Tuesday, October 30, 2012

“EL AJUSTE A LA NUEVA EDAD”






“EL AJUSTE A LA NUEVA EDAD”
Cuando me refiero de una cierta edad usualmente hago referencia a un período de tiempo definido, un período designado por algún desarrollo de tiempo definido, un período designado por algún desarrollo especifico. Estas edades son de dos clases generales. Una es la edad geológica, tal como la Arqueozóica y  la Protozóica, etc. Estas indican grandes cambios en la Tierra y en la vida en ella. La otra clase de edad es la cultural. Las edades culturales tienen referencia a definidos períodos de tiempo durante los cuales ciertas actividades humanas han influido grandemente en la humanidad. Por ejemplo, la Edad del Cobre—el primer uso del metal. Luego vino la Edad del Bronce duró varios miles de años. Estas edades fueron seguidas por la tal llamada Edad del Hierro. Subsiguientemente, vino la Revolución Industrial como edad y similares divisiones de tiempo. Nuestro período presente ha recibido designaciones tales como la Edad Atómica y Espacial y Nuclear.
   La importancia de estas edades es el efecto que tiene sobre el vivir y pensar del hombre. Con las primeras herramientas de metal se revolucionó el método de construcción del hombre. El metal abrió camino a la arquitectura a gran escala. Resultó en la construcción de gigantesca pirámides de albañilería y piedra. El metal igualmente tuvo un impacto en el arte, como en la escultura. Hasta la religión  se volvió más agresiva con la artesanía hecha posible por la herramienta de metal. La edad Industrial fue la consecuencia de la maquinaria. Por ejemplo, la invención de la desmotadora de algodón y la máquina a vapor, causaron producción y transporte en una vasta y acelerada escala. Fue el comienzo de la liberación del hombre de tal duro trabajo. El pensar del hombre fue igualmente drásticamente afectado; se elevo un nuevo espíritu de individualismo. Los trabajadores expertos se organizaron. Se expusieron nuevas ideas acerca de la naturaleza y propósito de la sociedad.
   Estamos conscientes de grandes cambios científicos y técnico durante nuestro tiempo. Estos resaltan fuera de todos los otros demás período de la historia. El empuje de estos logros es tremendo. Nos sentimos siendo barridos con ellos. ¿Cómo están, o cómo afectarán a nuestro pensar y nuestras creencias mañana? ¿Qué cambio podemos o debemos hacer en nuestro punto de vista hacia la vida y la sociedad? El primer ajuste que el hombre debe hacer se encuentra en su relación cósmica. Esto significa la formación de una nueva ontología, una nueva metafísica y psicología. El hombre ya no puede refugiarse en la idea de que es un ser divinamente favorecido. Él llegará a comprender que la humanidad no es el punto focal de la existencia. El hombre debe saber que no hay un plan cósmicamente decretado para él. A medida que crece nuestro conocimiento del universo mayor, nos volveremos menos importantes como particulares, como cosas, en nuestra relación a éste. Sin embargo, lo mayor se convierte en la generalidad de la cual es parte el hombre. La forma es siempre menos importante que su esencia. Una sola especie o clase, es menos importante que el fenómeno de la vida que le da expresión.
  Aun en este momento nos estamos dando cuenta que nuestra galaxia, la Vía Láctea, está compuesta de miles de millones de estrellas. Muchas de estas estrellas son mucho más grandes que nuestro Sol. Miles de millones de planetas rotan alrededor de tales soles. Nuestro sistema solar no es sino uno de millones de sistemas similares en nuestra galaxia. Más allá de nuestra Vía Láctea hay miles de millones de otras galaxias y cada una con miríadas de sistema solares. Muchas de estas galaxias no le son visibles al hombre. Sabemos de ellas solamente a través de la energía que emiten como ondas radiales. Supóngase que estadística y matemáticamente, sólo un 1% de tales cuerpos son la residencia de seres inteligentes. Esto sumaría millones de mundos habitados. Algunos de tales seres inteligentes pueden haberse extinguido millones de años antes de que naciera nuestra Tierra. Aun otros seres, ahora en existencia, han excedido probablemente al hombre en inteligencia por eones de tiempo.
   Así todas las cosas vivientes, en todas partes, comparten igualmente en aquella combinación de energías cósmicas que se dominan Vida. Se presume que la fuerza de vida en todo es la misma. Los protozoarios y metazoarios, las células singulares y múltiples, tienen las mismas cualidades básicas. La vida no es un fenómeno planeado, determinado, como lo enseñaban los viejos sistemas teológicos. Más bien resurta por necesidad, de lo que es el Cósmico, Heidegger, el filósofo y exponente del existencialismo, dijo: “La realidad, el cósmico, no es una cosa”. Él significó que no es ninguna de las cosas que percibimos. Pero en su naturaleza, el Cósmico tiene todo un espectro de diferentes clases de fenómeno. La vida como la conocemos no es más que uno de ellos. La vida ocurrirá donde quiera que ciertas fases de fenómenos cósmicos se manifiesten juntas. Cuando juntamos los colores primarios de la luz visible  entonces producimos el blanco. Pero el blanco no está predeterminado por la naturaleza a ser tal. Es parte de la realidad completa de la que consiste. Así también la vida es parte de las miríadas de fenómeno del Cósmico. El Cósmico no crea cosas conscientemente. Pero el Cósmico en si es consciente. El Cósmico es un ser auto activado. Lo que es auto activado debe comprender, ser consciente de su propia naturaleza. El Cósmico confiere sobre si su propia naturaleza. Por lo tanto, podemos decir que el Cósmico es auto consciente. La consciencia exhibida por las cosas vivientes es de la misma naturaleza fundamental como la consciencia del Cósmico.
   Uno de lo que llamamos materia. El otro es aquella energía que penetra a la materia y la hace animada o viviente. De la unidad de estos dos fenómenos se origina un tercero. Esta condición es la sensitividad  interna que la cosa viviente tiene en su naturaleza. Esta sensitividad funciona como un ajuste continuo entre la materia y aquella energía que la vitaliza. Llamamos a esta función, a esta sensitividad y responsividad, la consciencia de la vida,
  Espero que este articulo que no es muy común en estos tiempos, les traiga un poco más de conocimiento en esta época en que vivimos. Y traten de vivir en paz con ustedes mismo en unión familiar.

