Tuesday, July 16, 2013

¿Se ha preguntado usted que es la consciencia?




¿Se ha preguntado usted que es la consciencia?

¿Qué queremos decir por consciencia? ¿Cuáles son las características o atributos que asociamos con nuestra propia consciencia? Tal vez un medio negativo nos ayudará mejor a contestar esta pregunta. ¿Qué es lo que conocemos como estado o condición opuesto a la consciencia? Por lo general inferimos que es lo que no parece no tener ninguna verificación o realización de su propia entidad o de cualquier otra realidad. En consecuencia, creemos que la consciencia nos confiere una realización o un tener consciencia. Si pensamos más sobre ello, esta realización, este tener consciencia, es de varias clases. Supongamos que usted retrocede de espaldas hacia un fósforo encendido, hasta que la llama le toque el cuello. Usted se apartará con una sensación de dolor. En seguida, imaginemos que se produce un silbido penetrante y agudo. Podría usted asustarse tanto que taparía sus oídos con las manos para evitar, en lo posible, el sonido irritante. Estos dos ejemplos indican de su parte, un tener consciencia de una irritación. Esta forma de darse cuenta, o sea, una realización de aquello que irrita, no está limitada a organismos complejos o exclusivamente  a seres vivientes altamente desarrollados como el hombre. Otros seres vivientes altamente aun  con organismos de estructuras simples como las amibas, igualmente demuestran este tener consciencia. Si queremos tocar una amiba, esta se apartará en la misma forma en que nosotros lo hacemos de un fósforo encendido.  

  Así, pues, estamos de acuerdo de que este aspecto de “tener consciencia” es una forma elemental de consciencia que tienen todas las cosas vivientes. Es una respuesta de la materia animada a los estímulos del medio ambiente. Algunas veces es bastante difícil diferenciar entre este tener consciencia y un fenómeno similar que se observa en la materia inanimada. Por ejemplo, dos polos se repelen. La emulsión de una película fotográfica está formada por una gelatina con finísimos granos de compuesto de plata. La luz actúa sobre esos granos. Por lo menos, los granos parecen responder a la luz. Tomemos otro ejemplo: si tenemos dos diapasones del mismo número de vibraciones y golpeamos uno, originamos vibraciones que a su vez, ponen en movimiento el aire, y las pulsaciones de esté harán que el segundo diapasón  vibre en resonancia con el primero.  Es decir que el segundo diapasón  responde en afinidad a factores que se han puesto en contacto con él.

  Existe un medio para distinguir la capacidad de repuesta de las cosas inanimadas, de aquellas cosas inanimadas de aquellas cosas de los organismos vivientes. Las cosas vivientes parecen resentir cualquier retrogradación de su naturaleza, es decir, parecen oponerse a cualquier cambio básico de su estructura o constitución. A veces, un organismo viviente podrá, en un momento dado, asimilar lo que actúa sobre él. Parecerá cooperar como si respondiera voluntariamente a las condiciones de su ambiente. Otras veces, no obstante, el organismo tratará de apartarse o retirarse de los agentes que lo accionan. Repetimos que siempre  tratará de evitar aquellas influencias que cambiarían su naturaleza básica.

  Como seres humanos, nuestro tener consciencia es mucho más que esa simple respuesta. Es cierto que nosotros, como los organismos simples, también retrocedemos ante la irritación. A veces también, cedemos voluntariamente a las influencias de nuestro medio ambiente; en otras palabras, intencionalmente participamos en ellas. Pero, además, nosotros percibimos. La percepción es ese aspecto de tener consciencia que localiza las causas de los agentes o impulso que actúan sobre nosotros. Respondemos a las influencias, pero además tenemos una realización  de los agentes que originan nuestras respuestas o que están relacionadas con ellas.

  La diferencia es, que si una luz fuese repentinamente encendida en su presencia, tal vez usted se sobresaltaría  y quizás gritaría. Esta acción una respuesta a la irritación, al impulso actuando sobre usted, pero también existiría una realización de que las cosas que actúan sobre usted están aparte suyo. Interpretaría la causa quizás como luz, o por lo menos como alguna clase de realidad. Este modo de darse cuenta, o percepción, no está limitado al hombre; también lo tienen los animales superiores, como el perro o el caballo. De este modo la consciencia, como un “darse cuenta”, es al menos de doble aspecto es decir se expresa por medio de la respuesta y la percepción. Y para terminal yo les preguntaría. ¿Cuáles son los comunes resultados de la consciencia, que ordinariamente experimentamos? Ya sea que su consciencia en este momento es respondiente, es decir , que es una reacción a su ambiente—o si es percepción , digamos una realización de factores actuando en y aparte de usted—surgirá, no obstante , de ese estado de consciencia uno de los dos efectos generales: consciencia agradable—o desagradable. Dolor  y placer son dos extremos de los efectos. En otras palabras, hay dos condiciones fundamentales en todas las clases de consciencia: dolor y placer.

Siento mucho que no pueda ofrecerles temas interesantes para que los disfruten y hagan sus preguntas, tengo muchos alumnos. Sería un placer.
Algo que quiero que se enteren es que el ser humano define su estancia como tal no como el famoso amor, más bien con sufrimiento y amargura.
Traten de vivir en paz con ustedes mismo.


Peter Bustamante

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