Saturday, September 29, 2012

ACERCA DE LA INTELIGENCIA Y LA EDUCACIÓN’





‘ACERCA DE LA INTELIGENCIA Y LA EDUCACIÓN’
¿Implica la educación necesariamente un alto grado de inteligencia? ¿De qué ventaja es la educación formal para una aguzada inteligencia natural? Las definiciones de la inteligencia son numerosas y diversas. Se dan desde puntos de vista biológicos, psicológicos y filosóficos; ninguno de los cuales, sin embargo, es completamente amplio en cubrir todos esos aspecto del comportamiento mental que son comúnmente aceptados como siendo indicativos de inteligencia.

  ¿Cuáles son estas características comunes del humano que son popularmente reconocidas como una demostración de inteligencia? Es más, ¿qué importancia asocia la sociedad con la inteligencia? Para los antiguos, ciertas demostraciones del comportamiento humano se decían que representaban la virtud más elevada. Para los griegos, la virtud más elevada era ser bueno y hermoso. Para los persas, era ser leal y valiente. Los teutones declaraban que la virtud sobresaliente era ser fiel. Para el hombre moderno de hoy la virtud exaltada es ser inteligente. Para que la inteligencia tenga tal prominencia en nuestra edad se implica que tiene algún  valor muy pragmático. Ciertamente la inteligencia no es reconocida  puramente debido a alguna cualidad admirable de la mente humana. La palabra inteligencia se deriva del latín intellegere, que significa “recoger del medio”. Uno de los ejemplos más comunes de la inteligencia lo denominaremos adaptabilidad. Esto puede explicarse como percibir y concebir una conexión causal entre ciertas cosas o eventos que son recién experimentados. Puesto más sucintamente, es la integración de ideas o pensamientos de manera que para la mente parezca haber una continuidad causal—es decir, una relación amplia—entre estas ideas. Cuando, por ejemplo tenemos una nueva experiencia para la cual no hay una comprensión inmediata, la inteligencia recurre a poner analíticamente a la experiencia en un orden que le de significación e identidad.

  Toda explicación a la que se llega de por si mismo, toda causa supuesta de una experiencia puede no siempre ser cierta. Subsecuentemente podría ser probada falsa empírica y objetivamente. Algunas de las supersticiones más primitivas fueron el resultado de tratar de explicar fenómenos; sin embargo, el hecho de que después se probó que no eran factuales no es evidencia de una deficiencia de inteligencia.
INTEGRACIÓN
  Otro factor básico de la inteligencia es lo que podríamos denominar integración. Esta consiste en la unión de lo conocido, es decir, las cosas o eventos que son comprensibles, para el propósito de extraer de ello un significado a aplicarse a aquello que no se entiende. Un ejemplo clásico de esto se encuentra en la experimentación con monos, tales como el chimpancé. En un experimento, se colocó una banana dentro de la jaula del animal, más allá de su alcance. También se colocó una caja grande de madera en la jaula. Después de varios atentados de alcanzar la banana en la manera usual de trepar, el mono eventualmente se volvió a la caja debajo de él. Él luego trepó sobre la caja y obtuvo la banana. Aquí el conocimiento previo de trepar para alcanzar la banana se combinó con el conocimiento que subir a la caja lo elevaría lo suficiente para conseguir su meta. Otro aspecto de la inteligencia es la segregación. Esto consiste en separar los elementos de una experiencia que no se ha comprendido para tratar de determinar cualquiera de sus partes que sea comprensible. El siguiente procedimiento es, entonces, tratar de determinar cuál pueda ser la relación que tales partes puedan tener con el total—el cual no es comprensible. En este proceso la idea, cosa, o evento completo no es descartado de la mente como incomprensible y hay menos posibilidad de una concepción equivocada inmediata de él. Estas demostraciones más bien comunes de inteligencia no son necesariamente llevadas a cabo conscientemente, es decir, la técnica que se emplea es muchas veces un proceso inconsciente.

  Se dice que hay tres categorías básicas de inteligencia: abstracta, mecánica y social. La primera, la abstracta, es primariamente conceptual; es decir no se origina directamente de la percepción inmediata o algo que se experimenta. Por analogía, tomemos el tema metafísico de la ontología, específicamente, que hay tal cosa como un Ser Absoluto que es auto generativo, eterno y de el cual toda la realidad es una parte. Puede declararse además que tal Ser no tuvo comienzo y por lo tanto no puede tener un fin, pues lo que es, es todo lo que hay y por lo tanto no puede haber nada que no sea. La teoría de la inteligencia social es bastante controversial. No importa qué explicación se ofrezca sobre ella, habrá un rechazo crítico de esta teoría con aquellos que tienen conceptos diferentes. También las investigaciones científicas indican que no existe ninguna relación necesaria entre el pensar y el conocimiento. Pensar incluye razonar lógica, crítica y creativamente. Por lo tanto pensar y saber no siempre son paralelos uno al otro. Es tan desafortunadamente que no haya tantas personas que piensan como los hay de aquellas que profesan saber, y cuyos conocimientos la mayoría de las veces no es la consecuencia de sus propios pensamientos.
La Prueba C.I
  Hay varias pruebas de inteligencia dadas por universidades, fuerzas militares y organizaciones privadas, comúnmente conocidas como C.I. (cociente intelectual).El valor de tales pruebas, sin embargo, es dudoso en determinar la extensión total de la inteligencia del individuo. Se ha dicho que el C.I. solamente determina cómo se compara la inteligencia de uno a la de la población total; en otras palabras, la proporción la proporción de la inteligencia del individuo en relación a la norma de la sociedad.

Espero que sus conclusiones puedan sacarlas en este artículo.
Y traten de vivir en paz y armonía con ustedes mismo.

Peter Bustamante      

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