Thursday, August 22, 2013

¿SON ABSOLUTOS EL BIEN Y EL MAL?



¿SON ABSOLUTOS EL BIEN Y EL MAL?

LOS CONCEPTOS  absolutos teológicos y los dogmas de las mayorías de las religiones, establecen ciertos patrones de conductas que sugieren que existe un bien y un mal absoluto. Tales normas o códigos son, sin embargo, relativos a referencia y conceptos humanos. El concepto del bien es psicológico básicamente. Está relacionado con la evaluación de la experiencia personal. Definimos como bien todo aquello que nos produce placenteras y gratificantes, a todo lo que nos favorece física, mental y psíquicamente. La llamada buena moral es una satisfacción emocional e intelectual. Una persona, por razones religiosas o de otra naturaleza, establece un código de conducta que piensa que le es necesario para su bienestar moral o espiritual. Dado que la conducta que se requiere es el cumplimiento de preceptos morales, es satisfactoria intelectual y emocionantemente, y, en consecuencia, es aceptada como bien.
   Tal estado o condición positiva como el bien, engendra su antítesis, su condición contraria que es llamada mal. Sencillamente expuesto, el mal es aquello que engendra lo contrario al placer para el ser humano. Lo desagradable, lo nocivo, es, por lo tanto malo. Cada bien, al asumir una cualidad positiva en la mente del hombre, construye también un concepto inverso, tal como la luz sugiere su propio opuesto, que es la obscuridad. Sin embargo existen variaciones de ese concepto absoluto del bien. Tales variaciones se encuentran principalmente en las categorías de la moral y la ética. Todos estamos familiarizados con el hecho de que aun en las sextas cristianas, hay diferentes interpretaciones de la conducta humana, en cuanto a los términos del bien y del mal. Una sexta fundamentalista declarará como malo lo que para otra, más liberal, no lo es. Ciertas sextas protestante vituperan en contra del baile, diciendo que es malo. Por otra parte, para la iglesia católica éste no es malo. Las sectas no cristiana aceptan muchos actos dentro del campo de su código moral, los cuales son rechazados por los cristianos como malos, o porque contribuyen a lo malo.

  El bien y el mal por lo tanto, son conceptos de los humanos: son el producto de la mente del hombre. No tienen otra existencia que la que les da la evaluación de eventos  y circunstancias relacionadas con él. Arbitrariamente, este puede establecer ciertas condiciones que son universalmente objecionables para el género humano y después declarar que son absolutas. Así por ejemplo, él puede declarar que el asesinato, el rapto, el robo, son malos porque está seguro de que solo pueden causar daño a la humanidad. Él podría, así mismo, declarar que las virtudes tales como a caridad, la tolerancia y la honestidad, son un bien universal y absoluto. Pero repetimos, el punto de referencia es el hombre mismo; son bien o mal sólo hasta el punto como él reaccione ante ellas. Sin su reacción ante tales actos, no tendrían un contenido cualitativo.
 
  Místicamente sólo puede haber un bien y es la inclinación moral, el impulso de la rectitud que el hombre experimenta dentro de sí mismo. Todo lo malo está con normas aceptadas. En otras palabras, en la naturaleza no existe un mal absoluto, es decir el concepto mal no es universal. Yo comprendo y sé que esta declaración, desde luego, es contraria a los preceptos morales delineados en los varios libros sagrados de las diferentes sextas religiosas. Si hay admoniciones y prohibiciones contra ciertos actos en las obras religiosas o en las leyes y costumbre de la sociedad, éstas se convierten en el criterio por medio del cual el individuo promedio determina qué es el bien o que es el mal.

Yo ya no espero que lean o dejen de leer, no arreglaría absolutamente nada.


Peter Bustamante     

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