"LEONARDO
DA VINCI"
Hace
poco más de 450 años que abandonó esta vida terrenal para ingresar en el grupo
espiritual de los maestros místico más evolucionados de la época. Su
entrenamiento más temprano se efectuó en las ciencias místicas, en una de las
escuelas secretas de la Hermandad Rosacruz, esotéricamente hablando. Durante
varias centurias, el misterio de su vida y de su gran sabiduría secreta
permanecía desconocida por el público, salvaguardada en los archivos de la
Orden. Pero por fin la inevitable traducción e interpretación de sus extraños
manuscritos se dieron a la publicidad. Lo que él había dejado en manos de sus
colegas de mayor confianza en la Hermandad durante las últimas horas de su vida
terrenal, salió a la luz en el tiempo y manera previstos, y el mundo tuvo otra
demostración de la dualidad del carácter que es un ejemplo externo del
desarrollo heredado y adquirido.
Este hombre de fama mundial es
el pintor florentino Leonardo da Vinci, generalmente conocido por dos de sus
obras maestras. La Última Cena, que permanece conservada en Italia en un
monasterio de Milán, y el retrato de Mona Lisa, que se exhibe en el Museo del
Louvre, en París, Leonardo nació en 1452 en Vinci, una pequeña ciudad toscana
en las montañas, como hijo natural de un notario de la nobleza florentina y una
campesina. Debido a las grandes riquezas del padre, recibió una excelente
educación en Florencia, que era entonces el centro artístico e intelectual de
Italia. En su juventud tenía una apariencia impresionante, buen mozo, de cuerpo
robusto y poderoso, y sabía mantener una conversación amena.
Por lo visto. Leonardo da Vinci
traía de una encarnación pasada una tendencia hacia las bellas artes, que muy
temprano en su juventud manifestó una habilidad natural para expresar los
sueños de su alma y su consciencia en la música y era reconocido como uno de
los más excelentes improvisadores en los círculos musicales de su localidad. En
otros momentos manifestaba gran habilidad en el dibujo, expresando sus
pensamientos en rasgos rápidos y seguro de su lápiz. Pero acompañando su
genialidad, poseía un deseo insaciable del conocimiento extraordinario, de ese
conocimiento que entonces se consideraba arcano y secreto.
Se decía de él que
cada vez iba a la biblioteca de una academia en busca de información sobre
algún tema en que sus estudios lo ocupaban, siempre caía en la tentación de
investigar algún tema casual contenido en algún libro olvidado, y que merecía
una investigación más profunda. En su interés por profundizar en los temas
arcanos, frecuentemente se apartaba un poco de los temas correspondiente a su
curso de estudio. Mucho antes de que se dedicara seriamente al desarrollo de
sus talentos artístico, ya estaba profundamente absorto en las ciencias
naturales, y especialmente en las leyes naturales y espirituales. Al pasar el
tiempo en los años que él escribió la mayoría de sus manuscritos, la
generalidad de la gente todavía se consideraba que la Tierra era plana, y
solamente unos pocos pensadores profundos, líderes de escuelas secretas,
mantenían otra opinión acerca de la Tierra y de la cosmogonía del universo.
Yo, Peter Bustamante creo que es
tarde para reparar la historia en sus textos. Estamos acostumbrado a pensar que
Colón y algunos de sus predecesores inmediatos fueron los primeros en promulgar
la idea de que la Tierra era esférica, pero hay antiguos registros místico
muestran que una personalidad Rosacruz que enseñaba lógica y dietética en la
escuela mística de Carlomagno en Tolosa, Francia, en el siglo noveno, tenía en
su sala de estudio privado o sanctus una esfera suspendida desde el cielo raso,
en cuya superficie había marcado los continente de la Tierra. De la misma
manera estaban representados en mapas que se dicen haber sido encontrados en
las paredes de las escuelas místicas de Egipto; y este antiguo maestro Alcuín, enseñó el concepto de
una cosmogonía celular, y el hecho de que la Tierra es una esfera.
Los
manuscritos de Leonardo están fechados con treinta años de anterioridad a la
fecha en que Copérnico presentó su hipótesis cosmogónica, donde hacía la
declaración sorprendente de que la Tierra era redonda. Leonardo hizo la misma
afirmación y muchas otras en relación con el Sol, la Luna y los planetas. En
uno de sus manuscritos encontramos el encabezamiento en letras grandes que dicen:
"II solo non si muove" (el Sol no se mueve)
Antes de terminar para aquellas
personas que digan que esta afirmación muestra que Leonardo da Vinci estaba
equivocado en algunas de sus aseveraciones científicas, les aconsejo que se
abstengan de pasar juicio sobre este punto hasta que toda la evidencia pueda
presentarse, pues hay científicos eminentes que están muy dispuesto a dar su
asentimiento a lo que Leonardo da Vinci dijo hace siglos.
Más adelante si les interesa le hablaré de la "Fundación de los Templarios"
Que la paz del universo este con ustedes
Peter Bustamante.
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