Sunday, December 9, 2012

‘CONDUCTA MORAL Y HUMANA’








‘CONDUCTA MORAL Y HUMANA’

   ¿Existe una conducta humana equivocada? No existe conducta en el hombre que sea innata mente equivocada, es decir, en el sentido de ser considerada como naturalmente así. Lo que sí sigue de los atributos, los instintos, las pasiones y los apetitos del humano es lo que la substancia  del hombre es. Cualquier cosa que el hombre esté motivado a hacer constituye la forma de su conducta. Existen variables de esta conducta, como una de ser más extrema o más reservada que la otra. El discernimiento de cuál estas es la correcta o la equivocada no obra principalmente conforme a ningún estándar establecido por la naturaleza. La evaluación  de la conducta humana está relacionada con los valores que el humano establece. Pero estos valores no son a priori, es decir ellos no existen como universales innatos en todos los hombres incluyendo al que la predica. Son los exteriores del mundo del hombre, su ambiente actuando sobre su naturaleza, que produce ciertas reacciones como la conducta. Estas influencias son experimentadas por el humano como placenteras o de varios grados de disgustos. Lo placentero es el bien. El estado contrario es lo malo. En esta reacción primitiva, el bien o la sensación placentera no tiene un contexto moral relacionado con ello. Es totalmente una evaluación personal, física. Por lo tanto no está de acuerdo con ningún orden, reglamento o tradición. Puesto más simplemente, el bien es una sensación  deseada que está provista de cualquier connotación  racional o idealista tal como si es la acción correcta.

“En los caso gubernamentales”
   En su forma de planteamiento al respecto en este tipo de tema, en un tipo de retorica, cualquier humano consideraría incluyendo al que la proclama, y no se adapta a su retorica, él la consideraría como una mala conducta hacia él. Contrariamente, cualquier otro ser humano que le favoreciera de alguna manera sería considerado como exhibiendo una buena conducta. Sin embargo, para experimental el bien personal, para satisfacer un apetito, para gratificar un instinto, uno puede recurrir a una conducta que inflija un daño, una ofensa, un disgusto sobre otro. Simplemente entonces, recurrir a viejos patrones descoloridos por el tiempo y trabajar en esa reacción primitiva a su naturaleza, el hombre, al buscar el bien, podría y puede personalmente demostrar una conducta que es juzgada por los demás como obsoleta y mala. Sí los humanos vivieran por este estimulo únicamente, cada uno de ellos estaría entonces guiado enteramente por el interés de su bienestar personal, el logro de sus deseos. Tal conducta sería lo que fuera personalmente desagradable, pero los efectos de los actos de uno sobre los demás no serían considerados.
“El Bien Colectivo”
   Los primeros códigos morales, la proscripción de ciertos actos como buenos o malos, surgieron de la formación de la sociedad primitiva. Si cada hombre no estuviera restringido a buscar su satisfacción personal sin importarle sus consecuencias sobre los demás, entonces ningún miembro de la sociedad podría estar garantizado de la seguridad. Se observó que cada humano no era igual en defensa personal, en repeler un ataque por aquellos que buscaban gratificar algún fin personal a expensa de los demás. Tal desenfreno obviamente significaría la destrucción de la sociedad, no importa cuán elemental fuera. Por lo tanto, el bien que el individuo buscó en la vida era extendido para convertirse  en un bien colectivo para toda la tribu o clan. Contrariamente, otros actos eran concebido como tabú, como siendo un daño colectivo para la sociedad—el principio gobernante siendo que ninguno debería practicar su bien personal en detrimento de otros miembros de la sociedad.