Peter Bustamante

Saturday, October 27, 2012

¿DECLINA LA ÉTICA EN LOS NEGOCIOS?






¿DECLINA LA ÉTICA EN LOS NEGOCIOS?
¿El hombre de hoy es considerado más noble a causa de los negocios, o es más bien, mirado como un medio de producción? Los negocios son una entidad impersonal, un sistema como es la física, química o matemáticas, cuyos requisitos básico no son un orden moral o ético. El éxito en los negocios es la culminación satisfactoria de los fines deseados. Estos fines son las ganancias si, por ejemplo, la empresa se dedica a la venta de un artículo de consumo o suministro necesario. Cómo se obtienen estos fines no es de importancia, si todas las reglas obligadas a seguir han sido cumplidas, lo que hace de los negocios un factor sin sentimientos y, por consiguiente, una entidad humana.

  Cualquier empresa en la que participe el hombre confronta siempre dos factores, a saber: consciencia y principio. La consciencia es la realización del propósito de la empresa tan eficientemente como sea posible. El principio, por el contrario, toma en consideración los factores humanos. Esto es lo que significan las medidas de éticas y morales. Todos sabemos que en los negocios la conveniencia y el principio frecuentemente se oponen, Casi todos los negocios podrán aumentar sus ganancias si dentro de las leyes estos fuesen insensibles e hicieran caso omiso en llevar a cabo sus demandas  sobre los intereses humanos. En el pasado la existencia de principios o éticas en los negocios era una cuestión relegada únicamente a la consciencia de sus ejecutivos. Un hombre de principios conducía sus negocios dentro de un plano de ética elevada, o sea, que no se atenía a la conveniencia solamente. Esto significa que no usaba todos los medios para obtener sus fines, prescindiendo de las consecuencias que pudiesen estos tener sobre otros. Las prácticas sin consciencia de muchas empresas, grandes y pequeñas, originó que él público demandara el control del gobierno y la fundación de una oficina para investigar los negocios y mejorarlos.

  Se necesitan hombres y mujeres de elevado carácter para imponerse una autodisciplina en circunstancias que a veces pueden ser desventajosas. Cuando, por ejemplo, una persona sabe que puede deshacerse de un material anticuado haciéndolo aparecer  distinto y se abstiene de hacerlo basado en sus principios, es un hombre de carácter excelente. El instinto de conservación, es un fuerte impulso primitivo en cada uno de nosotros, y es muy natural aprovecharse de todas las circunstancias que se presenten. En comparación el principio, que también es un producto de la razón, es un impulso menor en casi todas las personas. La presión política y el monopolio que los negocios hoy en día atribuyen a los sindicatos es, en gran parte, una reacción al comportamiento de las industrias en épocas pasadas. Grandes industriales y ejecutivos de pequeños negocios, descuidaron demasiado el factor humano.

  El obrero era un segmento de sus maquinas operadoras, como un torno o una prensa, era y, es en estos días de la economía que estamos pasando y que jamás ningunos de los países se recuperará era explotado en esos tiempos, y en estos que vivimos son esclavos y exprimidos hasta lo último. Cuando ya no es necesario el retenerlo, cuando no rinda, se desecha a un lado. Era y seguirá siendo una premisa de los patrones que los hombres no estaban obligados a trabajar para ellos, y si lo hacían, tienen que aceptar cualquier condición que se les proporcionara. No crean que la indiferencia social tanto en el pasado, al igual que el presente a menudo contribuye a la crueldad y esto provocó los extremos adversos de que hoy en este estado económico que vivimos se quejan los empresarios y los negocios.

