay una romántica excitación en los viajes a lugares lejanos, a través de los mares, sobre montañas, y al cruzar los vastos desiertos. Además, por medio de telescopios gigantescos, los astrónomos están investigando los mundos que se encuentran a miles de años luz, en las inmensas extensiones del espacio estelar. También con inventos electrónicos, los físicos modernos están explorando galaxias enteras de energía, universos infinitesimales, tan pequeños, que pueden ser colocados sobre la cabeza de un alfiler. Y, sin embargo, con todas estas empresas, hay todavía un reino en el cual la mayoría de los hombres jamás han entrado. Es una región extraña para ellos. Sus imaginaciones nunca se han acercado a sus fronteras u osado cruzar sus límites. Es el mundo del ser. Desafortunada mente para la mayoría de las gentes, la naturaleza de este ser constituye una cortina de hierro detrás de la cual no quieren penetrar.

   La influencia de este mundo del ser es sentida, no obstante, por la mayoría de los humanos, en formas de vagas y sutiles impresiones. Este ser es el “Sol’, el verdadero centro de un sistema solar, personal, del hombre, alrededor del cual gira toda su existencia. La comprensión de este ser origina que todos los otros mundos de la especie humana adquieran una relación ordenada. Muy pronto en su vida, el ser humano normal comienza a realizar lo que para él son dos estados primarios de existencia: el Yo soy –y- el Yo no soy. Con la primera reflexión se llega a que yo estoy bastante seguro de lo que soy, pero con pensamiento ulterior, estoy obligado a preguntarme: ¿Y qué cosa soy? A medida que investigamos la naturaleza del ser, encontramos que no es una substancia como pensamos de la substancia de otras cosas. No parece tener cualidades especiales ni tiene cantidad. En realidad, no podemos aislar el ser, en la consciencia—como lo haríamos con otras cosas—con el objeto de definirlo, como lo haríamos con otras experiencias. Además, no tenemos órganos especiales para percibir el ser interno, como lo tenemos para ver, oír, gustar y oler. Regularmente, estamos acostumbrados a pensar sobre la configuración de nuestros cuerpos, miembros y órganos, dando origen a la idea principal del ser, pensamos que esta masa particular de muestra existencia es el ser. Sin embargo, alrededor de nosotros hay muchos otros cuerpos, no muy distintos al nuestro. Por lo menos, tiene muchos de los mismos componentes, las mismas propiedades físicas como nosotros tenemos.

  Por lo tanto, las características físicas de nuestro cuerpo no son en apariencia lo suficientemente
diferentes, para dar origen a la idea de ser. El concepto debe surgir en mi modo de pensar, de ciertos otros factores. Hasta ahora, hemos considerado al ser de una manera general. No obstante, existen hoy en día simplemente teorías populares acerca de la naturaleza del ser, muy específicas y prominentes, a las que deberíamos dar, digamos un poco de atención. Por la sencilla razón que sabemos que por el hecho de existir diferentes factores que no hemos investigado, para mi estas teorías que no son postulados científicamente, son el substancialismo, como su nombre lo implica, pero al mismo tiempo, el integracionismo,y el transcendentalismo es más o menos la misma cosa esa es la razón de ser teorías. La razón del porque el substancialismo, como su nombre lo implica, llama al ser una substancia, así como el ser es materia o substancia material. Sostienen que existe un alma-cuerpo y que de ella es el ser. El substancialismo, evidentemente, es un dualismo que reconoce un cuerpo psíquico —alma-cuerpo-al que el ser está relacionado y que hay también un cuerpo material. El integracionismo, busca identificar al ser con un sistema. Procura integrar los estados de la mente, las emociones y las experiencias, postulando que esta combinación de cosas, los sistemas de pensamiento, las emociones y las experiencias, como un todo, es lo que llamamos ser.
   Conclusiones el transcendentalismo es demasiado complejo. Trata de que el ser esté sobre la teoría de que sea una substancia. Lo define como subordinado a las experiencias que tenemos. Desgraciadamente esa es la ciencia que tenemos. Yo recuerdo que en la antigüedad en mis estudios, las definiciones eran distintas. Existía un método deductivo que era usado en la ciencia y principalmente en la geometría, este método consiste en encadenar conocimiento es decir que se suponen verdaderos, de manera tal, que se obtienen nuevos conocimientos. No todas las propiedades son consecuencias de otras. Hay algunas que se aceptan como ciertas por sí misma: son los axiomas y postulados, el axioma es una proposición tan sencilla y evidente que se admite sin demostración, sin embargo el postulado. Es una proposición no tan evidente como un axioma, pero que también se admite sin demostración, sin embargo el teorema. Es una proposición que puede ser demostrada. La demostración consta de un conjunto de razonamientos que conducen a la evidencia de la verdad de la preposición.

