El hombre tiene varias vidas elaboradas en su
existencia mortal. Esto no debe ser interpretado como una referencia a la reencarnación
o al renacimiento. Más bien debe entenderse en el sentido de que cada uno de
nosotros, en nuestra existencia física, podemos experimentar varios estados de
consciencia que constituyen diferentes aspectos dela vida: cada uno de ellos es
vivido separadamente a su tiempo. Sin embargo, existen quienes nunca
experimentan algunos de estos estados. Su existencia mortal completa puede
estar confinada sólo a un punto de vista limitado. Para ellos, es como mirar
fuera al mundo a través de una misma ventana—continuamente.
Las vidas
que vivimos son determinadas por motivaciones, psíquicas y mentales. Las
alternativas y acciones que comprenden nuestras vidas privadas y sociales, son
principalmente el resultado de las decisiones que hacemos y que, a su vez, son
las consecuencias de nuestros procesos del pensamiento y los estados emocionales.
El medio ambiente, es decir las circunstancias en las cuales somos arrojados
diariamente, tiene también una influencia tremenda sobre nosotros. Pero la
forma en que reaccionamos antes estímulos, cómo lo interpretamos y nos
ajustamos a ellos, es el resultado de nuestra vida psíquica y mental, de los
estados de consciencia mediante los cuales percibimos y concebimos las experiencias
particulares.
Existen
tres estados principales de consciencia, cada uno caracterizando una fase de la
vida. Ellos son realmente las fuerzas motivadoras que determinan la dirección que
toman nuestras vidas. Quiero que comprendan bien esto, estos estados de
consciencia son intuición-idealismo e iluminación. Los dos primero son
bastantes comunes a la mayoría de las personas, y aunque es frecuente hacer
referencia a ellos, rara vez se comprenden. El tercero, la iluminación, es difícil
de obtener y aun cuando se experimente, muchas veces es revestida con algunos
otros significados. Por lo tanto, muchos la han alcanzado, pero no han
reconocido la experiencia como tal. Una plenitud de vida, esa integridad de la
existencia humana a la que concierne o inconscientemente aspiramos, sólo puede
venir de una coordinación de estos tres estados: intuición-idealismo-e iluminación.
Una espontaneidad independiente de
parte de los dos primeros, nunca puede conducir a la tercera.
¿Qué es intuición?
Durante siglos los filósofos y los metafísicos le han dado varias-y muchas
veces conflictivas –definiciones a esta experiencia. En tiempo relativamente
moderno, la psicología le ha dado también su versión. Usualmente, la obra sobre
psicología describe el fenómeno de la intuición bajo el título de “instinto”. La
experiencia de la intuición es comprendida comúnmente como un conocimiento o guía
irracional, Es una forma de ideación que fulgura en la consciencia sin nuestra
voluntad, y, a veces, cuando aparentemente no tiene relación con nuestros
pensamientos en ese instante.
Nosotros
decimos que la intuición es irracional, porque sus impresiones no emergen como
una conclusión inmediata, relacionada con algún asunto que tenemos en mente en
ese momento. Hay también una característica distintiva acerca de las impresiones
intuitivas. Cuando experimentamos una de ellas, tiene una claridad obvia que
conduce a la convicción de que es autoevidente. De hecho, la impresión acerca
de la cual no tenemos dudas, la designaríamos como conocimiento intuitivo. En
otras palabras, a menudo podemos cuestionar la validez de nuestro juicio cuando
razonamos. Pero en el momento en que experimentamos la intuición, nunca dudamos
de ella.
La psicología
coloca la intuición en la categoría del instinto: simplemente indica que es un
conocimiento adquirido “históricamente”, es decir el organismo humano ha tenido
que ajustarse a muchas y muy variadas condiciones en su larga evolución.
Desafortunadamente estos ajustes se han convertido en registros permanente en
los genes, en una especie de memoria impresa en ellos. Por lo tanto, cualquiera
circunstancia similares que se originen y que este relacionadas a las impresiones
de la memoria, son liberadas instintivamente como ideas intuitivas y actos instintivos.
La nueva psicología expone además, que la intuición sólo es segura en asunto de
nuestra supervivencia, protección en contra de los peligros y condiciones que
amenazan la vida del organismo en sí. Señores esta no es ni la sombra de la “psicología”
que estudie la irresponsabilidad es tan grande, que da pena que un paciente
este en las manos de un psicoanalista de esta calaña, con la salud del ser humano
no es un artículo de juego.
Traten de vivir en paz consigo mismo.
Peter Bustamante