¿MURIÓ ENVENENADO NAPOLEÓN?

El 5 de mayo de 1821 Napoleón Bonaparte expiró en la isla de Santa Elena. Hacía ya seis años que el antiguo emperador Francés, aburrido, se consumía en su prisión dorada, dictando sus memorias. Al día siguiente de su deceso, sus restos fueron sometidos a una autopsia por parte del doctor Antommarchi, enviado desde Francia por la familia unos días antes. Con la asistencia de cinco colegas ingleses, el médico corso confirmo una hipertrofia del hígado y un estómago en estado deplorable. El diagnóstico era claro: cáncer de estómago. Para René Maury, economista en las universidades de Tokio y de Montpellier, es un caso error; según su hipótesis, y la mía dicho sea de paso porque conozco la historia, el emperador fue envenenado lentamente con arsénico. "INDICIOS DUDOSOS"

  

   El primer documento que Maury aportó al expediente proviene del parte médico de uno de los doctores británico que vio a Napoleón, el doctor Olmera. En sus notas de septiembre de 1817 se puede leer: Vi a Napoleón cuando se bañaba. Se quejó de un dolor en la mejilla derecha, que se debía a su diente enfermo. Sus encías estaban muy hinchadas y sangraban al menor contacto." O’ Meara mencionaba también problemas de sueño, hinchazón en los pies y las piernas, migrañas y sofocos.

A la luz de los tratados de toxicología modernos, René Maury reconoció en ellos todos los síntomas del envenenamiento con arsénico, que se desconocían en esa época. ¡Tonterías!, respondieron los médicos forenses de nuestros días. Según el informe de la autopsia, las lesiones cancerosas no dejaban lugar a dudas. Además, un avenamiento no puede provocar cáncer. Yo Peter Bustamante en mis años de estudios sé que el arsénico en pequeñas cantidades conserva la carne y se administra pequeñas cantidades para algunas enfermedades, y volviendo al caso. El segundo argumento de Maury: en 1840, cuando se enviaron a Francia el resto mortales de Napoleón, se descubrió en el féretro el cadáver intacto; pues bien, el arsénico conserva la carne.

 

 Para los opositores de Maury, la "prueba" no era contundente porque determinadas condiciones de temperatura y de humedad también preservan a los cadáveres de la descomposición. Yo recuerdo algún pasaje de "Mozart cuando en ese tiempo los ponían en un hoyo y los cubrían con cal viva".

Siempre hay un ¿Crimen perfecto? Jamás hay un crimen perfecto el investigador creyó haber encontrado un sospechoso ideal entre los compañeros de exilio del Emperador. El conde de Montonón, que se encargaba de la intendencia, proveía a la comunidad francesa de un vino sudafricano que él mismo embotellaba. Nada más fácil para él que agregar una pizca de veneno a las botellas reservadas para el uso exclusivo de Napoleón. Ustedes preguntarán y ¡por qué! Nada menos para embolsarse cuanto antes la fortuna de Napoleón, pues el conde aparecía como primer beneficiario en el testamento imperial.

 

 Y para terminar." Un juicio digno de Salomón" antes el renovado escepticismo de los historiadores, René Maury decidió recurrir al ‘non plus ultra’ de la tecnología. A fines de 1994, cabellos tomados de la cabeza imperial se sacaron del Museo de Historia de Lausana y se sometieron al sincrotrón de Gróenosle, una máquina gigantesca recién inaugurada, que analiza de una manera extremadamente precisa los materiales sometidos a su radiación.

¡Sorpresa! Los cabellos imperiales contenían arsénico, pero no lo suficiente para dictaminar que hubo un asesinato.

  

Y ustedes mis queridos lectores se preguntarán, ¡por qué! no se usó los términos legales eso es normal, en esos tiempo el veneno pudo provenir de los "Alimentos" o bien del agua mineral- que los contienen por naturaleza—o incluso de la cola utilizada para pegar los papeles pintados que decoraban la habitación del Emperador. En fin la investigación está estancada.

Quiero que no dejen por alto las entre comillas, es para que se acuerden de lo que comen y toman, la cola que limpia los bornes de las baterías en fin tantas cosas más.

Vivimos en un mundo "Complejo".

Que la paz more en sus corazones.