  El hombre de negocio digamos moderno debe estar documentado, por lo menos en la psicología practica. El negocio, en cuanto los clientes y empleados se refieren, es también una cuestión de relaciones humanas. No solamente se está vendiendo comodidades y servicio, sino que también sebe adquirirse reputación para el establecimiento. Es una falta de perspectiva el ser descortés, desconsiderado o el explotar a los clientes y empleados en estos momentos de crisis económica, ni siquiera estando en los mejores tiempos de una edad de oro. Y quiero que recuerden que aquellas semillas son las cosechas que tenemos hoy en día.

Solamente les pido que traten de vivir en paz con ustedes mismos.
Peter Bustamante.

Friday, October 26, 2012

‘LA NATURALEZA DE LA RELIGIÓN’







‘LA NATURALEZA DE LA RELIGIÓN’

Algunas personas afirman que está aumentando el interés en la religión. Otras afirman que la religión tiene menos influencia en el pensamiento y la conducta de hoy en día. Para poder llegar a una estimación de la religión, deberíamos analizar algunas de las funciones o actividades que parecerían ser las guías a la naturaleza de una religión. He seleccionado cuatros principios que creo que aceptará la mayoría de la gente en todo o en parte como la base de una definición de la religión.

(1)-La religión es un sistema de fe y adoración. Entretanto voy a tener que usar mis propias conclusiones aquí, necesariamente, creo que la mayoría de las personas asociadas con una religión o examinando una religión estarían de acuerdo en que esa religión podría ser descripta como un sistema de fe y adoración. La mayoría de las religiones ofrecen una doctrina de fe para sostener el principio de la religión, y como una función activa ellas tienen varios procedimientos o métodos conocidos como adoración para reconocimiento del Ser Supremo. Por lo tanto, definir la religión como un sistema de fe y adoración puede no ser una definición  del todo inclusiva, pero al menos es una guía sobre la cual casi todos estarán de acuerdo. Podemos decir, lo creo sin reservas, que la religión, siendo un sistema de fe y adoración, es una categoría a la que podemos avanzar como la base de una definición de una religión, aunque, por supuesto, podemos de inmediato calificar esta declaración: que la fe y la adoración pueden existir sin ser exclusivamente un control de la religión. Generalmente hablando, las expresiones de fe y de adoración como ellas conciernen a la relación del hombre a una fuerza más alta, son de naturaleza religiosa.

(2)-También podemos decir que la religión es la profesión y práctica de creencias y observancias de creencias y observancias religiosas. La religión es un sistema, una unificación de aquellos principios que contribuyen a la comprensión del hombre de su relación con Dios. Las creencias  y observancias religiosas son aquellas actividades del hombre por la cuales él muestra su confianza o su percepción de una relación con un ser supremo. Él acepta ciertos principios como premisas. Estas son creencias religiosas. Entonces, él observa ciertos ritos o practicas. Estos son el lado de conducta de su profesión de una asociación con una religión. Como segunda base para alcanzar una definición de religión, aquellos que profesan y practican esas creencias y observancias que tienen que ver con la relación del hombre con Dios, puede decirse que participan en una forma de religión.

(3)-La religión es la práctica de servicio y adoración de un Ser Supremo. Mientras esto podría servir como una definición en sí misma, que un individuo  que efectúa ciertos servicios y adoración hacia o para un Ser Supremo está practicando una religión, podría decirse que esto sería solamente una fase de practica religiosa, pero por lo menos es un área que deberán aceptar la mayoría  de los adherentes a las religiones.

(4) Yo, Peter Bustamante en mis estudios he definido muchos datos de religiones y los reparo para enseñanzas de la manera que explicaré: “El conocimiento de Dios y los caminos de Dios llevan a una real devoción religiosa tanto mía, al igual que los niños que les doy clases, lo mismo en la música y cuando me hacen preguntas de origen religioso, el místico es siempre un verdadero estudiante de teología esencial. Pero en vez de unirse a iglesias sectarias para ayudar en el trabajo que están haciendo, nuestros estudios son amplios y tolerantes en su religión, y encontraran a Dios en cualquier cosa y en cada una de sus criaturas”.

Este concepto tiende a separarse de una firme definición y tiende a concernir más con lo que podemos declarar que constituye conducta religiosa. Yo interpreto esta definición como significando que cada individuo es, a un cierto grado, religioso, que el estudiante tiene un deseo de alcanzar conocimiento, de Dios y los caminos de Dios, pero que no siempre encuentra el método de hacer esto por medio de afiliación con grupos religiosos  ya en existencia. El estudiante puede apoyar a un grupo religioso debido al buen trabajo que ese grupo puede hacer, pero esto, necesariamente, no significa que confine su concepto de Dios, su concepto de creencias, adoración, fe y servicio a los credos aceptados por cada institución hecha por el hombre. Más bien, como parte final de lo escrito el místico encuentra a Dios en todo, en todas las criaturas de Dios. Por lo tanto, él considera su naturaleza religiosa como un conocimiento de una manifestación de un Ser Supremo en su relación a él. Si juntamos estas cuatro guías, obtendremos un cuadro que en el sentido general de la palabra muestra a la religión como siendo esa área de conocimiento y experiencia por medio de la cual el hombre tiende a relacionarse con el Ser Supremo y las fuerzas cósmicas que el Ser Supremo ha ordenado. La religión puede ser un tema muy amplio para una interpretación de un individuo o un grupo de individuo. Espero que entiendan que Dios está tan cerca de lo que puedan imaginar.