Con esto quiero hacerles saber sencillamente, que vamos caminando retroactiva mente hacia atrás.
Es triste y doloroso pero al final estaremos en las cavernas.

Este articulo se los doy a saber porque hemos perdido el rumbo de la educación de hoy en día.
Espero que de algo les sirva este editorial.
Y recuerden de vivir en paz con ustedes mismo.

Peter  Bustamante                     

Sunday, December 16, 2012

¿TIENE EL HOMBRE LIBRE ALBERDRÍO?




¿TIENE EL HOMBRE LIBRE ALBERDRÍO?

 Toda mi vida me he preguntado. ¿Tiene la humanidad libre albedrió? ¿Es el humano verdaderamente un agente libre en sus decisiones, de las que provienen sus actos conscientes? Con la noción de libertad existe la asociación implícita de independencia. Una cosa no es necesariamente libre si no tiene limitaciones o compulsiones externas; lo es pero aislada en sus relaciones con todo lo demás, como si fuera otra realidad. Ser libre, en el sentido comúnmente aceptado, indica considerablemente más que esa separación. Se refiere a la elección de relaciones. La entidad libre sería la que no es estática, sino más bien la que evita o busca enlace. Ciertamente, no nos referimos a un individuo náufrago en una isla desierta, aislado de toda sociedad, como si fuera gente libre, tan sólo porque fuera removido de las influencias del resto de la humanidad. Sería considerado libre, en el sentido usual de la palabra, si tuviese la iniciativa en sí mismo y la capacidad de elegir un camino de acción.

   La libertad debe estar identificada con la motivación interna. La entidad libre debe tener una realización, una clase de consciencia de su ser y un deseo de retener o de cambiar los estados de esa consciencia. La entidad libre es incitada a elegir caminos y medios para preservar un estado preferido de consciencia. Es aparente que la así llamada entidad libre o agente, es siempre impulsada por una preferencia; no puede escapar de una elección. Una cosa inanimada no puede ejercer la libertad; no tiene una consciencia con la cual pueda realizar una preferencia. Desafortunadamente el hombre abunda en esas preferencias, para las cuales mis palabras más adecuadas es “deseos”. Estos deseos, en cambio, son urgencias y apetitos que impulsan al cuerpo y a la mente a la acción. Sólo aquellos estímulos inherentes que excitan las sensaciones son realizados como deseos. Esas urgencias conscientes son necesarias orgánicamente, porque inducen, principalmente, hacia la actividad coordinada de todo el organismo mental y físico. La búsqueda vehemente por el sustento es prosaica, más, no obstante, un ejemplo efectivo de esa actividad. Con esto quiero decir que el hombre, o se somete a los deseos funcionales, como los apetitos imperantes, o deja de vivir; o en el mejor de los casos, sufre una existencia anormal. Ningún humano es libre de esas urgencias, como siendo independientes de ellas. Existen sin embargo, otras inclinaciones e impulsos que el hombre experimenta, los que directamente no tienen, cuando menos, su origen en la función  de esos órganos y sus apetitos. Son aquellos impulsos que dimanan de procesos mentales como los de la razón y la imaginación.

   Quiero que entiendan, que tengamos deseos mentales, distinguibles de los físicos. Ejemplo: Hemos elegido caminar, o sentarnos, a escribir, o leer, o perseguir una ambición o sacrificarnos  a un código moral. Podemos querer suprimir otros deseos, podemos desear permanecer despierto largas horas para ejecutar un trabajo, y al hacer esto, nos oponemos a la urgencia física de dormir. Estos deseos impulsores de la mente, sus conclusiones y juicios, que nos mueven a la “acción”, se llaman voluntad. En la mayoría de los seres humanos son los atributos más eficaces de todos los deseos juntos, porque son capaces de oponerse y superar con éxito las injusticias imperantes. Los hombres cuando despiertan del letargo impuesto, resisten dolores agudísimos y sacrifican toda comodidad, aun perdiendo sus vidas, con el objeto de satisfacer al dictado de la voluntad, algún deseo mental y en especial, algún ‘IDEAL’.