Peter Bustamante

"LO IRREVOCABLE"

Muy a menudo hemos dedicado nuestra atención aquí a los aspectos de la vida que están sujetos a la ley de dualidad, los pros y los contras, lo positivo y lo negativo. Por supuesto, todo lo evidente del mundo está sujeto a la ley de dualidad o contrarios. No podríamos relacionarnos nosotros a la vida en cualquier otra forma. Diariamente, casi cada hora, debemos decidir ser o no ser, hacer o no hacer, dar o no dar, decir sí o no. Afortunadamente, en la mayoría de estas importantes decisiones puede existir una oportunidad para cambiar nuestras mentes y revertir nuestra posición. Esto nos permite redimirnos de la falta humana. Pero existen algunas circunstancias que son irrevocables.

   ¿Qué debe hacerse acerca de ellas? Yo, Peter Bustamante digo que cuando las personas son apropiadamente entrenadas en el uso legal de las armas de fuego se les instruye a "jamás apuntar o dirigir el arma de fuego a otra persona a menos que quiera matar". Esto necesariamente no significa que apuntar muestre intención de matar, pero que el disparo del arma es irrevocable. Cuando se considera que algunas balas o proyectiles viajan a una velocidad de alrededor de unos 810 metros por segundo, ¡no es para admirarse que ellas no pueden ser revocadas!

   Muchos han experimentado la agonizante frustración de decir, "¡No sabía que estuviera cargada!" Las armas de fuego siguen siendo las más mortíferas. La naturaleza humana vacila mucho en el empleo de las armas de fuego. ¡Su uso es irrevocable! Ciertos arriesgados y peligrosos deportes jamás deberían estar comprometidos sin la sagrada dedicación a un largo y paciente entrenamiento que incluye cada una de las reglas de seguridad y precaución.

   El escalamiento de acantilados montañosos, el buceo en mares profundos y los ejercicios de vuelo con propulsión a chorro, están dentro de las más arriesgadas de esas actividades desafiantes. El experto apropiadamente entrenado tiene el más profundo respeto por todas las reglas de seguridad, porque conoce que la falla en una de las precauciones necesarias significa el fin absoluto. No existe vuelta hacia atrás. ¡El procedimiento es irrevocable! Cada ambicioso candidato estudiante debería estar cabalmente consciente de la suerte de aquellos ante él que fallaron.

   El abuso de los narcóticos es una experiencia irrevocable. Indudablemente sé que pueden haber algunos lectores que me desafíen, me odien, hablen mal de mi pero no importa la verdad nos hace libre soy responsable de lo que escribo y esta es una declaración muy particular mía. Yo, Peter digo de esas personas. ¡Dejémosla! ¿Qué edad tienen? ¿Durante cuánto tiempo han logrado probar su control personal sobre la necesidad de los narcóticos?

Nos hemos encontrado con algunos veteranos con años de experiencia que se están ahora ofreciendo para enseñar a la juventud que la adicción no puede ser vencida. Los narcóticos son adictivos, ¡y la adicción es irrevocable!

   No se equivoquen acerca de ello. ¡Oh, sí! la mayoría de nosotros hemos escuchado del apartamiento y la cura. Los profesionales médicos que administran tratamiento y aquellos que han sido suficientemente afortunados para haber terminado la cura, serán los primeros en admitir que tal restauración es verdaderamente precaria. Es una segunda naturaleza para tales víctimas volver a los narcóticos con el primer acceso emocional o trastrocamiento psicológico. Señores lectores la mente guarda todo hasta lo más mínimo. Yo, Peter Bustamante no soy médico pero tengo la cura se llama “VOLUNTAD" prefiero morir que vivir de rodilla. No todo daño es irrevocable para el cuerpo físico. Algunos de los daños más viciosos y patéticos son para la mente y el espíritu. ¡Es la expresión de proponerse y los pensamientos malévolos los que matan el amor, que destruyen la fraternidad, que extinguen el entusiasmo y no satisfacen ninguna necesidad! Requiere menos esfuerzo expresar un epíteto perverso que apretar el gatillo de un arma de fuego.

¿Alguien se ha sentido alguna vez mejor después de arrojar una amarga denuncia a otra persona, a despecho de la justica de la razón demandada? Para terminar ¡Jamás apunten un arma a menos que ello signifique matar! ¡Deténganse y piensen! Consideren las alternativas. Planeen y razonen.

Que la paz viva en sus corazones.

Peter Bustamante