Solamente les pido que traten de vivir en paz, tanto con ustedes mismo al igual que con sus semejantes.

Peter Bustamante                     

Sunday, October 21, 2012

"EL TEMA DEL ESPACIO"



"EL TEMA DEL ESPACIO"


El tema del espacio puede ser dividido en tres clasificaciones mayores: perceptual, conceptual y absoluta. Del primero, o espacio conceptual, surge la noción del espacio que todos tenemos. Las facultades sensorias de la vista y el tacto son la únicas dos de las cuales derivamos esas sensaciones que engendran esta noción de espacio. Por medio de estos sentidos, percibimos tales condiciones que, debido a sus características, son aludidas por nosotros como espacio. Por consiguiente, el contenido perceptual de espacio es una categoría natural, dependiente de los sentidos receptores. La percepción visual del espacio constituye experimentar un vacío, una laguna de realidad visual. El ojo no ve masa o substancia. Esta ausencia de realidad visual tiene una especie de existencia negativa para nosotros. El estado de nada o espacio se vuelve tan real para la mente como los objetos que son vistos. Por consiguiente, hablamos de “ver espacio”, como si fuera una realidad. Una aseveración más cierta sería “veo solamente una extensión”. Las mismas circunstancias se aplican al sentido táctil o aquel del tacto. Donde las sensaciones del tacto terminan, donde no somos más capaces de percibir las cualidades del tacto, eso para la mente es espacio. Nosotros, por ejemplo, pasamos nuestras manos a lo largo de una superficie suave en una habitación oscura. Cuando ya no somos capaces de sentir ninguna substancia más allá de la superficie, nos referimos al área como siendo espacio.
  
   Desde el punto de vista perceptual, el espacio es el límite en el alcance de la percepción, de las facultades de la vista y el tacto. Podemos por analogía, decir que el silencio es una especie de espacio también, pues constituye un limite de nuestros poderes auditivos o del oído. El problema, psicológicamente es de convencer a las personas que el límite de una cualidad, la ausencia de las sensaciones de un sentido, no tienen existencia positiva en sí misma. Debemos pensar del espacio como siendo únicamente la ausencia de la realidad discernible y no siendo realidad de por sí. Por analogía, para el ciego, teóricamente, existe solamente espacio visual, puesto que no puede ver ninguna realidad. Si un ciego fuera también privado del sentido del tacto, cuán difícil sería convencerle que no hay nada sino espacio. Usted sabe diferentemente por supuesto, porque puede discernir lo que el ciego, o quien haya perdido su sentido del tacto, no puede. Debe realizarse, entonces, que lo que usted percibe como espacio no es sino una ilusión. El espacio está realmente lleno de radiaciones de una naturaleza electromagnética y con aire; esto a simple vista son invisibles.

   La segunda clasificación de espacio, el conceptual, concierne a las teorías en particular que los hombres puedan tener del espacio. Filósofos, metafísicos y científicos pueden usar los términos espacio cósmico, espacios estelares y similares. Estos términos sin embargo están relacionados a ciertas condiciones observables a las que ellos arbitrariamente han asignado la palabra espacio para distinguirlo de otros factores. Ellos hablan de espacio como  algo existente, por ejemplo, entre la Tierra y el Sol. Esto no significa en el sentido perceptual porque ellos saben y pueden observar que hay substancia y condiciones celestiales entre los dos cuerpos. Más bien, es la intención el distinguir la región entre los cuerpos de una masa sólida y continua. Obviamente, entonces, puede haber tantas clases de espacio conceptual como hay mentes humanas para especular acerca de ello.
 
   La tercera clasificación, el espacio absoluto, en un sentido, es también conceptual. Es una noción de que hay una condición de nada en que las partículas o masas están suspendidas sin elementos unificadores entre ellas. Algunos de los antiguos astrónomos exponían una teoría del espacio absoluto. Ellos no tenían en ese tiempo suficiente conocimiento de la naturaleza de la luz para realizar que el hecho que ellos eran capaces de percibir otros planetas era una indicación de una transmisión más o menos continua de la luz para ellos de las regiones que ellos llamaban espacio. Es patente que tanto el espacio conceptual como el absoluto son dependientes del perceptual. Si el hombre no pareciera percibir el espacio a través de los sentidos de la visión y del tacto, él no tendría noción de ello para extenderlo en los varios conceptos que él tiene, ni sería capaz de declarar en cuanto a su naturaleza absoluta. Puesto que el espacio no existe, tenemos solamente aquello que podemos percibir por una parte; y por otra, aquello que no podemos percibir. Eso que llamamos espacio es realmente una plétora de energía de varias clases que los simples sentidos no pueden ver o sentir. A veces se alteran entre la masa o substancia que tienen tales cualidades como dimensión, suavidad o dureza, y el espacio perceptual.

