“NATURALEZA DE LA
UNIDAD”
Hoy
quiero hacer ciertas aclaraciones sobre terminologías equivocadas. “Creo que
generalmente existe una idea equivocada con respecto a lo que es la unidad. La mayoría
de las personas parecen pensar en ellas como una forma estrictamente externa,
que significa que todas las cosas deben tener un nivel común, y que nadie debe
estar mejor informado que los demás. Aún en algunas escuelas atienden menos a
los niños más talentosos de modo que los que no sean tan inteligentes no
adquieran un complejo de inferioridad. ¿Cómo se aplica, como un término o condición,
la unidad a cosas y a relaciones humanas?’ Lógica y empíricamente, la condición
de unidad es en donde dos o más cosas aparentan ser una. La unidad no necesita
perder la identidad de los elementos que contribuyen a ella. En otras palabras,
no tiene que ser todo de una misma naturaleza. Por ejemplo, podemos tomar seis
objetos diferentes y acoplarlo de tal modo uno a otro que compongan una sola
unidad, aunque separados conserven su apariencia particular. El punto esencial
es que todos los elementos estén ligados por algún factor dominante común que
mientras persista los mantiene unificados, aunque tengan cualidades diversas.
Es de notar que hemos dado énfasis a la
palabra dominante. Si la condición de unidad remplaza a toda otra cualidad de los
elementos que entran dentro de ellas, la idea de unidad existe. Cuando se está
consciente a cierto grado de la diferencia, entonces no puede haber idea de la unidad.
Un objeto que a nuestra observación sea solamente de naturaleza singular no da
idea de unidad. Es la índole distinta de las cosas que tienen un lazo dominante
lo que sugiere unidad. Parecerá que este concepto surge de la diversidad, pero
es la mente humana la que descubre en la separación de las cosas alguna
cualidad que es adyacente a la naturaleza de todo. En el mundo fenomenal, el
mundo de las apariencias, siempre existe diversidad. Las cosas parecen tener
naturalezas separadas. En el mundo no umenal, nada es separado, todo cambia y
solo en esencia existe la unidad.
La verdadera unidad debe siempre mostrar los
elementos de que consta. Un martillo es una unidad que se compone de un
manubrio unido a una cabeza metálica de martillo y en ningún sentido puede
haber una completa igualdad entre los dos elementos que lo forman. Ciertamente,
el mango no es parecido a la cabeza de martillo, ni en diseño ni en substancia.
Su unidad está en su contribución común a la unidad de función. La sociedad organizada
es una unidad de individuos, con los mismos propósitos e ideales, aun cuando
sus miembros sean desemejantes. Hay unidad religiosa cuando todos están conformes
con el credo. La unidad política está conformada a una ideología, pero en
ninguna de estas existe una igualdad completa de los miembros. Una hermandad
puede ser una unidad de objetivos y actividades profesadas, que implica que
cada individuo sienta, piense y experimente lo mismo según su visión de la vida.
La unidad requiere psicológicamente, que las diferencias de entidades separadas
sean aunadas por un fin común del cual surja el concepto.
¿Puede la unidad entre hombres ser una acción
obligada o debe ella ser voluntaria? Como la unidad es una cualidad llevada por
la mente del hombre sobre ciertas experiencias que tiene, entonces solo cuando
esta cualidad está presente en estas experiencias existe unidad. Puede haber
unidad de mentes y unidad de objetos, como hemos visto. Un número de hombres
marchando con precisión al paso constituye una unidad de acción de su ser físico,
aclarando que solo tomamos en consideración los aspectos objetivos. Estos
hombres pueden ser personas que se adiestran o preparan y pueden estar
obligados a marchar de tal manera. Cada paso que da alguno, sin embargo, puede
ser opuesto a su actitud mental. En otras palabras, estos jóvenes pueden estar revelándose contra y odiando tal ejercicio
forzado y marcha. Si consideramos a estos hombres desde el punto de vista
subjetivo, en sus actitudes mentales, encontraríamos que no existe unidad entre
ellos con referencia a su manera de marchar. En la sociedad, entonces, la
unidad puede ser considerada como el motivo desde el punto de vista de acción o
de voluntad.
Los seres humanos deben considerarse según sus naturalezas intelectuales y emocionales y
su unidad debe emanar de estas cualidades lo mismo que de sus acciones. Por lo
tanto, podemos decir que los hombres no están unificados siempre que sus
acciones y palabras no estén de acuerdo con su pensamiento y sentimiento. Con
los objetos inanimados la influencia de unidad es mayormente externa en origen,
a menos que contengan propiedades inherentes las cuales los unen como el imán y
las limaduras de hierro. Se piensa que en los hombres la fuerza unificante se
origina en la mente como voluntad. La acción unificada de los hombres es un
estado, no es verdadera sociedad si ella no representa la influencia común de
sus pensamientos. Existen bellos ejemplos de la influencia unificadora de la
mente pero fue en tiempos muy lejanos más bien digamos alcanos, la verdadera
unidad no la encontrarán en ninguna organización, solamente encontrarán una
diversidad más grande de razas, credos, nacionalidades que viven por todo el
mundo, tienen en la actualidad la cualidad de unidad en su conformidad a un
ideal y propósitos comunes.
El
factor unificante surge de cada miembro separado como resultado de su subscripción
voluntaria a cualquier enseñanza. Esa es la razón en parte de lo que estamos
viviendo hoy en día, dicen que el hombre aprende cuando está en el abismo, yo desafortunadamente
lo dudo mucho, lo dudo porque hemos estado muchas veces al borde del abismo,
creo que algo más grande tiene que pasar la Tierra a hecho muchos cambios drásticos
y sin embargo no hemos cambiado. Les doy las gracias desde lo más profundo de
mi alma a aquellos que por una razón u otras leen estos artículos.
Solamente
me queda que decirles que traten de vivir en estos últimos tiempos que vivan en
paz con ustedes mismos.
Peter Bustamante