¿ES DIOS UNA
ENERGÍA?
Si pensamos un momento acerca de
ello, libres de cualquiera fidelidad emocional, debemos llegar a la conclusión
de que es extremadamente presuntuoso para el hombre pensar que su inteligencia
finita es capaz de contener la absoluta naturaleza de lo infinito.
Cualesquiera que fuesen las cualidades de tal causa superior a las demás sería
el hecho que eso excedería la frontera de cualquier sentido de cualidades de
las que el hombre deriva sus ideas. Simplemente, si cualquier cosa puede ser
definida como incognoscible en su estado absoluto, muy
ciertamente sería la naturaleza de tal cosa como una Primera causa, a despecho
de cualquier otro término que el hombre quiera asignarle.
Sin embargo, el místico habla de aprehender, es decir, hacer contacto y experimentar lo divino, el Cósmico,
o Dios, por cualquiera de varias delineaciones. ¿Estamos entonces negando que
el místico haya tenido tal experiencia? El místico ha transcendido en sus
experiencias místicas las limitaciones de sus cualidades sensorias periféricas o receptoras. Se ha hecho consciente del grado
de un estado o condición que transciende cualquiera experiencia objetiva. Ello
le causa entrar en un éxtasis, un exaltado sentimiento de placer. Sin embargo
siguiendo la subjetividad del místico, existe, entonces, su empeño para
convertir los elementos de su experiencia en términos objetivos. Él transforma
la experiencia en palabras, formas y cualidades que puede comprender.
Dicho más sucintamente, él crea una palabra imagen mental de su
experiencia que está relacionada con su particular intelecto, educación y asociación
general. Por ejemplo el budista que tiene tal experiencia puede llamarla Nirvana;
los musulmanes pueden decir que Alá se revelo a ellos; los judíos,
Jehová; el hindú, quizás Brahma; el parsi, Zoroastro.
Desgraciadamente, el fanático religioso generalmente insistirá en que la particular
experiencia que ha tenido es de la absoluta naturaleza de la Primera Causa, y además, exactamente como él
la interpreta objetivamente, y créanlo que por experiencias lo escribo, él estará
dispuesto a ser prejuiciado contra cualquier noción divergente. Hoy en día las
cosas se están complicando cada vez más, podemos por lo tanto, decir que el
hombre crea su propia imagen de la causa omnipotente o omnisciente. El hombre crea a Dios no en esencia sino en las cualidades
que su mente atribuye a Él, la imagen por la cual el concibe esencia. En lo que
respecta a la Causa Primera o inicial, que se piensa es que es
omnipresente considerándola una energía
es tan plausible como cualquier otro concepto. Pensamiento es energía.
Por lo tanto aquellos que creen en una causa teleológica—es decir, una mente
causa—ciertamente admitirían que el
pensamiento es una energía.
Señores y damas lectores; Hasta los estudiantes religioso ortodoxo
recordará la doctrina del logos en Juan, Capitulo 1, Verso 1, del Nuevo
Testamento, que declara: “En el comienzo era la Palabra, y la Palabra estaba
con Dios, y la Palabra era Dios”. Esto definitivamente implica pensamiento que
se forma en la energía de la palabra hablada. Centurias antes de que se
copilara el Nuevo Testamento, los sacerdotes egipcios decían del Dios Ptah que
era una deidad protectora de los artesanos y que además simbolizaba el
pensamiento cósmico, el universo creado por la palabra hablada. Se nos ha dicho
que Ptah “pronunció el nombre, el nombre de todas las cosas”. Existen aquellos
que conciben la causa primaria como siendo una consciencia universal, pero entonces
de nuevo en nuestra experiencia humana aceptamos la consciencia como un atributo de vida, y vida en su fuerza
vital y funciones es así mismo, una energía. Además, como quiera que sea
que el hombre concibe que sea esta esencia cósmica, es por el verdadero hecho
de ser—tanto como la experiencia humana pueda concebirlo—un paralelo
para energía. En otras palabras una mente energía separada del cuerpo, como la
fuerza creativa en el universo, no es generalmente aceptada por la mayoría del
populacho. Es principalmente debido a la tendencia humana de atribuir a una Causa
Inicial cualidades similares a aquellas del propio ser del hombre.
La ciencia moderna ha dado un equivalente a la fuerza y la energía, por lo menos al
grado de que existe un intercambio entre ellas. Simplemente, tras de toda
realidad existe una especie de espectro electromagnético; su extensión o limitaciones
son desconocidas. Generalmente, los hombres de ciencia no
Pueden concernir que tal fenómeno
es Dios. Pero si ese fenómeno es la causa básica de todo lo que existe,
entonces cualquiera cosa que sea que el
hombre elige para llamarla Creador. Declarar que tal idea es un
sacrilegio es realmente asumir que el hombre no conoce la verdaderas y exacta
naturaleza de Dios. En conclusión, yo Peter Bustamante me he pasado toda mi
vida buscando la verdad, y he llegado a este punto. Creo en que existe una
fuerza Universal y esa fuerza está en mi y en todo lo que existe en este
planeta, respeto todas las creencias soy sincero no necesito contarle a nadie
si lo he hecho bien o mal, cuando tengo dudas de algo me siento solo y entro en
comunión conmigo mismo, y una vez que salga tengo las respuestas a mis dudas,
sé que los trabajos sagrados derivan su autoridad principalmente de la declaración
que ellos son el resultado de revelaciones divinas. Sin embargo, las palabras
que describen esta revelación son la anexión de la mente humana que las
objetiviza. Podemos entonces preguntar quienes estuvieron bien o mal: Moisés,
Ptah, Akhnaton, Zoroastro, Buda, Jehovás Mahoma o los numerosos otros
personajes o conceptos que mantuvieron como sacros antes para millones de
personas.
No obstante, es crédito del
hombre, que reconoce un supremo algo que yace más allá de sí mismo y que
engendra dentro de él temor humildad un amor
como un deseo de comprender.
Que la paz viva siempre en sus
corazones.
Peter Bustamante