   Poniéndolo simplemente, la experiencia revela que podemos ver un objeto, luego aparentemente más allá de él o sobre este lado de él observamos el espacio y luego aun más lejos, otro objeto. Los objetos se dice entonces que ocupan espacio o que tienen diferentes espacios o lugares en él. Esta es la suposición, basada en la percepción, que hay tal condición como espacio que puede ser rellenado con masa u objetos. Y para terminar quiero darle un pequeño ejemplo muy sencillo, quiero que entiendan más esta integración de toda la energía, vamos a usar como en mis tiempos hoy en día no se usa, usaremos la analogía de un tablero de ajedrez con cuadros ROJOS  y AZULES. Los cuadros azules en el tablero se miran muy desprendidos de los rojos. La física nos lo ha probado, por medio de la ley óptica, que los colores son bandas de ondas de diferentes frecuencias o grado de vibración de la luz. Los cuadros azules y rojos están fundamentalmente relacionados en la energía de la luz. El ojo separa estos colores del espectro y los hace aparecer como no teniendo relación el uno con el otro. Realmente, repetimos, están conectados en el espectro visible de la luz. Así también con los objetos en el espacio. Ellos no están en lugares diferentes sino en diferente relación con aquello que discernimos. En otras palabras estamos acondicionados a tener ciertas clases de experiencias sólo porque somos esa clase de ser. Es locura, por lo tanto, que tratemos de forzar o creer que el universo debe conformarse a nuestras limitaciones.

Solamente les pido que vivan en paz con ustedes mismos.

Peter Bustamante                        

Sunday, October 14, 2012

¿QUE ESPERAR DE LA MEDITACIÓN?




¿QUE ESPERAR DE LA MEDITACIÓN?
La determinación  de los resultados a ser obtenido  a través  de la meditación depende de la concepción del individuo acerca de la naturaleza y función de la meditación. El así llamado fracaso  o insatisfacción es a menudo la consecuencia de la comprensión equivocada  de la palabra y de la técnica usada. Muy generalmente, en el sentido popular, la meditación se hace sinónimo de la contemplación. En realidad, muchos léxicos o diccionarios relacionan las dos palabras. Sin embargo, filosóficamente –y en forma particular místicamente- hay una distinción muy definida entre la meditación y la contemplación. Tal vez el mejor acercamiento a un uso perspicaz de la palabra sería primero comprender cómo difiere de la contemplación. Contemplar cualquier cosa es mantenerla dominante en la consciencia. Es el enfoca miento de la atención en ella. La consciencia puede ser extrovertida  o introvertida. Podemos especialmente enfocar nuestra atención en la experiencia perceptiva, en las impresiones de nuestros sentidos receptores. Esta es extroversión de la consciencia. Por ejemplo, cuando ustedes leen esto están enfocando su consciencia en impresiones visuales. En otras palabras, ustedes están enfocando su atención en una cosa externa.

  Ahora supongan que ponen a un lado este documento y comienzan a pensar en alguna idea que ustedes han leído o que surgió en sus mentes como resultado de su lectura. Al ocurrir este hecho ustedes están entonces contemplando. Especialmente pueden ustedes decir que entran en la contemplación si no están meramente sosteniendo la idea en la mente como una imagen. Solamente visualizar mentalmente una palabra no es contemplación. Realmente, la contemplación es una forma de razonamiento, un proceso de análisis, Para mayor analogía, ustedes pueden estar tratando de encontrar un significado adicional de la palabra o idea en mente, pueden estar buscando alguna asociación mental  con ella que removerá su ambigüedad y puede hacerla más clara. O luego, de nuevo, ustedes pueden estar pensando en cómo la palabra, su significado, puede ser aplicado a ciertos asuntos de su vida.  Concisamente, entonces, al contemplar ustedes están literal o figurativamente revolviendo alguna ideación una y otra vez en sus mentes y escudriñándola para todas las posibles relaciones de significado y posibilidad.

  Ahora, todo esto es un proceso subjetivo. Hasta cierto punto, no es diferente del así llamado proceso objetivo de la percepción. Por medio de percepción estamos realizando, experimentando ideas formadas por las sensaciones que han surgido de las facultades de nuestro sentido. En el proceso subjetivo de la contemplación también estamos realizando ideas—aquellas ya establecidas en la mente. Tal vez alguna vez hemos experimentado objetivamente la misma cosa que podemos estar contemplando ahora subjetivamente. En la concepción y la contemplación el foco de la atención está meramente en condición reversa del estado objetivo.