   Los deseos  y urgencias físicas son orgánicos y en parte, psicológicos. La incapacidad del cuerpo, cuando no está conforme con sus requerimientos, creará una condición anormal o bajo lo normal, y con ello se producirá un estado irritante o uno de angustia. De estas irritaciones provienen ciertas sensaciones que el ser orgánico asocia con factores externos que le alivian. Eventualmente, un patrón de olores, sonidos o sensaciones de tactos es realizado como una imagen de aquella cosa o condición necesaria para mitigar la angustia, el deseo. Cuando se tiene hambre, gradualmente se ha aprendido a formar un cuadro mental de comida, que ha llegado a asociarse con la satisfacción derivada de la remoción de ese deseo.

   ¿Es la manifestación de la voluntad, la selección de deseo que debe ser satisfecho, una evidencia del libre  albedrío del hombre? Si uno tiene el poder para escoger--A o B, ¿es por este hecho, realmente libre? No, si por libertad entendemos que nuestro ser debería estar independiente de alguna compulsión interna o externa. Somos continuamente criaturas de deseos físicos o mentales. Donde frecuentemente pasamos por una gama de ellos. Uno u otro está siempre dirigiendo el foco de nuestro poder hacia su satisfacción.

   Y antes de terminar quiero que estén bien enterados de algo que jamás puede entrar a estas fases son las personas; “SUICIDA” el único que no ejecuta la libre voluntad es el suicida. Los motivos son que las alternativas ya le han sido fijadas por la naturaleza. Puede dar cauce a sus ambiciones a sus aspiraciones intelectuales para que coincidan con la armonía de su ser, o puede escoger el no existir, simplemente eligiendo la muerte. Sin embargo tiene que escoger. Quizás en un artículo futuro hablaré de esto más profundamente porque aunque no lo crean  se puede reconocer la persona que es suicida.

Espero que algo bueno puedan aprender de este editorial.

Solamente les pido que traten de vivir en paz con ustedes mismo.

Peter Bustamante                         

Saturday, December 15, 2012

"INVESTIGACIÓN DENTRO DE LA INMORTALIDAD"






"INVESTIGACIÓN DENTRO DE LA INMORTALIDAD"

   Ciertas esperanzas, aspiraciones, y creencias perduran a lo largo de los siglos. Su persistencia frecuentemente podría atribuirse a la constitución mental y física del hombre. Hay urgencias e inclinaciones dentro del hombre, como ser pensante, que hacen surgir ideas particulares. Podríamos decir que el hombre no puede escapar de tener tales nociones. El hecho es que estas ideas no son innatas en la naturaleza humana, pero sí lo son sus causas. Como consecuencia, estas nociones le parecen muy naturales al hombre; le parecen auto evidentes  El tiempo a menudo ha dignificado leyendas y tradiciones que el hombre ha llegado a asociar con sus nociones. Des afortunadamente  sin embargo, esta dignidad del tiempo es a veces desproporcionada con el valor de estas nociones. La mayoría de los hombres están dispuestos a poner en duda este patrimonio de las creencias tradicionales. Una de estas creencias añejas, rodeada de misterio y respeto, es la de la ‘Inmortalidad’.

   El origen de la idea de inmortalidad es psicológico. Procede, en su raigambre, mucho más allá de lo que lo hacen las religiones más antiguas conocidas que incorporan la idea de la inmortalidad. Comienza con la investigación que hizo el hombre de su propia naturaleza compleja. La idea de la no existencia  de la muerte tiene su punto inicial en la reacción emocional acerca de los fenómenos de la vida y de la muerte. Un estudio de las costumbres primitivas revela dos factores primarios que han originado que el hombre conciba la inmortalidad para sí mismo. El primero de estos factores negativo: consiste en el miedo, es decir el miedo a la muerte. ¿Por qué el hombre teme a la muerte? No toda muerte es violenta. No siempre es dolorosa u horrible en su apariencia. La muerte no obstante, es obviamente la cesación o conclusión de los atributos que se asocian con la vida. Para el hombre es instintivo el deseo de vivir. La vida tiene un deseo persistente de perpetuar sus funciones. La vida continuamente se esfuerza por ser la clase o especie de realidad que es. Las más simples mentalidades de las culturas primitivas fueron capaces, es sus experiencias de asociar ciertos atributos con la vida humana.

