Saturday, April 19, 2014

“LAS PREDICIONES CATASTROFICAS”




“LAS PREDICIONES CATASTROFICAS”

La adivinación, la predicción o la profecía, ha ocupado las mentes de los hombres desde el comienzo de la historia registrada. Hay significados duales de la palabra “profecía”. Es una concepción equivocada creer que un profeta primariamente predice el futuro. En el antiguo griego la palabra profeta significa intérprete. El profeta era un portavoz de un ‘dios o una deidad’. Se concebía que una revelación divina no pudiera ser interpretada exactamente o del todo por un mortal ordinario. Aquellos que eran así dotados o eran designados por su estatus especial eran los profetas, los interpretes de la comunicación divina. Tal interpretación puede haber sido una orden, un mandato del dios a la gente, y no tener ninguna relación con un evento futuro. Para los hebreos, Moisés fue el profeta más grande. En los días de los jueces (Siglo XII A.C.), Deborah y Samuel fueron preminentes. En el tiempo de los primeros reyes, Nathan, Abijah, Semaiah, Elijah y Elisha, fueron las principales proféticas”.
Segundo tipo de profecía
 El segundo tipo de profecía, el más común en el mundo de hoy en día y en realidad en los siglos pasados, ha sido la pronosticación del futuro. La consciencia humana percibe el presente inmediato y, por medio de la memoria recuerda el pasado personal. Él futuro, para la consciencia, sin embargo, no es más que una existencia potencial velada. La mente tiene la inclinación primitiva de considerar el futuro como una realidad absoluta, es decir, preestablecida, pero aun no revelada. Este desconocido fenómeno ha preocupado la mente primitiva por siempre por la incertidumbre del pasado. Por consiguiente, el instinto de conservación obliga al humano a tomar medidas de precaución en contra de posibles amenazas para su seguridad. Se presume que si uno pudiera percibir el futuro, podría así evitar caídas y peligro y, también, tomar ventaja de cualquier oportunidad posible que pudiera existir.

  Un repaso de algunas de las predicciones tradicionales y llamadas sagradas, que han descendido de varias fuentes, incluyendo la Biblia, son principalmente generalidades simbólicas. En otras palabras, ellas podrían ser interpretadas en varias formas y la mayoría del tiempo así lo fue. Los eventos que ocurren ahora pueden, con algún esfuerzo de parte de la imaginación, hacerse parecer un cumplimiento de tales profecías. Esto, de igual forma se aplica a las profecía más resiente que también pueden ser interpretadas como la predicción de sucesos del momento. Más asombrosas son las predicciones de algunos de los antiguos filósofos de Grecia. Ellos no le asignaron ningún periodo de tiempo a sus revelaciones, excepto que ellas estaban en un tiempo futuro. Lo que ellos predijeron como un evento verdadero que ocurriría ha tenido a menudo un paralelo sorprendente en los hechos de hoy en día.

PREGUNTAS
  ¿Fueron tales predicciones por estos filósofos el resultado de revelaciones sobrenaturales? ¿Fueron la percepción actual de sucesos por venir lo que tomo forma en la consciencia del profeta como imágenes visuales? En la mayoría de los casos eran indudablemente una forma de intuición altamente desarrollada, resultando en un razonamiento o evaluación superior de condiciones causativas existentes en su propio tiempo. Ellos eran, en otras palabras, capases de proyectar una conclusión de su análisis de las circunstancias existentes a un tiempo futuro. Fue una percepción de las causas específicas y luego, una determinación de estas a un desarrollo progresivo y racional. Tales predicciones, por supuesto pueden no haberse desarrollado, y algunas de ellas jamás lo hicieron. Lo que la mayoría de ellas hicieron, sin embargo, fue un testimonio no a su conjetura, sino a la facultad psíquica de la intuición, el poder de la observación de los fenómenos presentes y el razonamiento lógico del mismo.
LA CIENCIA MODERNA

  La ciencia moderna, de hoy en día, es el profeta más seguro dentro de su reino específico. Un estudio de las leyes básicas de los fenómenos naturales hace posible, con un grado alto de exactitud, lo que uno puede esperar que ocurra, en un tiempo futuro y bajo predicciones futuras. Sin embargo, el deseo primitivo de parte de muchas personas de echar a un lado el velo del mañana y verlo establecido como del ahora, fomenta que muchos charlatanes ofrezcan predicciones. También causa que dependa de las impresiones psíquicas y aberraciones de los demás, como siendo predicciones confiables. Los devotos de tales personas no se tomarán el tiempo de racionalizar personalmente la tendencia de los eventos corrientes o buscar paralelos en la historia pasada, para así encontrar causas básicas de las que ellos puedan llegar a una idea bastante confiable de un futuro progresivo. Más bien, ellos prefieren confiar en lo sobrenatural, es decir creer como antaño, que ciertos hombres tienen una visión absoluta de un futuro absoluto.
  En mis muchos escritos lo he explicado bien claro, recuerdo cuando asistí a la Logia y la universidad Rosacruz, se subsisto un tema acerca de California que se sumergirá en un cambio de tierra desbastador. Muchas gente que conozco han casi renunciado a planear adelantado debido a ello’. Es aquí donde descansa el peligro real en tales tipos de predicciones. No es la probabilidad de que sucedan lo que es peligroso, sino más bien el impacto que ellas tienen en la mente de aquellos que están inclinados a aceptar tales afirmaciones. Hace unos 29 años un individuo en el Sur que tenía seguidores pseudoreligiosos y que se suponía tener un manto de revelación divina, predijo el hundimiento de toda la Costa del Pacifico y tan hacia el este como Sierra Nevada. Él señaló una fecha exacta para el desastre, es decir, que iba a ocurrir dentro de los 60 días siguientes tengo los archivos que lo prueban. Además pronóstico que todo aquel que le siguiera a un sitio seleccionado en las Montañas se salvaría. Se volverían ellos el embrión de “una civilización nueva y superior”.

  Sin embargo, él proclamo que ciertas condiciones específicas tenían que cumplirse antes que tales seguidores pudieran ser salvados. Y lo más hermoso de todo viene aquí. Él había sido “Divinamente informado “que estos seguidores tenían que deshacerse de todas sus posesiones mundanas, bienes raíces, dinero, etc. Todo esto debería ser donado a este “mesías profeta”. Él lo usaría para el establecimiento de este retiro de la “civilización nueva y superior” a la que todos deberían escapar. Como consecuencia creyeron la predicción y rehusando escuchar a otros que buscaban razonar con ellos se convirtieron en víctimas. El resultado simplemente fue este: La Costa del Pacifico está aún aquí, pero el profeta y el dinero de aquellos que pusieron la fe en él desaparecieron.

En nombre de este personaje se encuentra en Europa este temas y otros más continúan. Como el caso del pastor y su castillo.

En vos confió.


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