¿HUBO UN PRINCIPIO?
MUCHAS de las experiencias objetivas del
hombre, los resultados de los estados de su mente y su organismo, le han sido transferidas
del Cosmos. Por ejemplo, se ve a sí mismo como causativo, y por lo
tanto, aplica al Cosmos, al gran universo, el concepto de una causa final, de
un principio. Muchas de las cosas que el hombre observa y que parecen tener
para él un principio, son de hecho, sólo una transición de un estado anterior.
A menudo no podemos advertir el eslabón de conexión entre una serie de fenómeno.
Una especie de manifestaciones parece destruirse completamente, mientras que
otras se están originando. En realidad, un estado simplemente se funciona en
otro. Con el avance en años recientes en el campo de la instrumentación, la
ciencia ha podido demostrar la afinidad que existe entre muchos fenómenos que antes
parecían tener principio totalmente independiente.
En casi todas las religiones antiguas, la antología,
o la ciencia del ser, está relacionada con una deidad personal, un dios o diosa
antropomórficos, o a una multitud de ellos. Estas deidades fueron consideradas
no sólo como seres superiores, sino que poseían muchas características semejantes
a las de los humanos. Tenían mentes que pensaban, que planeaban, que creaban
ciertos fines para ser alcanzados. Así pues, al igual que al hombre, ellos
trajeron el universo—el total de lo que el hombre supone conocer—a existencia.
Algunas veces se pensó que esos dioses crearon el cosmos de su propia
naturaleza. En otras, se imaginaron que la creación comenzó con un estado de caos
–una nada de la que los mismos dioses nacieron, Ellos, a su vez, crearon después
el otro fenómeno de la naturaleza. Sin embargo, el caos, o el estado de nada, fueron
considerados por estos cosmólogos primitivos, como de una naturaleza positiva y
que tenían una cualidad en sí mismo. No era la nada en la forma en que nosotros
la concebimos—sólo la ausencia de algo. Consideraron que, del estado amorfo de
este caos, vino una energía potencial que dio origen al ser.
Era más difícil para el hombre promedio concebir un ser eterno, uno que
hubiera existido siempre y que nunca hubiese tenido un principio. Para la mayoría
de las personas, la idea de la autogeneración es igualmente difícil de
comprender, porque en sus experiencias cotidianas no pueden encontrar nada que
les sugiera un fenómeno semejante. Una causa detrás de todas las cosas
incluyendo el Ser Absoluto, el mismo cosmos, parece estar más de acuerdo con la
experiencia finita. Es igualmente difícil para uno aceptar el concepto de lo
que existe una condición tal como la del no—ser absoluto, o la nada, Debemos
darnos cuenta de que solo percibiendo el ser, no es posible imaginar una condición
como su ausencia o su opuesto. Si un estado de no—ser pudiera ser identificado
como tal, entonces realmente tendría una cualidad propia. Todo lo que existe,
es entonces ser de alguna clase. Si algo puede provenir de la llamada nada, lógicamente
eso no puede ser considerado no-ser, sino por el contrario, es un algo. Un
estado de nada nunca podría existir por sí mismo sin ser algo.
Filosófica
y lógicamente, debemos aceptar la idea de que el ser siempre ha existido y que
nunca podría haber tenido un principio, porque, ¿de dónde habría venido? Si
intentan asignarle un origen al ser, lógicamente regresarán siempre a un estado
de alguna condición o cualidad que, en sí, es ser. Además, ¿puede haber un
final para el cosmos—en el cual el ser se disolviera, se absorbiera, se
sumergiera o desapareciera? Señores, el ser no puede ser destruido, porque eso supondría
que existe una nada en la cual desaparecería,
y la nada no existe.
El
ser está en un continuo cambio, dijo Heráclito, el filósofo griego, hace miles
de años: expuso también que la materia está en constante transformación. Sin embargo,
el ser puro no es sólo materia, sino que lo fundamenta la energía de la cual se
está transformando. En las grandes transiciones y transformaciones a la cual el
ser está constantemente sometido, puede parecernos que alguna entidad o expresión
de la naturaleza se disuelve en la nada. Pero ahora sabemos que realmente son
cambios hacia otras expresiones, cuya naturaleza no puede percibirse inmediatamente.
Y para terminal quiero hacerle saber que es posible que no aprecien estos
documentos de siglos, no importa yo cumplo con hacerlos saber. Quiero que sepan
estas últimas palabras. Constantemente leemos hipótesis científicas acerca del
principio del universo. Nuestro sistema solar, el sol, los planetas y aun las
galaxia con sus millones de estrella y planetas, tuvieron sin duda un
principio. Con esto quiero decir que antes de ser lo que ahora son, tuvieron una
condición previa. Fueron gases o cualquiera otra substancia del fenómeno celestial.
No obstante, cuando hablamos de
principio en este sentido, es referencia al universo o a las galaxias, sólo nos
estamos refiriendo a la forma como lo conocemos, no estamos preparados, lo
estaremos pero toma muchas veces purificándonos más viniendo a esta tierra.
Espero que este documento les dé a
comprender poco a poco como debemos ser en esta tierra.
Peter Bustamante