   Aparte de las funciones orgánicas obvias, existe el despliegue de la acción independiente, vale decir que el hombre puede actuar según su elección o voluntad. El ser humano también tiene la habilidad de comunicar ideas a otras inteligencias. La muerte, entonces, aparece como algo misterioso que roba al hombre estos poderes que él preserva. El hombre muerto es el desamparado. Está más allá de la ira de sus enemigos e igualmente, más allá de la de la ayuda de sus amigos. Tal experiencia imparte terror en los corazones de los salvajes, y continúa haciendo lo mismo hoy en día a millones de hombres y mujeres civilizados. Inculca en esas personas un sentido de desamparo e insustancialidad. De la experiencia impresionante de la muerte, la sociedad primitiva concibió un dualismo. La fuerza vital de vida y todas aquellas funciones asociadas con ella se pensaron que era una entidad separada del hombre material y físico, al que la vida anima. Por supuesto que múltiples contrarios u opuestos en naturaleza, como la luz y la obscuridad, la buena y la mala suerte, sugirieron en la mente primitiva un principio dual en la naturaleza. El estado de sueño también contribuyó a la idea de dualidad. El hombre al despertar, decubrió que físicamente, no había viajado lejos como lo había soñado, o que no había cometido aquellos actos que fueron vividos para él durante el sueño. No sabiendo nada acerca de los sueños, la mente primitiva dio cabida a la creencia de que durante el sueño otra parte de si mismo salía para llevar a cabo aquellas cosas que soñaba. Con el concepto de la dualidad comenzó la fase positiva de la creencia en la inmortalidad. La dualidad era el germen para casi todas las ideas religiosas y filosóficas que están ahora asociadas con la doctrina o la creencia en la inmortalidad.  

   ¿Qué entendemos exactamente por inmortalidad? ¿Cual es la noción popular? Es creer que existe una continuidad de la vida después de la presente. Generalmente, no se ha pensado que constituya una continuación de la existencia del cuerpo físico terrenal después de la muerte. La decadencia y disolución del cuerpo material eran evidentes aun para los pueblos de las culturas primitivas. Por consiguiente, la supervivencia fue atribuida a las realidades intangibles del ser. Se pensó que lo que seguía viviendo era el espíritu o energía que anima el cuerpo. Era razonable creer que lo que parecía entrar al cuerpo y salir de él, no era destruido con él. El espíritu, por lo tanto, fue concebido tan indestructible como el aire respirado por el viviente. Así fue que se supuso que la vida continuaría después de la muerte, es lógico que en una encarnación es imposible adquirir el conocimiento que un ser humano pueda adquirir la perfección de todo lo que el universo, quiere que aprendamos, para ser perfecto cada vez que nace un niño entra el espíritu que continuara su misión en esta tierra. Y esa misión es no importa los siglos que tenga que transcurrir, para perfeccionarse.

Espero sea de su agrado, y alguna enseñanza las comprendan.
Vivan en paz y armonía con sus semejantes.

Peter Bustamante                                          

Tuesday, December 11, 2012

“LA PSICOLOGÍA DEL CONFLICTO GLOBAL”






“LA PSICOLOGÍA DEL CONFLICTO  GLOBAL”
Aclaración. A es la parte invisible-B es la pate visible la que ejecuta-C el pueblo y D La Imparcialidad.

En estos tiempos difíciles ya sea que exista una lucha de clase o individuos, grupos o naciones, quiero dejar claro que la causa invariablemente es un conflicto de intereses. Por lo tanto es natural que el hombre no importa los medios que use, citando las palabras del gran-‘Maquiavelo’ el final justifica los medios sin importar las clases de medios que se usen es triste, pero es una gran realidad a través de tiempos inmemoriales, siempre ha sido así, los pueblos navegan y seguirán navegando con el postulado de la infamia, mentiras, desinformación inmoralidades dormidos en un letargo seminconsciente de todo aquello que le rodea, y siempre caemos en las mismas situaciones que solo nos traen los mismos resultados. El ser absoluto, la realidad total del universo, continuamente lucha para ser, es decir, como ya hemos admitido, esa es su naturaleza inherente. No esperemos que el hombre deba ser menos. El ego, sin embargo también busca el preservarse, como lo hace el cuerpo físico. Estos estímulos inherentes o intereses del ego, sin embargo, si no son inducidos hacia la armonía los unos con los otros, finalmente originan grandes contiendas como las que suceden hoy en día.

