¿EXISTE
LA MARDICIÓN DE LOS DIOSES EGIPSIOS?
LAS muertes extrañas que sobrevinieron a un gran número
de los exploradores que tomaron parte en las excavaciones de la tumba del Faraón Tut-Ankh-Amen gradualmente despertaron
en el mundo entero, un interés en las antiguas creencias en la magia negra y
las maldiciones nigrománticas. El periodo aumento en número de individuo que de
este modo cayeron víctimas, aparentemente, de la “secreta maldición de las
tumbas”, ha servido para aumentar el interés público en este asunto, hasta que
ahora una parte muy grande de la población civilizada del mundo cree que el
misterio de esas muertes ha sido deliberadamente protegido por la ciencia y la religión,
y por las inconsistentes, contradictorias y cuidadosamente coloridas
declaraciones de esos que saben más acerca de ello de lo que quieren declarar;
entre tanto, una gran parte de la gente incivilizada mueve significativamente
la cabeza e insinúan que ellos están demasiadamente familiarizado con el asunto
como para arriesgar el disgusto de los “demonios invisibles” al atreverse
a hacer cualquier comentario.
Mientras los
escritores de atracciones en las ediciones dominicales de los diarios y en las
más o menos altisonantes revistas han exagerado en demasía las tradiciones históricas
y las bien registradas referencias a tales poderes mágicos, e intentan asustar
a los irreflexivos para que profesen extrañas creencias, las tentativas de
parte de prominentes científicos e importantes educadores espirituales o religiosos—para
hacernos creer que las extrañas e
inesperadas muerte sólo presentan una cadena de coincidencia sin conexión
alguna con las tumbas—son igualmente inefectivas para apaciguar el creciente interés
en las posibilidades del poder mágico y sus resultados.
Sin embargo,
algunos de los más famosos expertos mentales y psicológicos nos dicen que si
hubiera alguna conexión, cualquiera que fuera, entre las muy extrañas
enfermedades de que fallecieron repentinamente cada uno de los veinte o más exploradores
y la apertura de la tumba de Tut-Ankh-Amen y la remoción de sus
misteriosos y sagrados contenidos, entonces tal conexión sería totalmente mental y consistió en una
forma de sugestión hipnótica la que cada víctima creó mientras estaba aún
trémula de miedo de lo que mantenía en su mente como un castigo inevitable por
su participación en la en la violación de una antigua ley egipcia. Vamos por
parte hasta el fondo de toda esta investigación. De suerte, se ha hecho una
tentativa para sacar este misterio fuera de la categoría de las supuestas fórmulas
mágicas antiguas y llevarlo dentro de la esfera moderna del fenómeno hipnótico
o psicológico, como si esto redujera todo el asunto a una fácil, aceptable y
factible explicación y a no dejar preguntas sin responder.
Si las muertes
se debieron a sugestión hipnótica creadas en las mentes de estos exploradores,
como un resultado del primero y segundo incidente en la cadena de muertes
misteriosas, la causa de las repetidas manifestaciones, en número de 22 o más, estaría
enteramente dentro del período de los tiempos modernos. En otras palabras, si
la sugestión hipnótica acompañada por el
miedo es la verdadera explicación de las muertes ocurridas, entonces la causa
tubo su comienzo no mucho después de ocurrir la segunda, o posiblemente la
tercera, súbita e inexplicable muerte. Hasta podríamos admitir que esta causa psicológica
tubo sus comienzos inmediatamente después de la primera muerte, pero
ciertamente no vincularíamos esta causa psicológica con cualquier otro
incidente o hecho ocurrido antes del extraño fallecimiento de la primera víctima
del procedimiento.
¡Pero el hecho
asombroso—que permanece inexplicado en tal teoría—es que el extraño circulo de
muertes misteriosas fue la completa ejecución de una maldición profética proferida
y esculpida en el muro de la tumba del faraón Tut-Ankh-Amen hace treinta
y dos centurias! La pregunta, entonces es la siguiente: ¿Qué forma desconocida
de magia podría llevar una maldición a través
de las edades y producir psicológicamente los resultados fisiológicos en los
tiempos modernos? ¿Hipnotismo o magia negra? ¿Nigromancia o ley Kármita? ¿Qué
tenemos aquí que la ciencia no ha explicado y la mente secular no puede
comprender pero teme? Otra explicación muy plausible, aunque ciertamente
perturbadora, se ha ofrecido en la sugerencia de que algún veneno químico, de un material real y tangible, fue
colocado dentro de la tumba sellada de Tut-Ankh-Amen y deliberadamente esparcido
sobre cada artículo dentro de ella y sobre cada purgada de sus muros, y que
todos los excavadores, exploradores e inspectores que penetraron en la tumba o
que manipularon los artículos funerarios dentro de ella, tuvieron contacto físico
con este veneno que fue fácilmente absorbido por sus sistemas y, de este
modo, los infecto en una forma que produjo los casi uniformes resultados en el
caso de cada una de las 22 víctimas redundando en las repentinas y trágicas muertes.
Señores lectores si esta historia veo que tiene interés
para muchos les prometo la segunda y verdadera verdad.
En vos confió