   Sin embargo, tales limitaciones  y los valores del bien y del mal no tendrían contenido moral. Ellas fueron estrictamente pragmáticas; en otras palabras, uno sacrificaría ciertas gratificaciones personales para que así otros aspectos de su propio bienestar fueran protegidos en contra de los ataques violentos de los demás. Ptahotep, visir del Reino Medio hace aproximadamente 4,000 años, en sus instrucciones a su hijo dice, y citaré en parte: “Si tú eres un líder que comanda los asuntos de la multitud, busca por ti mismo cada acción beneficiosa, hasta que tu interés esté libre de error. Maat es grande, y su efectividad es duradera; no ha sido perturbada desde el tiempo de aquel quien lo hizo, mientras existe castigo para aquel que pasa sobre estas leyes. Es la senda (correcta) ante él, que no sabe nada. El hacer el mal jamás ha traído su empresa aparte. Puede (ser que) el fraude gana riqueza, pero la fortaleza de maat es lo qué dura y un hombre puede decir: “era la propiedad de mi padre (antes que yo) ’’.
La Sabiduría Práctica

   Esto indica que la conducta correcta era una forma de sabiduría práctica, útil para ser aplicada en las relaciones humanas. Era una evidencia de buen carácter, pero no había en estas primitivas instrucciones ninguna implicación  de ningún origen divino o guía—en otras palabras, ningún móvil moral. La religión egipcia más tarde introdujo la buena conducta como una condición de premio. Con el tiempo se volvió una calificación preparatoria para asegurarle a uno una vida eterna después de la muerte en compañía de los dioses. No se pensó aun que fuera un elemento divino él mismo, es decir, que tuviera una cualidad divina. Sucintamente, uno no aspiraría a hacer el bien, a obrar correctamente o exhibir conducta justa debido a alguna excelencia en estas cosas por ellas mismas: sino más bien que ellas eran una condición esencial para la otra vida así como ellas tenían un valor práctico aquí en la tierra.
La Teología Menfita

   En el sacerdocio menfita del antiguo Egipto, el universo estaba ordenado; fue planeado. La justicia y el bien eran un estado humano que correspondía al orden cósmico. Citamos en parte, lo que se llamaba la T Teología Menfita del Reino Medio. Fue tal vez uno de los acercamientos más estrechos a los conceptos filosóficos en toda la literatura egipcia. Explicaba la concepción que existía una creación teleológica del universo, es decir, que fue creada por el pensamiento. Sin embargo, el pensamiento se manifestaba por medio de la palabra hablada. La referencia al corazón en la cita es debido a la antigua asociación de los egipcios del corazón con la mente. Tomáremos un ejemplo:-“(el corazón) el que causa que cada (concepto) completado aparezca, y es la lengua la que anuncia lo que el corazón piensa. Hipotéticamente así todos los dioses fueron formados. Ciertamente, todo el orden divino llegó a ser a través de lo que el corazón pensó y la lengua ordenó— (esta justicia le fue dada) a él que tiene paz y la muerte le fue dada a aquel que ha pecado”.Merikere fue aconsejado por su padre, un rey, de hacer “maat mientras dure sobre la tierra”. “El consejo que juzga al deficiente, tú sabes que ellos no son lenientes en ese día de juzgar al miserable, la hora de hacer (su) deber. No confíes en la duración de los años, pues ellos consideran el período de la vida como (de) una hora. Un hombre permanece después de la muerte, y sus acciones son colocadas a su lado en montones. Sin embargo, la existencia allá es para la eternidad.
Zoroastro

   La primera religión cuyas doctrinas fueron fundadas sobre el conflicto en la vida humana entre el bien y el mal fue el Zoroastrismo. Zoroastro, que vivió aproximadamente siete siglos antes de Cristo, fue un simple pastor que, no podía ni leer ni escribir. El observó los efectos que la conducta buena y mala tenía sobre la vida de los hombres. Y para serrar este tema, en una serie de visiones llegó a comprender que la bondad estaba incorporada en una naturaleza divina a la que él llamó Ahura  Mazda.

Espero que en algún momento les sean de gran utilidad estos datos.

Vivan en paz con ustedes mismos.
Peter Bustamante

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