‘NUEVA ERA INTRÉPIDA’
LA ASPIRINA
Creo
que todos recordamos con amor a nuestros antepasados, en especial nuestra
abuelitas en sus remedios caseros. Aquel viejo dicho, “Los remedios viejos son
los mejores” aun parece seguir siendo cierto, por lo menos en el caso de la
aspirina. La aspirina, que por primera vez se vendiera en su forma presente
digamos que por la segunda mitad del siglo XIX, o quizás un poco más, es un
compuesto que les es conocido a los químicos como ácido acetilsalicílico. Su
componente principal, el ácido acetilsalicílico, originalmente se obtenía de
plantas del género Espiraea, al igual que de diferentes raíces, flores, y
frutas. Varias gentes de la antigüedad, notablemente los griegos y romanos, lo
usaban con regularidad, esencialmente para los mismos propósitos de hoy en día.
Ahora, sin embargo, este es producido sintéticamente del fenol.
Todos conocemos la aspirina: hemos tomado las
pequeñas tabletas blancas o estas nos han sido recetadas cuandoquiera que hemos
tenido un refrío o un dolor de cabeza, y el medico nos las ha sugerido para ese
pequeño toque de artritis que nos ha estado molestando. Sin lugar a dudas es
una de las drogas de mayor uso de la historia. Pero ahora parecería que la
aspirina está encontrando aplicaciones mucho más importantes. Hace más de
cuarenta o cincuenta años un Dr.
L.Craven,
practicante de medicina general en una pequeña ciudad de California, en los
Estados Unidos, supuso que ya que la aspirina a veces tiende a causar un
sangrar excesivo, también tendría que interferir con el proceso que lleva a la
formación de los coágulos de sangre. Comenzó a recetarles a algunos de sus
pacientes varones dos aspirinas diarias. Diez años después, pudo informarle a
una importante revista médica que no había habido siquiera un caso de un ataque
al corazón, detectable debido a un coagulo de sangre, en ninguno de los 8.000
hombres con los que había probado este tratamiento.
Las conclusiones del Dr. Craven sobre la
aspirina fueron en su mayor parte ignoradas por la profesión médica, hasta que
un número reciente de la Revista Médica Británica publicó un artículo que
mencionó la experiencia de un grupo de médicos de una unidad epidemiológica en
Gales, que han estado dando a 1.200 hombres que han sufrido un ataque al
corazón una sola dosis diaria de aspirina. Los resultados de este tratamiento
fueron una reducción de un 12% en la mortalidad general a los seis meses, y de
25% doce meses después de comenzar el tratamiento. En la misma revista había un
informe de una unidad especial del Centro Médico de la universidad de Boston,
que mantuvo archivos de 9.000 pacientes en cuatro países diferentes y 25.000
pacientes del área de Boston. Después de procesar estas extraordinarias
estadística, los científicos informaron de una muy significativa asociación
entre el consumo regular de aspirina y los ataques cardiacos que no son fatales.
Estudios llevados a cabo entre paciente de artritis reumáticas, cuyo
tratamiento básico consiste en pesadas dosis de aspirina, demostraron que de
600 pacientes investigados, solamente un 4% murieron de ataque al corazón,
esperándose que debería haber sido un 31%.
El Dr. Lee Wood, del Centro Médico de la Ciudad de la Esperanza, en
California, ha sugerido que los hombres que han pasado los veinte años de edad
y las mujeres que han pasado los cuarenta, deberían tomar una tableta de
aspirina diaria como preventivo en contra de los ataques al corazón. La
aspirina, tomada habitualmente, también parecería ser efectiva para prevenir la
formación de coágulos dentro del revestimiento de los conductos sanguíneos, una
condición a la que se hace referencia comúnmente como el endurecimiento de las arterias. Ya que los
coágulos viajeros de sangre se cree ahora que tengan una parte importante en la
extensión del “Cáncer”, un
grupo de investigadores de una escuela de medicina en Cleveland cree que una
droga tal como la aspirina “puede” ser vital en el tratamiento de estas
condiciones.
Conclusión. Por supuesto, pese a lo
prometedor que todo esto parece, nadie debería empezar a tomar cualquier tipo
de droga con regularidad, a no ser que ésta le sea específicamente recetada por
un médico. Alguna gente experimenta reacciones alérgicas a la aspirina que son bastantes desagradables: hinchazón de
los párpados, lengua y labios. Individuos que sufren de ciertos desórdenes crónicos,
como ser la hemofilia, se arriesgan a un desastre si toman cualquier cosa que
interfiera con las propiedades de coagulante de la sangre. Y conviene recordar
que hasta la relativamente inofensiva aspirina es peligrosa si se abusa de ella—una
dosis de 28gms, puede ser fatal.
Pese a todo esto, los resultados hasta ahora obtenidos
por equipos de expertos trabajando en diferentes países parecen ser muy
prometedora, tal vez presagiando otro adelanto en contra de aquellas
condiciones cardiovasculares tullidoras y mortales tan prevaleciente en el
mundo de hoy. Mayores descubrimientos de este tipo y sus múltiples aplicaciones
indublemente significarán una marcada diferencia en la salud de todos los que
vivimos durante el curso de esta, nuestra nueva era intrépida.
Y
quiero recordarles que traten de vivir en paz con ustedes mismo.
Peter. Bustamante