  La fricción que vivimos en estos tiempos, es la fricción resultante que motiva que el hombre torture a su propia especie, y créalo, es un evidente producto común acercándose a una guerra. Tenemos los animales inferiores no se encuentran en posición de analizar su propia conducta y notar sus causas, espero que comprendan a que animales me refiero, sin ofender los pobres perros, y animales domestico. Pero la maestría personal del hombre moderno se asienta, y permanece en el cumplimiento de este hecho particular. Por lo general estos personajes son visibles, actuando por otros personajes invisibles, no es necesario hablarles de estas clases visible, puesto que ustedes conviven con ellos. Todos los intereses de conflictos, no importan cómo se manifiesten, pueden ser reducidos a tres tipos fundamentales: El primero consiste en una situación donde A y B desean poseer a C. Ahora bien: A y B pueden ser individuos, grupos o países. C es lo que tanto A como B desean poseer. Puede ser una substancia, un objeto o una distinción. Por substancia u objeto quiero decir alguna cosa material. Si C es una distinción, puede consistir en un titulo, honor o fama, o puede ser una posición  y para lograrla se origina el conflicto. El segundo conflicto fundamental  de intereses resulta cuando A y B no están de acuerdo con la naturaleza de C. En este punto, C es la cualidad de una cosa, o el valor de una condición. Entonces A y B no pueden ponerse de acuerdo en qué consiste la cosa, de si es de una clase, tamaño, edad, propiedad o si tiene aquellas cualidades con las que puede ser asociadas. Como hemos dicho, este desacuerdo también puede concernir  al valor de una condición. Puede haber una circunstancia existente y su importancia—es decir, si es bueno, malo o indigno—puede parecer diferente para A que para B.

  Después existe un tercer tipo de conflictos: cuando Ay B desean crear un C separado. En este caso, el elemento C alude a los diferentes conceptos u opiniones que tienen A y B. Por ejemplo: A puede creer y desear un gobierno mundial único. B, por el contrario, puede abogar por una federación de naciones autónomas. Con esto, vemos que C, como opinión o concepto, puede efectivamente, no tener realidad; puede que no sean más que ideas de Ay B por separado. Cada uno, no obstante, desea que su concepto particular se convierta en hecho. El conflicto de llevarlo acaso puede resultar  en un conflicto eventual. Existen, por lo tanto, tres causas mayores de conflictos de intereses: posesión, valuación y concepto. ¿Hay algún camino para conciliar o efectuar un ajuste en estos intereses divergentes? ¿Existe algún medio preventivo para no perjudicar a otros individuos o causar un daño colectivo a la sociedad? Consideremos el primer ejemplo A y B desean poseer a C. Al principio no deberíamos afectarnos por el carácter individual o los derechos inherentes (si es que los tienen) de A o B. Es natural que cada uno de ellos se mueva a impulsos de la posesión, y en este aspecto, los dos son iguales. El único factor filosófico por considerar es la consumación del hecho, el efecto que la posesión tendrá para otros. ¿Esta posesión de A o B será para beneficio o detrimento de otros? Supongamos que B es un ladrón. Robando a C, lo que sea, rompe las relaciones humanas y amenaza la sociedad. Por lo tanto, no es suficiente el considerar que A y B tengan el derecho de poseer a C .En la lucha por conflicto de intereses, D, también es considerado. En este caso imparcial es aparentemente un tipo de justicia de la sociedad, igual al que existe en todas partes una gran dama, con una balanza en su mano izquierda, y una venda en sus ojos. Quizás es por haberse cansada de ver que su balanza no se inclina sino mas bien está en mismo lugar.

  D es el bien común de la sociedad. Los esfuerzos de las enseñanzas de las escuelas, organizaciones religiosas y en sociedad mística y filosófica, deben tender hacia el bien común, los resultados de las acciones de A y B, esto es la posesión efectiva de C. Por otra parte tampoco es suficiente decirle a un individuo que no debería poseer esto o aquello solamente por razones morales. Es necesaria que, primero, sea desarrollada su consciencia social. Con este progreso no se inclinará a poseer equivocadamente lo que podría perjudicar a D, el bienestar general de la sociedad. A través de una consciencia social evolucionada, A y B llegan admitir, realmente, que la posesión injusta de C dañarían a la sociedad de la cual, individualmente, pueden obtener mayores si no más inmediatos beneficio que los que obtendrían  por la posición de lo deseado. Los hombres a sabiendas, no actuaran en contra de sus mejores  intereses. Por lo tanto, con el crecimiento de la consciencia social se expande lo que constituye sus mejores intereses.
Este es el primer manifiesto de dicho cambio, de acuerdo a mis formas de pensar.
Esta es la primera parte. En las segundas si les interesa se lo pondré mañana, quiero aclarar que no es.
Oficial es de acuerdo a mientras el mundo gira.
Lo único que les pido de corazón es que traten de vivir en paz y salir del letargo en que se vice.
Peter Bustamante  

