Sunday, June 23, 2013

“LA LLEGADA DEL NACIONALISMO”





“LA LLEGADA DEL NACIONALISMO”

La llegada del nacionalismo, al finalizar la Edad Media, dio origen a la ciencia moderna. La abstracción, las opiniones y la fe, quedaron apartadas del conocimiento del mundo fenomenal, es decir, de los conocimientos derivados a través de los sentidos. Roger Bacón, el Monge franciscano, aconsejaba a los hombres que olvidaran los conocimientos tradicionales que no pudieran resistir la prueba empírica. Examinar las cosas en sí, era la amonestación; extraer de ella sus cualidades perceptibles y dejar que estas solas queden como conocimiento. Unos cuatrocientos años después, Sir Francis Bacón, filósofo ingles perteneciente a la Orden Rosacruz y científico, exhortó a los hombres a que recurrieran al método inductivo para tener acceso al conocimiento. Aconsejaba que se comenzara con lo discernible y lo particular, avanzado de un hecho tal a otro, y deducir finalmente, de esos hechos, los principios generales. Dos siglos más tarde, Augusto Compte, filosofo francés, expuso su positivismo. Incitaba a que abandonasen la especulación acerca de las causa finales y la esencia de las cosas que el hombre puede que jamás conozca; abogó, en cambio, para que los hombres investigaran los fenómenos perceptibles, analizaran su naturaleza y aceptaran como único conocimiento aquello que es revelado como realidad a los sentidos.

  En esas doctrinas estaba la semilla fértil del materialismo. Para el hombre la realidad estaría limitada a lo que él pudiera percibir con sus sentidos receptores. Esos sentidos del hombre en con frecuencia burlados y limitados en sus poderes, y, sin embargo rápidamente admitido. La ciencia se inclinó al principio a la visión de que las interpretaciones de las impresiones sensorias eran imágenes de realidad absolutas, externas a la mente. Más tarde se admitió que las cualidades asociadas con los objetos perceptibles no eran necesariamente  inherentes a ellos. El color, por ejemplo, no existe como tal en el objeto coloreado. No obstante, el criterio sobre lo que es conocimiento continuó siendo la experiencia  precisa de un fenómeno. Bajo condiciones controladas, si los hombres percibían del mismo modo cierto fenómeno, sin ninguna variante, eso era aceptado como su naturaleza real o verdadera. Eso constituía el conocimiento positivo o realidad.

  Las masas no se adhirieron a esa opinión. No estaban preparadas para rechazar creencias tradicionales, ni muchas de las verdades que se aceptaban  como evidentes por sí mismas. Muchas de estas antiguas creencias del hombre común estaban al principio más allá de la confirmación  o de la impugnación científicas. La razón de esto era que las técnicas de la ciencia se desarrollaban en formas relativamente lentas. No obstante, cuando se avanzo en los métodos, la ciencia y el materialismo  impusieron su criterio sobre las masas de hombres. En esencia, la prueba era aceptar como verdad lo que puede percibir, aquello sobre lo cual tus sentidos confieren una realidad. Negar la verdad de tal conocimiento era desacreditar los sentidos. Si ciertas experiencias se aceptaban como realidades demostrables, entonces todos los demás experimentados bajo iguales circunstancias debían ser tenidos como verdad. Si por ejemplo, uno fuera a negar lo que la ciencia traía a su atención, visual como teniendo realidad, entonces también tendría que rechazar como realidades sus experiencias visuales comunes. Se hizo aparente a los hombres que no podían descartar sus experiencias perceptibles sin detrimento de la realidad del propio ser. Y para terminar, por el momento porque en esta materia hay mucho paño por donde cortar, acontecimiento ocurridos tanto en la ciencia como en los hombre, donde la ciencia ha cometido muchos errores, han puesto hace muchos siglos, que solamente los hombre libres para investigar. Esa clase de investigación  está confinada al mundo de las peculiaridades, es decir, de todo lo que es perceptible, es para ver, gustar, oler, pero no para concebir nada fuera de esta frontera, a pesar que sus pensamientos a pesar que pueden hacer conseguir valides y para recibir dignidad de la aceptación del mundo intelectual.

Espero que sea de su agrado ya que no sé di son buenos o malos, al menos disfrútenlo.
Y traten de vivir en paz con ustedes mismo.


Peter Bustamante                            

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