Thursday, July 19, 2012





“NUESTRA VIDA EMOCIONAL-CONTINUACION”

Todos decimos que gozamos de un hermoso día de primavera, ¿Por qué es hermoso para nosotros? ¿Por qué gozamos de él? Es a causa de nuestras percepciones, lo que vemos u oímos u olemos en el campo engendra dentro de nosotros emociones, valores preferidos. Consideremos ciertas otras contras- emociones, como ser el disgusto y la repugnancia. Estas, también son valorizaciones de las experiencias que tenemos. La razón puede mostranos las causas de por qué no nos gustan. Pero son las sensaciones que producen,-la reacción emocional- lo que determina nuestro disgusto. “Roben al hombre sus emociones” y para él la vida se vuelve monótona y descolorida.

“EMOCIONES SUTILES”
Existe también aquello que podemos denominar las emociones más sutiles. Estas sensaciones pueden no ser tan repentinas o intensas como algo que causa miedo o ira; sin embargo, constituyen una parte fundamental de la totalidad de la vida. Tales emociones sutiles son los sentimientos morales, intelectuales y estéticos que tenemos. Los dictados de la consciencia, los impulsos morales, como sabemos pueden causar placer o desagrado. Por ejemplo, cuando nos conformamos a un sentimiento personal de justicia, se engendra una euforia, un sentimiento de bienestar. Por otra parte, cuando violemos un código moral personal se siente la emoción de culpabilidad.

  El intelecto también puede producir reacciones emocionales. Esto puede experimentarse en ciertos logros nuestros como puede ser en la escritura, desarrollo mecánico o alcance científico. El pasar exitosamente una prueba o examen mental de un sentido de satisfacción personal. Provee una emoción de felicidad. El sentimiento estético está relacionado con aquella armonía de vista y de oído que denominamos  hermosa. Es un orden de impresiones visuales o auditivas que nos es placentero, Así el amor a la belleza también es una de las emociones más sutiles. El individuo que solamente busca aquello que simplemente estimula las emociones más dominantes de su ser, podrá raramente experimentar estas más sutiles. La persona vulgar y burda, no tendrá sentimientos estéticos o intelectuales.

  Estas emociones más sutiles—las morales, estéticas e intelectuales—probablemente fueron las más lentamente desarrolladas por el hombre. Por mucho tiempo deben haber seguido aquellas que eran más vitales a su supervivencia, como la ira, el temor y el asombro. Sin embargo, las emociones más sutiles han dejado evidencia de su existencia miles de años antes de la civilización. Las pinturas de las cuevas del hombre prehistórico Cromañón, en España, son ejemplos de esta expresión de las emociones más sutiles.

  Etimológicamente, el origen de la palabra emoción proviene de la palabra latina emovere. Significa ésta “detener o remover”. Sin embargo, esta definición no se aplica apropiadamente a todos nuestros estados emocionales. Toda sensación emocional que tenemos no es dinámica en su naturaleza. Todos nuestros sentimientos emocionales no nos remueven a la agresión o a la actividad física o mental. Es más, algunas reacciones emocionales son bastantes contrarias a esto. Consideren la sensación de paz personal y bienestar experimentados al estar tranquilos. Ciertamente la tranquilidad, la libertad de la turbulencia y la pasividad pasiva que tales igualmente proveen, son una emoción.
“LO ESTOICOS”
  ¿Qué clase de vida emocional deberíamos cultivar para nosotros mismos? ¿Hay emociones en mis formas de pensar que deberían ser suprimidas conscientemente? Los antiguos estoicos de Grecia atacaban en demostrar cualquiera emoción. Consideraban una reacción emocional como una muestra de debilidad. Aún emociones tales como la compasión y el afecto eran aborrecidas. Los estoicos hicieron a la razón y a la voluntad factores supremos e la vida del hombre. La razón declaraba, podía valorizar la correcta conducta humana, y la voluntad podía hacerla cumplir. Las emociones, por otra parte, eran involuntarias y espontanea. Consiguientemente, lo estoicos la consideraban como no teniendo ningún crédito para la mente o el intelecto.
 
La falacia de tal razonamiento no es aparente. Hemos indicado que la mayoría de los valores de la vida dependen de nuestros sentimientos emocionales. Para ser más específicos, toda emoción no es necesaria. Ninguna debería ser completamente reprimida o suprimida en un ser humano saludable y normal. Se hace muchas veces referencias derogatorias a cerca de la emoción de la ira. Se dice que es una reacción primitiva lo cual, por supuesto, es. Pero la ira es realmente, una defensa en contra del daño verdadero o amenazador. Excita ciertas glándulas e impulsos motrices Esto lo prepara a uno para repeler aquello que nos agrava. Piensen de los abusos e injuria personal a los que no veríamos expuestos en la vida si fuéramos incapaces de la indignación o la ira.
“CLASIFICACIONES”
Dividamos nuestras emociones en tres categorías. Llamaremos a la primera  supervivencia. Estas se desarrollaron de la adaptación necesaria del hombre primitivo  a su medio ambiente. Tales reacciones le ayudaron a sobrevivir amenaza contra su vida. Estas mismas emociones son necesarias a un gran punto, para la supervivencia del hombre moderno. Las emociones de la supervivencia primitivas son, por ejemplo, el miedo, la ira, la curiosidad, el odio, la alegría, el amor. Estas emociones causan que el hombre resista las irritaciones; otras de ellas, como la alegría y el amor. Atraen para él aquello que satisface sus deseos.

Que tengan un día pletórico de amor, y sobre todo vivan en paz con ustedes mismos.

El próximo artículo su titulo es “Las contribuciones de la Mediocridad.

Peter Bustamante

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