  Usemos una sencilla analogía que previamente hemos usado a menudo, es decir, el suponer el estado de consciencia como una pantalla de cine suspendida en el cerebro. Sobre un lado de la pantalla (en el lado externo) están siendo bombardeadas las impresiones del mundo externo que nos llegan a través de los sentidos receptores. Esto nos causa experimentar la realidad, es decir, el mundo fuera de nosotros. En el lado interno de esta pantalla de la consciencia están apareciendo otras impresiones. Estas llegan de la memoria—las impresiones una vez recibidas objetivamente--aquellas creadas por la razón, y las así llamadas impresiones intuitivas. Podemos estar conscientes de estas con igual intensidad que las experiencias perceptivas. Por supuesto, la consciencia no enfrenta ni interna ni externamente. Meramente le damos esta designación a las impresiones de la consciencia, de acuerdo con nuestro entendimiento  del sentimiento como de su punto de origen. No hay nada particularmente místico con respecto al fenómeno mental de la contemplación.

  Millones de personas contemplan diariamente y no pueden ser capaces de dar una definición de la palabra misticismo. Además, si alguien contempla un tema místico, el proceso mismo de la contemplación no es místico. La meditación es el proceso de transformación de la consciencia.  Es el esfuerzo por elevar la consciencia a fin de obtener experiencia en un nivel más elevado o más profundo de perfección interna. La meditación no es la intención para enfocar la consciencia sobre cualquier idea sola en una manera dinámica como en la contemplación. En realidad, en la meditación el objetivo principal es el permanecer pasivo. No es el intento de dirigir, como por mandato, lo que debería ser conocido o experimentado.

  Para usar otra analogía simple: piensen acerca de un espectador sentado en la audiencia de un teatro. Él espera silenciosamente que la cortina se levante—él no intenta visualizar qué es lo que va a acontecer en el escenario. En realidad, él sabe que no tiene conocimiento de la obra y por ello su actitud es pasiva, receptiva hacia lo que le será revelado. Esto, entonces es primeramente una de las actitudes fundamentales de la meditación. Sin embargo la meditación es más que meramente estar pasivo. Está—aunque al decir esto podemos estar contradiciendo nuestras declaraciones previas—está, repetimos, el deseo, el deseo de hacer que la consciencia funcione en otro nivel de receptividad no olviden esto es muy importante. Tan importante que en este estado hay que saber lo maravilloso que funciona mente. Una forma oriental de meditación relaciona tres etapas principales de ella: la primera es la etapa purgación. Esta consiste en intentar desechar de la mente todo pensamiento. Ser receptivo y no permitir que la mente se vuelva atada a una idea en particular por el momento. Significa colocarse uno mismo en un estado de tranquilidad, tan libre como sea posible de toda la distracción, de todo aquello que pueda excitar la consciencia. Admitida mente, en nuestra edad turbulenta y áreas urbanas congestionadas, esto no es simple de logra pero no imposible.

  El místico se refiere a esta etapa  como entrando en silencio. Significa no sólo el silencio físico es decir, el evitar sonidos extraños—sino el silencio mental. Esto a su vez significa una mente que no está preocupada. La segunda etapa se dice que es la iluminación. Es cuando el individuo siente un contacto con una fuente transcendental de conocimiento. Es una clase de consciencia cósmica, el ascenso de la consciencia a un estado de consciencia engrandecido y que lo abarca todo, yo. Peter Bustamante me encantaría que conocieran esas maravillas.
Solamente les pido que traten de vivir en paz con ustedes mismo.

Peter Bustamante          

Thursday, October 11, 2012

“IGUALDAD”





“IGUALDAD”

¿Qué son estos principales ideales?  Entre los más importantes está la cuestión de controversia  acerca de la igualdad del hombre. ¿Con quién es igual el hombre y con quién es desigual? Además, ¿cuál es la vara con la qué medir la igualdad? ¿Es la raza, el sexo, la inteligencia, religión o estatus social? Los hombres  son básicamente iguales sólo en un sentido—su relación cósmica. Todos entramos a la vida como un producto del mismo fenómeno biológico. No existen distinciones en las leyes naturales aplicadas al nacimiento. Fundamentalmente, nadie ha nacido por cualquier otro proceso por no sea el que tenemos. El hecho del nacimiento nos iguala a todos cósmicamente.
 
  La desigualdad no viene debido  a cualquier decreto divino o cósmico. Si los hombres son desiguales después del nacimiento, es debido a dos razones. Primera, al proceso físico hereditario o al medio ambiente. Los hombres pueden manipular la naturaleza y el medio ambiente para otorgarse ventajas así mismos. O, segunda, los hombres pueden ser manipulados por el medio ambiente y llegar a ser inferiores o superiores. Por consiguiente, la desigualdad entre los hombres proviene de lo que los hombres hacen con sus propias vidas. Sin embargo, eso solamente puede venir de lo que la vida hace para ellos. No existe superioridad cósmica preferentemente inherente que sea dada a cualquier clase o segmento de la humanidad.

