SU POTENCIAL INTERNO
PARECE imposible viajar a través de
esta aventura llamada vida sin encontrar algunos dragones a lo largo del
camino. Bestias obscuras esperan a cada vuelta, y algunas veces surgen ante
nosotros el fracaso, el engaño, el rechazo, abandono,
privaciones y frustración. Ninguno escapa completamente a sus
ataques. Las heridas pueden incapacitar y aun ser mortales. La expresión “murió
por su corazón roto” esto no es un cuento de viejo sino una descripción muy
exacta de muchas vidas perdidas sin necesidad. ¡Perdidas sin necesidad! Nadie necesita
ser vencido mortalmente por tales obstáculos. Es posible armarse de tal manera
para ser impotente a esas fuerzas negativas. Las bestias de la desesperación y
del pesar no tienen poder para destruir a los que han desarrollado recursos
espirituales, un poder interior que pueden sostener y alumbrar el camino en los
bosques en los cuales moran las oscuras criaturas.
Esto no es decir que la infelicidad pueda evitarse.
El pesar es una parte necesaria de la vida así como la alegría. Debemos conocer
la desilusión lo mismo que el éxito, rechazos y aceptación, y privaciones además
de recompensas. No querríamos cortar las respuestas emocionales a estos sucesos,
porque las pérdidas serían mucho mayores que las ganancias. ¿Qué valdría una
vida sin amor o éxtasis o cumplimiento? Sin embargo, para experimental estas
delicias debemos también estar preparados para encontrar sus opuestos, que son después
de todo solamente es el lado diferente de la misma fruta. El místico libanés, Kahlil
Gibran, escribió: Tu gozo es tu dolor sin mascara, y el pozo del cual se levanta
la risa que muchas veces fue llenado con lágrimas. Hay un refrán popular que dice.
“En cada vida debe caer un poco de lluvia”
Bien cualquiera puede soportar un poquito de
lluvia. Son las tormentas y los vientos huracanados los que resultan ser
nuestras ruinas. Los pesares hondos e intolerables que son los que amenazan la
continuidad emocional—la pérdida de un ser querido, el fracaso en nuestro
trabajo, el engaño y el rechazo por aquellos en lo que uno ha depositado su
confianza. Todos conocemos gentes que ha sido destruida por esos sucesos, o que
habilidades y funciones han sido seriamente dañadas. Sin embargo, hay otros que
parecen ser capaces de soportar estas tribulaciones y salen de ellas sin hondas
cicatrices. ¿Cuál es su poder? ¿Dónde está la fuente de su fortaleza?
La habilidad de algunos para soportar
calamidades que desbastan a otros, tiene su fundamento en un sentido altamente
desarrollado del ser, un sentimiento innato de valor tan sólido que ninguna
persona o suceso exterior puede disolver. Se levanta de un conocimiento
consciente (o hasta inconsciente) de uno mismo, como de una entidad potente—una
genuina y relevante expresión de la fuerza vital que da vida y forma al
universo. Ejemplo: Una persona convencionalmente religiosa podría expresar este concepto así: Dios me ama, no por ningún
rasgo especial que yo pueda tener, sino únicamente porque yo soy”. Un místico podría
decir: “La fuerza de la vida mora dentro de mí. Yo soy esa, y soy yo. ¡Esto es
suficiente!” Cada uno siente dentro de sí mismo la eterna, positiva semilla Pol
la cual se es uno con toda la fuerza de la creación y la luz. ¿Cómo entonces, podría
tener miedo de la obscuridad, de la miseria que son solamente partículas de
polvo en el ojo de esta poderosa verdad interior? Él tiene la fortaleza de
vivir a través del pesar y salir al otro lado, renunciar a la presencia
confortadora de un ser querido, aprender el fracaso y tener lastima de los que
practican el odio y el engaño.
Si los que me leen tuvieran el coraje de decir
enséname como se puede vivir así, yo le dijera, amárrate los pantalones y pídemelo
que te aseguro que jamás te arrepentirás, he pasado mi vida quemándome la
vista, y no se dan cuenta que no han aprendido a vivir en armonía con las leyes
del Universo.
Este tema continuará, se lo
prometo solamente les digo.
En vos confió.
Peter Bustamante
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