‘FENÓMENOS
DEL AURA HUMANA’
Hoy
tratáremos con mucho interés en particular a los que son místicos o estudian
estas materias, él fenómeno conocido como el aura humana, aquellos que no
entienden aunque han experimentado el tema, parece misterioso, casi sobrenatural.
Realmente, el aura es el resultado de leyes cósmicas y naturales, como lo son
todos los otros fenómenos que probamos. Sabemos y comprendemos que no existe lo
sobrenatural, y que nada esta más allá del orden Cósmico y natural; todas las
cosas están de acuerdo con él. Para tratar acerca del aura humana y cómo nos
afecta, primero es necesario empezar con un breve análisis de su naturaleza. El
cuerpo del hombre tiene una irradiación que se extiende fuera de él. Esta
irradiación es una energía y podemos asemejarla a un campo electromagnético,
porque tiene características semejantes a la electricidad y al magnetismo.
También es vibratoria, como son todas las energías, y por sus cualidades
magnéticas tiene lo que llamamos polaridad positiva y negativa. La polaridad se
manifiesta, o es evidente para nosotros, por el hecho de que el aura unas veces
atraerá y otras repelará, como lo hace
el campo magnético de los polos de un imán.
Llamamos a una de estas polaridades del aura
humana positiva, porque es más infinita en su manifestación, la más extensa.
Por contraste, la otra polaridad es negativa o finita, limitada. La polaridad
negativa del aura humana es el resultado de los elementos materiales que
consumimos en nuestros alimentos. El mismo cuerpo humano es negativo, porque es
un organismo compuesto de las substancias materiales finitas de la Tierra. Nos
rellenamos con substancias finitas y así nuestro cuerpo físico, hablando en
general, es primariamente negativo. Estas propiedades negativas constituyen la energía
de espíritus de nuestro cuerpo y contribuyen a la polaridad negativa del aura
humana. La otra polaridad del aura, la positiva, es el resultado de tomar
dentro de nuestros pulmones una energía creadora muy sutil y de una naturaleza
altamente vibratoria, esta energía que emana del Sol hacia la Tierra. Tomamos
esta fuerza sutil, esta esencia infinita, vibratoria, con cada aliento de vida,
y eso constituye el elemento positivo y, por tanto, una polaridad de nuestra
aura. Ese aliento es de tan alta frecuencia, de tanta rapidez en su naturaleza
vibratoria, que excede los valores vibratorios de una energía que definimos
como “eléctrica”.
Por lo tanto, tenemos dos polaridades,
negativa y positiva, las cuales forman una especie de campo electromagnético, como
hemos dicho, alrededor del cuerpo humano. Este puede ser intensificado a una
extensión que alcance a grandes distancias del cuerpo. Cada aura humana, sin
embargo, no está separada claramente, no está aislada en el espacio, porque el
aura humana, como una energía vibratoria, puede combinarse con otras energías
que nos rodean. En muchas enseñanzas se nos ha dicho que la energía de materia,
o sea, la energía que hace que la materia se manifieste en su estructura
atómica, es negativa porque es finita y limitada. También se nos ha dicho
que la fuerza “Vital de Vida” y
la energía psíquica, la que tomamos dentro de nuestros pulmones por medio del
aliento, es positiva e infinita en su naturaleza. Ahora cuando queremos
extender nuestra aura para proyectarla hacia afuera a una gran distancia, es la
polaridad positiva la que debe extenderse. No podemos aumentar la polaridad
negativa de nuestra aura y esperar que ésta irradie a cualquier distancia del
cuerpo. Es la positiva la que se convierte en el medio, en el vehículo para la
proyección de nuestra consciencia psíquica y la lleva adelante a través del
tiempo y el espacio.
En la antigüedad los grandes filósofos
enseñaban en sus instrucciones, acerca de la entonación de sonidos vocales y
los grandes beneficios que nos pueden proporcionar. Sabemos que cuando
entonamos un sonido vocal, producimos vibraciones en el aire que nos rodea, el
que alteramos, convirtiéndolo en un medio para transmitir aquellas alteraciones
o vibraciones que pueden ser transferidas a otras personas que las oigan. Esto
da como resultados en que los centros psíquicos de esas personas sean
estimulados, o afectados. Tengan en cuenta que en este estudio hay dos faces
muy importante, primeramente las auras de un número de personas pueden, a veces,
mezclarse haciendo que produzcan un efecto de masa, especialmente cuando se reúnen
para conducir un experimento, y al haber una armonía general, el efecto de esas
aura en masa será muy intenso. Sin embargo, semejantes auras no siempre son
positivas, es aquí donde comienza el daño. Señores lo explico con lujos de
detalles, porque sé que lo he comprobado personalmente y no es bueno que
digamos. Existen personas que se introducen en este estudio con distintos
pensamientos y acciones. Un grupo de personas que se unen experto en esta
materia, que se unen en amor y armonía, tendrá un aura positiva, que será atractiva
y llamara la atención, pero los que se unen bajo las emociones intensas de odio
o miedo tendrá un aura negativa que será repelente y perturbadora y dañina
para el que la recibe.
Y para terminar lo hago por razones que quizás
no les interese mucho estos temas. El aura puede ser desarrollada por la respiración profunda y concentrándose sobre
otra persona con un propósito constructivo, con la intención de alcanzarla psíquicamente.
Es como si concentráramos nuestra energía sobre los músculos de los brazos para
ejercitarlo; el resultado sería que se agrandarían y serían capaces de esfuerzo
de mayor fortaleza. Extendería más este tema de como se llega y el tiempo que
toma, pero tal vez es perder mi tiempo, yo siempre he comprendido que uno debe
de compartir lo que tiene, pero existen momentos de dudas, estarán haciéndolo,
pero de lo que si estoy seguro es de los que han pasado por mi camino y hoy en día
están satisfecho, jamás lucro no lo necesito, siempre estoy dispuesto a ayudar “GRATIS”
lo demás es secundario.
Solamente
les pido que sean honestos y vivan en paz, con ustedes mismos.
Peter
Bustamante