Sunday, December 9, 2012

‘CONDUCTA MORAL Y HUMANA’








‘CONDUCTA MORAL Y HUMANA’

   ¿Existe una conducta humana equivocada? No existe conducta en el hombre que sea innata mente equivocada, es decir, en el sentido de ser considerada como naturalmente así. Lo que sí sigue de los atributos, los instintos, las pasiones y los apetitos del humano es lo que la substancia  del hombre es. Cualquier cosa que el hombre esté motivado a hacer constituye la forma de su conducta. Existen variables de esta conducta, como una de ser más extrema o más reservada que la otra. El discernimiento de cuál estas es la correcta o la equivocada no obra principalmente conforme a ningún estándar establecido por la naturaleza. La evaluación  de la conducta humana está relacionada con los valores que el humano establece. Pero estos valores no son a priori, es decir ellos no existen como universales innatos en todos los hombres incluyendo al que la predica. Son los exteriores del mundo del hombre, su ambiente actuando sobre su naturaleza, que produce ciertas reacciones como la conducta. Estas influencias son experimentadas por el humano como placenteras o de varios grados de disgustos. Lo placentero es el bien. El estado contrario es lo malo. En esta reacción primitiva, el bien o la sensación placentera no tiene un contexto moral relacionado con ello. Es totalmente una evaluación personal, física. Por lo tanto no está de acuerdo con ningún orden, reglamento o tradición. Puesto más simplemente, el bien es una sensación  deseada que está provista de cualquier connotación  racional o idealista tal como si es la acción correcta.

“En los caso gubernamentales”
   En su forma de planteamiento al respecto en este tipo de tema, en un tipo de retorica, cualquier humano consideraría incluyendo al que la proclama, y no se adapta a su retorica, él la consideraría como una mala conducta hacia él. Contrariamente, cualquier otro ser humano que le favoreciera de alguna manera sería considerado como exhibiendo una buena conducta. Sin embargo, para experimental el bien personal, para satisfacer un apetito, para gratificar un instinto, uno puede recurrir a una conducta que inflija un daño, una ofensa, un disgusto sobre otro. Simplemente entonces, recurrir a viejos patrones descoloridos por el tiempo y trabajar en esa reacción primitiva a su naturaleza, el hombre, al buscar el bien, podría y puede personalmente demostrar una conducta que es juzgada por los demás como obsoleta y mala. Sí los humanos vivieran por este estimulo únicamente, cada uno de ellos estaría entonces guiado enteramente por el interés de su bienestar personal, el logro de sus deseos. Tal conducta sería lo que fuera personalmente desagradable, pero los efectos de los actos de uno sobre los demás no serían considerados.
“El Bien Colectivo”
   Los primeros códigos morales, la proscripción de ciertos actos como buenos o malos, surgieron de la formación de la sociedad primitiva. Si cada hombre no estuviera restringido a buscar su satisfacción personal sin importarle sus consecuencias sobre los demás, entonces ningún miembro de la sociedad podría estar garantizado de la seguridad. Se observó que cada humano no era igual en defensa personal, en repeler un ataque por aquellos que buscaban gratificar algún fin personal a expensa de los demás. Tal desenfreno obviamente significaría la destrucción de la sociedad, no importa cuán elemental fuera. Por lo tanto, el bien que el individuo buscó en la vida era extendido para convertirse  en un bien colectivo para toda la tribu o clan. Contrariamente, otros actos eran concebido como tabú, como siendo un daño colectivo para la sociedad—el principio gobernante siendo que ninguno debería practicar su bien personal en detrimento de otros miembros de la sociedad.