  El siguiente ideal a considerar es el concepto de la divinidad. Es necesario realizar en este Día y era el principio que lo divino es una experiencia. En otras palabras, no es una cosa fijada a una imagen lo que ha de percibirse o puede ser percibido en la misma forma por todos los hombres. Lo que el hombre llama divino con otros términos equivalentes, es un estado de consciencia individual existente en las monarquías de los llamados sangre azul. Es una condición sentida  y entonces al mismo tiempo cerebral. Cuando lo divino es personalmente realizado como en estos casos y se convierte en una experiencia, entonces es cuando algunas neuronas cerebrales se distorsionan y crecen haciendo posibles imágenes cerebrales mentales. Estas imágenes  varían con la mentalidad, educación y lo principal los antecedentes de dicho grupo de antecesores de la familia o individuo. Por lo tanto, insistir en que el hombre acepte un simple concepto de lo divino es irracional en que la asunción que los impulsos psíquicos y morales de cada uno puedan ser cubiertos por las mismas ideas, es difícilmente similar.

  Ninguna forma que es percibida objetivamente hace surgir idénticas respuestas  emocionales en cada observador. Así mismo, cada impulso emocional subconsciente no está dentro del mismo cuadro mental. Es  muy esencial para la gente de la futura era iluminada saber reconocer estos hechos. Es por esta razón que no puede existir un Dios simple aceptable para todos los hombres. Es por la misma razón que jamás puede existir un “Dios Falso” si tal concepto es creído sinceramente. Por estas razones también, ninguna religión o teología es divinamente recta y perfecta. Recíprocamente, ninguna religión o motivación espiritual está siempre realmente equivocada. La teología –una formal religión—es un sistema. Su propósito básico es ayudar a cultivar los sentimientos de un hombre más alto. Debería esforzarse para preparar al hombre para un orden social y moral más alto. La religión es débil cuando intenta controlar la libertad de pensamiento para forzar sus fines y propósitos. La religión degenera en tiranía cuando busca dominar el estado y por medio de eso usar poder político para formar la aceptación de sus doctrinas.

  Otro asunto además que confronta y perturba al hombre de hoy en día en su relación con el estado. ¿Quién es supremo en principio? ¿El individuo o el estado? ¿Cual es el sirviente del otro? La ciencia y la filosofía sociológica deben concernir al hombre moderno. Como una analogía, difícilmente un hombre podría decir que el ajedrez posee valor pero no el tablero en el que el mismo juego se lleva a cabo. Es por lo tanto, racional afirmar que el estado debe ser un producto de la voluntad del hombre. El hombre jamás debe ser juzgado como existiendo solamente por la voluntad del estado.
‘UNIDAD MUNDIAL’

   Otro ideal al que debería apoyarse es la unidad mundial. Esta no debe ser una mera federación de estados separados; fundamentalmente, debe significar un gobierno mundial. Como una federación, como una mera colección de naciones separadas continuarían los males presentes.

Continuación. Mañana.

Vivan en paz con ustedes mismos.

Peter Bustamante    

Tuesday, October 2, 2012

¿ES ACONSEJABLE, LA MUERTE SIN DOLOR?




¿ES ACONSEJABLE,LA MUERTE SIN DOLOR"
Recientemente un regidor  en Inglaterra hizo una declaración pública en favor de la eutanasia, muerte sin dolor. Lo que impulsó su declaración  fue una visita a una institución  pública en donde los pacientes eran niños deformados e inválidos, sin esperanza. Una gran mayoría de ellos tenían dolencias congénitas, y nunca más podrían valerse por sí mismos, ni podrían hablar. En realidad, mostraban menos autoconsciencia que la mayoría de los animales inferiores. Es evidente que semejantes seres únicamente vegetan, pues son solamente masas animadas de materia, incapaces de siquiera evaluar la vida en términos de felicidad, amistad, esperanzas o aspiraciones. En la mayoría de tales casos la anormalidad comenzó en el nacimiento, no solo como un cuerpo retorcido o deformado, sino también con una deficiencia mental y una personalidad reprimida.

   La pregunta primaria y lógica en una materia de esta clase es: ¿qué se logra con la conservación de tales seres? ¿Pueden ellos traer felicidad a su familias, o traen solo años de angustia y carga económica? No sólo están incapacitados para contribuir de alguna pequeña manera al bienestar de la sociedad sino que se convierten de ese modo en una responsabilidad para la misma. Además, no son capaces de percibir sus alrededores y derivar satisfacción alguna de la fuerza de vida básica que fluye a través de ellos, pues son poco más que autómatas. Si la sociedad hiciera que mueran sin dolor, ¿no sería tal cosa—libre de sentimentalismo y dogma religioso—mejor para todos los involucrados?

