Thursday, June 20, 2013

“DOS ÓRDENES DE REALIDAD”






“DOS ÓRDENES DE REALIDAD”

Toda la creación es una continuidad. El hombre comprende una parte de ella. La parte que él no entiende puede que nunca sea comprendida dentro de las limitaciones de su comprensión finita. Él está consciente de dos órdenes de la realidad, es decir, el de meramente decir que ciertas cosas no son comprensible por el hombre y son conocidas, quien cree en la existencia de una Fuerza Divina o una Mente Divina que dirige a estos dos órdenes de la realidad. A través de la ciencia, él intenta explicar tanto como lo es posible en términos de los fenómenos. El místico sin embargo no está satisfecho con una fe tan simple. Él intenta vivir inteligentemente en el mundo y al mismo tiempo lucha por elevar su consciencia y ponerse en contacto con la fuente y primera causa de todos los fenómenos. Él interpreta a Dios en un sentido panteísta: Dios es inmanente en el mundo y al mismo tiempo lo trasciende. La creencia en Dios está relacionada con el deseo del hombre de saber hasta qué punto Dios participa en los asunto del mundo físico y hasta qué punto el hombre puede acercarse a Dios. ¿Podemos llegar a conocer a Dios? ¿Podemos comprender hasta cierto grado por lo menos este universo de fenómenos del cual Dios es una parte aunque en muchos modos tan removido?

  Las respuestas a estas preguntas han de encontrarse en comprender algo acerca de dos órdenes de la realidad. Esta el orden material y está el orden espiritual o podemos decir el orden psíquico—o para usar nuestros términos comunes, están los ordenes naturales y sobrenaturales. El orden sobrenatural es real y existe tan ciertamente como el orden natural y debe ser aceptado como siendo perfecto mientras el orden natural es moralmente imperfecto. La eterna realidad u orden sobrenatural está relacionado con el orden natural; es decir, Dios es inmanente en este orden y también lo transciende. La naturaleza de la reacción entre los dos órdenes depende al menos en parte, de las almas vivientes que habitan en el orden natural. El orden sobrenatural no es susceptible a los mismos métodos de investigación que son efectivos en el orden natural. El conocimiento del hombre de lo sobrenatural está basado ya sea sobre la revelación divina o por la sumisión a leyes especiales que no se encuentran en el orden físico. De cuando en cuando, el orden sobrenatural puede manifestarse en fenómenos naturales, pero estas manifestaciones no son predecibles o controlables de la misma manera como lo son las manifestaciones de los eventos físicos. Las revelaciones divinas, es decir, la información que nos llega de un orden sobrenatural, son consistentes con la razón, pero tal conocimiento no puede ser obtenible por la operación de la razón únicamente.

  Debemos aceptar el hecho que Dios es de una naturaleza tanto trascendente como inmanente. Es algo difícil ilustrar este concepto, pero posiblemente la ilustración que sigue transportará la idea. Ejemplo: Considere una sonata o una sinfonía, una colección de sonidos musicales, notas y frases que la ciencia analizaría como siendo nada más que vibraciones en la atmosfera. Tal análisis no explica totalmente una composición musical, pues es  también una serie de notas y frases colocada en un molde particular. El compositor hace inmanente en el mundo de los fenómenos físicos un patrón de sonido constituyendo una unidad o un todo. La composición se vuelve algo más que una combinación de varios sonidos. La idea del compositor trasciende la nota musical. Así en una composición musical encontramos una ilustración de la relación trascendente-inmanente. Desde el punto de vista de la inmanencia una composición musical no agota
O acaba cualquier sonido o combinaciones particulares, ni prohíbe el uso repetido de los mismos sonidos en un arreglo diferente para producir una composición diferente. Desde el punto de vista de la transcendencia, una idea musical es más que cualquiera interpretación  de ella, más que cualquier número de interpretaciones de ella. La idea aún existiría en la mente del compositor aunque la música que la incorpora nunca se escribiera.

  Para usar otra ilustración, podemos decir que el universo es la materia con la que Dios trabaja. Él esta inmanente en él, y sus combinaciones de material no son reveladas y pueden tener significado más allá del hecho que ellas tienen actualmente. Una piedra, un pedazo de madera o cualquier otra cosa material pueden usarse cuando la mente humana realiza que su potencialidad se debe a la inmanencia de una fuerza superior dentro de ella. Conclusión: Dios es todas las cosas. A este punto los dos órdenes de la realidad pueden encontrarse y puede alcanzarse la unidad. Y jamás olviden que esta unidad es el único medio por la cual el hombre se vuelve consciente de Dio.

Solamente les pido que analicen este artículo milenario, y traten de vivir en armonía con sus seres queridos. Que la paz more siempre en su alma.


Peter Bustamante                       

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