   Sin embargo, tales limitaciones  y los valores del bien y del mal no tendrían contenido moral. Ellas fueron estrictamente pragmáticas; en otras palabras, uno sacrificaría ciertas gratificaciones personales para que así otros aspectos de su propio bienestar fueran protegidos en contra de los ataques violentos de los demás. Ptahotep, visir del Reino Medio hace aproximadamente 4,000 años, en sus instrucciones a su hijo dice, y citaré en parte: “Si tú eres un líder que comanda los asuntos de la multitud, busca por ti mismo cada acción beneficiosa, hasta que tu interés esté libre de error. Maat es grande, y su efectividad es duradera; no ha sido perturbada desde el tiempo de aquel quien lo hizo, mientras existe castigo para aquel que pasa sobre estas leyes. Es la senda (correcta) ante él, que no sabe nada. El hacer el mal jamás ha traído su empresa aparte. Puede (ser que) el fraude gana riqueza, pero la fortaleza de maat es lo qué dura y un hombre puede decir: “era la propiedad de mi padre (antes que yo) ’’.
La Sabiduría Práctica

   Esto indica que la conducta correcta era una forma de sabiduría práctica, útil para ser aplicada en las relaciones humanas. Era una evidencia de buen carácter, pero no había en estas primitivas instrucciones ninguna implicación  de ningún origen divino o guía—en otras palabras, ningún móvil moral. La religión egipcia más tarde introdujo la buena conducta como una condición de premio. Con el tiempo se volvió una calificación preparatoria para asegurarle a uno una vida eterna después de la muerte en compañía de los dioses. No se pensó aun que fuera un elemento divino él mismo, es decir, que tuviera una cualidad divina. Sucintamente, uno no aspiraría a hacer el bien, a obrar correctamente o exhibir conducta justa debido a alguna excelencia en estas cosas por ellas mismas: sino más bien que ellas eran una condición esencial para la otra vida así como ellas tenían un valor práctico aquí en la tierra.
La Teología Menfita

   En el sacerdocio menfita del antiguo Egipto, el universo estaba ordenado; fue planeado. La justicia y el bien eran un estado humano que correspondía al orden cósmico. Citamos en parte, lo que se llamaba la T Teología Menfita del Reino Medio. Fue tal vez uno de los acercamientos más estrechos a los conceptos filosóficos en toda la literatura egipcia. Explicaba la concepción que existía una creación teleológica del universo, es decir, que fue creada por el pensamiento. Sin embargo, el pensamiento se manifestaba por medio de la palabra hablada. La referencia al corazón en la cita es debido a la antigua asociación de los egipcios del corazón con la mente. Tomáremos un ejemplo:-“(el corazón) el que causa que cada (concepto) completado aparezca, y es la lengua la que anuncia lo que el corazón piensa. Hipotéticamente así todos los dioses fueron formados. Ciertamente, todo el orden divino llegó a ser a través de lo que el corazón pensó y la lengua ordenó— (esta justicia le fue dada) a él que tiene paz y la muerte le fue dada a aquel que ha pecado”.Merikere fue aconsejado por su padre, un rey, de hacer “maat mientras dure sobre la tierra”. “El consejo que juzga al deficiente, tú sabes que ellos no son lenientes en ese día de juzgar al miserable, la hora de hacer (su) deber. No confíes en la duración de los años, pues ellos consideran el período de la vida como (de) una hora. Un hombre permanece después de la muerte, y sus acciones son colocadas a su lado en montones. Sin embargo, la existencia allá es para la eternidad.
Zoroastro

   La primera religión cuyas doctrinas fueron fundadas sobre el conflicto en la vida humana entre el bien y el mal fue el Zoroastrismo. Zoroastro, que vivió aproximadamente siete siglos antes de Cristo, fue un simple pastor que, no podía ni leer ni escribir. El observó los efectos que la conducta buena y mala tenía sobre la vida de los hombres. Y para serrar este tema, en una serie de visiones llegó a comprender que la bondad estaba incorporada en una naturaleza divina a la que él llamó Ahura  Mazda.

Espero que en algún momento les sean de gran utilidad estos datos.

Vivan en paz con ustedes mismos.
Peter Bustamante

Saturday, December 1, 2012

¿TIENE SEXO EL ALMA?








¿TIENE SEXO EL ALMA?

Quiero contestar una pregunta de un lector que aparentemente tiene sentido en su forma de pensar, para que no queden dudas del titulo de este artículo. Para comenzar esa persona que no diré su nombre, él pregunta que una persona le declaró tener un alma femenina en su cuerpo de hombre y pregunta si esto puede ser posible.