  Señores yo, Peter Bustamante jamás estaría de acuerdo con semejantes acciones, el mero tema de la eutanasia es chocante para muchas personas que se apartan a menudo por completo de sus aspecto racionales, por estar influenciados casi por entero por sus propias emociones. La  eutanasia no es una teoría nueva, sino que, en realidad, es una práctica con fondo histórico. Para refrescarle la mente a este “regidor”, citemos un ejemplo entre otros: los antiguos macedonios  consideraban a los incurables como una carga para la sociedad y siéndoles a menudo inadecuado el alimento, el Estado ordenaba la muerte sin dolor para los dementes, imbéciles, y aún para los de edad avanzada. Se consideraba una injusticia esclavizar al elemento activo, productivo de la población, a aquellos que no podían por más tiempo compartir sus responsabilidades en la guerra y contribuir  a la economía del país. Esta actitud  era, desde luego, extrema, especialmente en los casos de edad avanzada que aun estaban en posesión de sus facultades mentales y sólo estaban incapacitados por enfermedades físicas.

  Los moralistas religiosos se oponen a la eutanasia basada en el principio de que no pertenece a la providencia del hombre quitar la vida bajo ninguna consideración humana y que el hacerlo es abrogarse a la omnipotencia y omnisciencia  de la Divinidad. Sin embargo, esos mismos moralistas no están de acuerdo por entero en la práctica. Ellos no han triunfado sobre la idea de prohibir la pena capital o sea quitar la vida por edicto legar de la sociedad. Aparentemente, son de opinión  que no es suficiente la justicia divina y que debe aplicarse la pena adicional de muerte. Del mismo modo, los religiosos dogmáticos  no han podido borrar  el estigma de la sociedad moderna, como es la destrucción en masa de la vida de la vida humana  mediante la guerra. Ambos actos, la pena capital y la guerra, son menos defendibles en principio que la eutanasia. También existen los ocultistas, metafísicos  y místicos que aborrecen la eutanasia bajo la premisa de que el hombre, al hacerlo así está interfiriendo la ley Cósmica. Dicen que el alma tiene permiso para habitar un cuerpo anormal al nacimiento, un cuerpo atrofiado que, tal vez, tenga una personalidad reprimida, con el propósito de expresarse de esa manera. El ser, dicen, tiene una lección que aprender por la experiencia objetiva.  Se sostiene además y se espera que los padres, quizás de modo karmico, soporten esta experiencia deprimente para compensar por pasada violación de algún precepto Cósmico. Estas personas declaran que ahorrar  a la víctima de estas circunstancias  una vida inútil, quizás también de sufrimiento, por medio de una muerte sin dolor, sería una violación de los propósitos Cósmicos fundamentales.

  Miremos por un momento, con mente abierta, los postulados hechos por estas personas para ver si están justificados por entero. Empezaremos tomando el ejemplo del niño incurable, cuyas deformidades mentales y físicas son congénitas. El niño, como en muchos casos, nunca adquiere esa autoconsciencia por medio de la que es capaz de distinguir por completo entre el ser y otras realidades.  Toda su actividad consiste en respuestas involuntarias y es incapaz de adquirir  ese estado de consciencia por medio del cual podría evaluar su ambiente y sus propios actos en términos  morales.  En otras palabras, no puede distinguir  entre lo que los hombre llaman  bien y mal. No es capaz de ejercitar juicio y prohibición, pues en ese estado, la personalidad del alma no puede evolucionar, no puede aprender lecciones, ni llegar a conocer aquellas impresiones más profunda que el hombre atribuye  a impulsos  mentales o del alma. Desde un punto puramente polémico, se puede sostener que la inteligencia  de vida, llamada alma, no es efectiva en donde no existe autoconsciencia. Para saber que existe esa expresión del alma, uno debe colocarla en relación comprensible con sus alrededores y comportamiento y ver su reacción.

  Después de todo, ¿cuál es esa condición a la que se refieren los místicos como la evolución del ser? ¿No es hacerse consciente  de las sutiles impresiones de la presencia  divina por medio de la mente subconsciente? El desarrollo consiste en una serie de ajustes y respuestas a estos impulsos psíquicos más finos. Los místicos abogan  por el despertar y obediencia a la voz de la consciencia, a los dictados del ser interno, o sea, a conocerse así mismo. Pero para esto se requiere el mecanismo de lo que se considera “CEREBRO” y un sistema nervioso funcionando  normalmente. No es suficiente poseer una luz dentro de nosotros, sino que debe de tenerse la facultad de percibir esa luz  y ser capaz, de ese modo, de usarla como guía. Y para terminal el verdadero místico debe de reconciliar los principios y leyes del misticismo con las leyes de los fenómenos físicos llamados “CIENCIA”.

Solamente les pido que sean más condescendientes, con todos aquellos que tienen las desgracias de pasar por estos inevitables laberintos, y traten de ser mejores cada día y mantengan la paz con su alma.

Peter Bustamante                             

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