Tuesday, September 4, 2012

“UNA OPINIÓN AMPLIA DEL CUERPO HUMANO”






“UNA OPINIÓN AMPLIA DEL CUERPO HUMANO”


¡Comencemos con nuestro cuerpo! A primera vista, aparece como un bulto de materia sólida, bien definida en peso, tamaño y figura. Realmente, sabemos que la substancia de nuestro cuerpo está constantemente cambiando por medio de la nutrición, la respiración y la eliminación.

  A la luz de la ciencia moderna, este cuerpo compacto nuestro consiste en alrededor de cien mil millones de células vivientes individuales. Cada célula, a su vez, consiste en billones de moléculas que podemos además subdividir en átomos constituidos por protones, neutrones, electrones, etc. Cuando preguntamos en qué consisten las partículas elementales tales como los electrones, no encontramos más que energía condensada y polarizada. Cuando dos partículas de polaridad opuesta chocan, su naturaleza corpuscular desaparece en un destello de quantum de “ondas” de energía vibratoria. Debido a que las partículas son meramente normas de energía, así también lo son las moléculas, las células y todo nuestro cuerpo como un todo. En realidad, el universo total es una norma de energía. Inferimos que desde el punto de vista material no existe una división y separación drástica entre las más pequeñas partículas y el Universo como un todo.

  Ahora, ¿dónde entra la Mente? Sabemos con el peso total de nuestra experiencia interna que si tenemos mente y consciencia. En las palabras del Filósofo Descartes: Cogita, ergo sum—Pienso, luego existo. ¿Cómo definimos y delimitamos esta cualidad de pensamiento o de consciencia? Físicamente, no podemos localizarla, aun si los conceptos primitivos la identifican con el cerebro. Los ejercicios místicos confirman que está difundida a través de nuestro cuerpo y puede ser enfocada en cualquier parte de este. Sabemos que los animales son conscientes, y podemos inferir que, al menos, rudimentos de consciencia se extienden hasta los organismos unicelulares y tal vez aún más allá, a los cristales, a las partículas elementales y a las normas de energía. Si es así, debemos atribuir alguna consciencia a las células individuales de nuestro cuerpo y nuestro nivel mas elevado de consciencia  como seres humanos es el punto focal de la consciencia de las células compuestas; un patrón mas bien que una entidad compacta.

  Debemos tener cuidado, sin embargo, de interpretar las normas mentales en un sentido especial. Aun en nuestro propio cuerpo no podemos localizar el asiento de la mente. De acuerdo con la filosofía profunda de Kant, el tiempo y el espacio son formas pensadas del intelecto humano y no se aplican a la mente misma. Si no podemos establecer un límite al dominio de la mente en el lado bajo de la escala, lo mismo aplica en el lado superior mayor. Podemos así, imaginarnos dos “patrones” difundidos a través  del Universo: energía física y poder de la mente. Yo considero que ambos como aspecto polares son diferentes de una fuente penetrante. En cuanto a la mente llegamos a los impulsos emocionales. De nuevo, la introspección nos dice sin lugar a dudas que tenemos deseos, amores, odios y temores. Desde el punto de vista material, todos pueden considerarse como expresiones de la voluntad para sobrevivir--el impulso básico de la evolución.

  Sin tomar en cuenta tales interpretaciones que no explican nada, nosotros mismos estamos seguros de estos impulsos y los observamos en los animales que nos rodean. Hasta vemos una conducta premeditada en las plantas y los organismos unicelulares. Debemos suponer impulsos similares en nuestras células corporales; ellas son llevadas a nuestra atención a la fuerza por medio de un dolor de muelas o por células por la piel magullada. Yo, ¿me pregunto? si nosotros aquí de nuevo, no vemos ningún limite más bajo para nuestro impulso emocionales y expresiones de voluntad, pienso que no deberíamos extrapolar a limites extremos y atribuir la voluntad al Universo.

  Se ha dicho muy adecuadamente, que el Universo, aun cuando lo simbolizamos como un Dios omnipotente, omnipresente y sempiterno, no tiene ENEMIGO QUE SUPERAR- Y NINGUNA MUERTE QUE TEMER. Por lo tanto, no necesita ningún plan ni un gran “DISEÑO”.Y aun así ¿podemos creer que es más pobre en satisfacciones emocionales que nosotros—sus parte físicamente tan insignificantes? Como seres humanos somos capaces de asistencia y amor desinteresado hacia otros seres. Podemos también amar, podemos leer este escrito o editorial, y ni siquiera comprender que quiero decir con esto, es lógico no hay peor ciego que no quiera ver ni peor comprendedor, que el que no quiera comprender, pero sé que un día volverán, y ese día no pregunten por qué vino sin vista.
Solo espero que aprendan a vivir en paz con ustedes mismo.

Peter  Bustamante                          

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