“NUESTRA VIDA EMOCIONAL-CONTINUACION”
Todos decimos
que gozamos de un hermoso día de primavera, ¿Por qué es hermoso para nosotros?
¿Por qué gozamos de él? Es a causa de nuestras percepciones, lo que vemos u
oímos u olemos en el campo engendra dentro de nosotros emociones, valores
preferidos. Consideremos ciertas otras contras- emociones, como ser el disgusto
y la repugnancia. Estas, también son valorizaciones de las experiencias que
tenemos. La razón puede mostranos las causas de por qué no nos gustan. Pero son
las sensaciones que producen,-la reacción emocional- lo que determina nuestro
disgusto. “Roben al hombre sus emociones” y para él la vida se vuelve
monótona y descolorida.
“EMOCIONES SUTILES”
Existe también
aquello que podemos denominar las emociones más sutiles. Estas sensaciones
pueden no ser tan repentinas o intensas como algo que causa miedo o ira; sin
embargo, constituyen una parte fundamental de la totalidad de la vida. Tales
emociones sutiles son los sentimientos morales, intelectuales y estéticos que
tenemos. Los dictados de la consciencia, los impulsos morales, como sabemos
pueden causar placer o desagrado. Por ejemplo, cuando nos conformamos a un
sentimiento personal de justicia, se engendra una euforia, un sentimiento de
bienestar. Por otra parte, cuando violemos un código moral personal se siente
la emoción de culpabilidad.
El intelecto también puede producir
reacciones emocionales. Esto puede experimentarse en ciertos logros nuestros
como puede ser en la escritura, desarrollo mecánico o alcance científico. El
pasar exitosamente una prueba o examen mental de un sentido de satisfacción
personal. Provee una emoción de felicidad. El sentimiento estético está
relacionado con aquella armonía de vista y de oído que denominamos hermosa. Es un orden de impresiones visuales
o auditivas que nos es placentero, Así el amor a la belleza también es una de
las emociones más sutiles. El individuo que solamente busca aquello que
simplemente estimula las emociones más dominantes de su ser, podrá raramente experimentar
estas más sutiles. La persona vulgar y burda, no tendrá sentimientos estéticos
o intelectuales.
Estas emociones más sutiles—las morales,
estéticas e intelectuales—probablemente fueron las más lentamente desarrolladas
por el hombre. Por mucho tiempo deben haber seguido aquellas que eran más
vitales a su supervivencia, como la ira, el temor y el asombro. Sin embargo,
las emociones más sutiles han dejado evidencia de su existencia miles de años
antes de la civilización. Las pinturas de las cuevas del hombre prehistórico Cromañón,
en España, son ejemplos de esta expresión de las emociones más sutiles.
Etimológicamente, el origen de la palabra
emoción proviene de la palabra latina emovere. Significa ésta “detener
o remover”. Sin embargo, esta definición no se aplica apropiadamente a
todos nuestros estados emocionales. Toda sensación emocional que tenemos no es
dinámica en su naturaleza. Todos nuestros sentimientos emocionales no nos
remueven a la agresión o a la actividad física o mental. Es más, algunas
reacciones emocionales son bastantes contrarias a esto. Consideren la sensación
de paz personal y bienestar experimentados al estar tranquilos. Ciertamente la
tranquilidad, la libertad de la turbulencia y la pasividad pasiva que tales
igualmente proveen, son una emoción.
“LO ESTOICOS”
¿Qué clase de vida emocional deberíamos
cultivar para nosotros mismos? ¿Hay emociones en mis formas de pensar que
deberían ser suprimidas conscientemente? Los antiguos estoicos de Grecia
atacaban en demostrar cualquiera emoción. Consideraban una reacción emocional
como una muestra de debilidad. Aún emociones tales como la compasión y el
afecto eran aborrecidas. Los estoicos hicieron a la razón y a la voluntad
factores supremos e la vida del hombre. La razón declaraba, podía valorizar la
correcta conducta humana, y la voluntad podía hacerla cumplir. Las emociones,
por otra parte, eran involuntarias y espontanea. Consiguientemente, lo estoicos
la consideraban como no teniendo ningún crédito para la mente o el intelecto.
La falacia de
tal razonamiento no es aparente. Hemos indicado que la mayoría de los valores
de la vida dependen de nuestros sentimientos emocionales. Para ser más
específicos, toda emoción no es necesaria. Ninguna debería ser completamente
reprimida o suprimida en un ser humano saludable y normal. Se hace muchas veces
referencias derogatorias a cerca de la emoción de la ira. Se dice que es una
reacción primitiva lo cual, por supuesto, es. Pero la ira es realmente, una
defensa en contra del daño verdadero o amenazador. Excita ciertas glándulas e
impulsos motrices Esto lo prepara a uno para repeler aquello que nos agrava.
Piensen de los abusos e injuria personal a los que no veríamos expuestos en la
vida si fuéramos incapaces de la indignación o la ira.
“CLASIFICACIONES”
Dividamos nuestras emociones en
tres categorías. Llamaremos a la primera
supervivencia. Estas se desarrollaron de la adaptación necesaria
del hombre primitivo a su medio
ambiente. Tales reacciones le ayudaron a sobrevivir amenaza contra su vida.
Estas mismas emociones son necesarias a un gran punto, para la supervivencia
del hombre moderno. Las emociones de la supervivencia primitivas son, por ejemplo,
el miedo, la ira, la curiosidad, el odio, la alegría, el amor. Estas emociones
causan que el hombre resista las irritaciones; otras de ellas, como la alegría y
el amor. Atraen para él aquello que satisface sus deseos.
Que tengan un día pletórico de
amor, y sobre todo vivan en paz con ustedes mismos.
El próximo artículo su titulo es “Las
contribuciones de la Mediocridad.
Peter Bustamante
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