“EL MISTERIO DE LA BRÚJULA”
No estoy muy seguro, al menos que otro historiador
posea algo más del por qué y del cómo de la historia de la brújula magnética, que lo que sabían los
primitivos chinos, griegos o vikingos, y quizás aun menos del origen de la brújula
del navegante que capacitó a los marinos a abrir la edad de la exploración. En
esta era que vivimos, tenemos instrumentos
más sofisticados que nos guían hacia el norte, hasta llegar al norte, pero aun así
no estamos muy seguros de dónde está el norte cuando llegamos allí a menos que
hagamos cálculos compensatorios y ajustes, pues el Norte, parece, puede estar
en dos o tres lugares. No ha sido definitivamente determinado en qué fecha el
hombre conoció las propiedades de la piedra imán. Su propiedad de atraer al
hierro fue ciertamente conocidas por los griegos hacia el final del siglo VII
A.C., como es mencionado por Tales que vivió del año 546 al 640 A.C. El
origen de la palabra magneto no está muy bien establecido, pero debe haberse
originado en el lugar donde la piedra imán fue primeramente encontrada, en las
colinas de Magnesia, en el Asia Menor.
Algunos historiadores le han acreditado a los griegos el uso de la
piedra imán para dirigir la navegación en el tiempo del sitio de Troya,
sobre la base de un pasaje en la Odisea de Homero; pero esta interpretación
parece no estar del todo garantizada por los términos del pasaje original. De
acuerdo con Bertelli, un examen cuidadoso de los escritos de más
setenta autores griegos y latinos, cubriendo
el período del siglo VI A.C. al siglo X D.C., fracasaron en revelar alguna mención
a la propiedad directiva de la piedra imán. Ha existido una creencia
persistente que la propiedad directiva del imán era conocida por los chinos
antes del comienzo de la Era Cristiana. Algunos escritores llegan a decir que
ya era conocido por el año 2,634 A.C. Una curiosa leyenda nos dice que en el reino de Wang-ti las tropas del Emperador atacaron algunos rebeldes guiados por Tchi-yeou,en las llanuras de Tchou-lou. Viendo que estaba obteniendo lo peor de
la batalla, Tchi-yeou produjo un gran a fin de confundir al adversario. Wang-ti
igualó la ocasión construyendo una carroza que indicaba el sur, al fin de
distinguir los cuatro puntos cardinales, siendo así capaz de perseguir a los rebeldes.
Algunos eruditos modernos consideran esta leyenda claramente mitológica.
Wang-ti era probablemente la figura sobresaliente de la antigüedad china, el
fundador legendario del Imperio Chino, y no sería sorprendente si el
conocimiento y los actos atribuidos a él pertenecieron realmente a una época muy
posterior. La primera mención de uso de la brújula en Europa aparece en un
tratado en latín titulado De Utensilibus escrito alrededor del año 1,187 por un monje inglés,
Alexander Neckam. En otro libro, de Naturis
rerums, él escribe: “Los marinos, cuando al cruzar
el mar en un día nublado, o a través de la obscuridad de la noche, pierden el
conocimiento del cuarto del mundo hacia el que ellos están navegando, tocan una
aguja con el imán, que girará hasta que al caer su moción, su punta indicará
hacia el norte.
Así
podemos suponer que mientras los chinos sabían de los poderes indicativos de un
imán por el año 1,093 D.C., ellos no hicieron uso de esa propiedad sino hasta
200 años más tarde. También que los árabes no inventaron ni introdujeron su uso
en Europa puesto que su primera mención es medio siglo después de la primera mención europea
de ella. Y puesto que la brújula estuvo en uso en la Europa Occidental por el
año 1,187 D.C., el conocimiento de su
poder debe haber sido mucho antes y que se originó aquí independientemente, al
mismo tiempo o quizás antes que en la China.
Tal
vez el misterio puede ser mejor explicado por el simple hecho que la brújula era
tan milagrosa que los hombres estaban simplemente poco dispuestos a hablar o escribir acerca de ella. La primera
brújula debe haber sido un objeto de asombro, de hechicería. Muchos de los
primeros que la usaron estuvieron probablemente demasiados asustados para
contarle a cualquiera de su poder increíble. Y debido a que ellos se volvieron
unos marinos más diestros y estaban más en demanda fueron más aptos para
mantener su secreto.
Lo
más importante de todo es que la brújula abrió el camino para explorar
enteramente el globo misterioso. En la Edad Media, los marinos se adhirieron a
la costa y al Mar Mediterráneo donde ellos podían casi oler donde estaban en el
inmenso lago. Se habrían extraviado si perdían de vista la Tierra.
En vos confió.