   Estimado lector para comenzar no vamos a cavar dentro de las teorías médicas y psiquiátricas acerca de la causa del “transexual” .Se ha teorizado que tal cosa se debe al mal funcionamiento de ciertas glándulas endocrinas. Lo que nos concierne aquí es si el alma tiene sexo o no. Debe existir un organismo antes de que pueda existir la distinción que llamamos sexo. Debemos ir hacia atrás a una consideración básica; es decir, ¿qué pensamos que es el alma?, por lo menos desde mi punto de vista y estudios jamás pensamos del alma  como substantiva, es decir, una clase de substancia independiente. Más bien, pensamos de ella como una emanación de la esencia del alma universal, que de acuerdo con las doctrinas de la encarnación, transporta una impresión de la personalidad. Para hacer esto más comprensivo, podemos usar la analogía de la onda transportadora  que es transmitida por una estación de radio. Esta onda transportadora consiste en ondas de radio de alta frecuencia que son insulsos sobreimpuestos del sonido original. Realmente, el sonido no se manifiesta hasta que estos impulsos eléctricos de la voz original o de la música han sido transformados por el receptor de radio, de nuevo en ondas sonoras. Podemos ahora comparar la onda transportadora a la fuerza de alma universal, y los impulsos eléctricos que ella transporta, podemos compararlos con la personalidad.

  El receptor de radio, en esta analogía, podemos compararlo con el cuerpo físico, que es infundido con la fuerza del alma. La consciencia de nuestra mente, entonces, se hace consciente de la existencia del alma y del ser. La manera en que esta consciencia se realiza así misma y se expresa así misma externamente es la personalidad, de esta encarnación. Sin embargo, la personalidad de esta encarnación es a un grado influida por la herencia de la personalidad, de una previa encarnación. La mente objetiva, el poder del ambiente sobre ella, y la herencia genética de nuestros padres, ordinariamente tienen una más fuerte influencia en lo que será la presente personalidad que cualquier efecto de una pasad encarnación. Es solamente cuando el individuo está en un estado llamado de más alta consciencia—es decir, cuando en meditación, entrando dentro del subconsciente  y entonándose con el ser psíquico—que la influencia de las pasadas encarnaciones se hace más dominante.

  Por lo tanto, la fuerza del alma en la vida venidera, y el curso del alma universal dentro de la cual es absorbida después de la transición, no tiene una cualidad sexual. En verdad, no tiene ninguna de las cualidades o atributos que comúnmente asociamos con nuestro ser físico. Si podemos ofrecer una nueva analogía, en vista que tenemos una debilidad ahora por ciertos alimentos, no quiere decir que ese apetito es necesariamente una influencia encarnada. Estas cosas son físicas y emocionalmente causadas y tales estados no tienen relación con la vida pasada. Además, no existen pruebas ni evidencia definidas de que en cada encarnación debemos tomar un sexo diferente al de una vida anterior  para tener tal experiencia. Hay, por supuesto, doctrinas que relacionan esto, pero los exponentes de estas doctrinas jamás pueden establecer ningún fundamento para su hipótesis. En verdad, de acuerdo con la rencarnación existen lecciones que debemos aprender por los medios de evolucionar nuestra consciencia más alta para ir más allá de lo que pueda haber sido en el pasado. No posemos echar a un lado las fallas en el funcionamiento y los desórdenes que puedan ocurrir  como resultado de nuestro organismo físico o estados emocionales atribuyendo tales condiciones  e inclinaciones a una previa encarnación. No hay tal cosa realmente, como un alma masculina o un alma femenina. Existe solamente esa consciencia que se manifiesta a través del organismo que ha sido provisto para ella. Es, precisamente, tan erróneo atribuir sexo al alma como si ella estuviera asociada a una raza. No hay almas negras, blancas, amarillas, marrones o rojas. También no existen almas “malas” o “buenas”. Estas cosas querido lector son desequilibrios y aberraciones mentales más bien efectos en el cuerpo en el que está habitando el alma.

  Antes de terminar  este artículo que considero una basta respuesta a su pregunta, quiero que recuerde esta última analogía que le ofrezco. Ponga una grabación magnetofónica de un concierto de violín por un músico maestro en una maquina de reproducción que está mecánicamente imperfecta. Los resultados, entonces, son una distorsionada reproducción de la música. La falta yace, entonces, no con la grabación original, que era perfecta, sino con el aparato que la reproduce—y así mismo es con el cuerpo humano en relación al perfecto estado del alma.

Creo haberlo sacado de su duda, puede darse cuenta  que el problema no esta en la ropa, sino en el que la usa.

Atte. Peter Bustamante.

Y traten de vivir en paz con  ustedes mismo.              

‘EL FACTOR SEXUAL EN EL MATRIMONIO’

‘EL FACTOR SEXUAL  EN  EL MATRIMONIO’ Es innegable la gran influencia estabilizadora y además generadora de felicidad que c...